Guardar dinero para imprevistos

Hablar de ahorro es complicado en tiempos de crisis persistente. El ¨²ltimo dato del Instituto Nacional de Estad¨ªstica (INE) cuantificaba que los hogares y entidades sin ¨¢nimo de lucro pudieron ahorrar el 15% de sus ingresos del segundo trimestre del a?o, frente al 18,3% del a?o anterior. Esto son 27.787 millones de euros, o alrededor de 590 euros por persona. Aunque esta ¨²ltima cifra, como promedio, no refleja que hay familias que no pueden ahorrar nada o casi nada. Sin embargo, tener una reserva de fondos disponibles de inmediato para eventualidades como una enfermedad o una reparaci¨®n a destiempo es una necesidad.

El principal motivo es que sin ese proverbial colch¨®n, ¡°lo normal es tener que recurrir a opciones m¨¢s costosas¡±, seg¨²n indican desde Finanzas para Todos, la p¨¢gina del fomento de educaci¨®n financiera coordinada por la CNMV y el Banco de Espa?a. Las alternativas suelen ser la petici¨®n de un cr¨¦dito ¡ªque no siempre es posible obtener¡ª o la venta precipitada de activos (sean f¨ªsicos o sean financieros) para obtener efectivo. En los dos casos, la soluci¨®n de urgencia implica gastos adicionales o, directamente, perder dinero.

Un poco es mejor que nada. La recomendaci¨®n del Banco de Espa?a y la CNMV es tener una reserva de entre tres y seis meses de gastos normales, es decir: la hipoteca (o el alquiler) de la vivienda, otras mensualidades, seguros, gastos en agua, energ¨ªa y tel¨¦fono, etc¨¦tera. Pero esa es una cifra que impone respeto, incluso para las econom¨ªas m¨¢s boyantes. La recomendaci¨®n es establecerse una cuant¨ªa m¨ªnima a alcanzar (como puede ser el equivalente a los gastos de un mes) y luego fijarse una cifra peque?a pero simb¨®lica (por ejemplo, 20 o 25 euros a la semana) sobre la que ir construyendo poco a poco un fondo.

?D¨®nde lo pongo? El t¨®pico ¡°dinero para emergencias¡± se pone debajo del colch¨®n o en un calcet¨ªn, pero en ninguno de estos sitios nos va a rentar. La mejor idea es poner nuestros ahorros en una cuenta aparte de la que usamos para nuestros gastos. En un mercado bancario hambriento de liquidez, la mayor¨ªa de las entidades tienen cuentas de ahorro con rendimientos muy atractivos; incluso hay algunas que tienen productos especialmente dise?ados para esta clase de ahorro. Pero atenci¨®n: hay que vigilar que las comisiones no se coman nuestra rentabilidad.

?Y esto se acaba aqu¨ª? Una vez establezcamos esa cuant¨ªa m¨ªnima, la clave es ser constantes y seguir ahorrando. El ponerse metas intermedias es un incentivo: en muchos casos, cumplir objetivos refuerza nuestra voluntad de continuar con nuestros proyectos. En todo caso, una vez hayamos juntado todo el dinero que ten¨ªamos previsto ahorrar, es fundamental revisar regularmente si la cantidad est¨¢ adaptada a nuestras necesidades actuales: lo que cubr¨ªa nuestros gastos hace un a?o puede no hacerlo ahora.