¡°No concibo Burgos sin Campofr¨ªo¡±
La compa?¨ªa y el Ayuntamiento garantizan la construcci¨®n de una nueva planta ¡°Ha sido un caos inesperado¡±, apunta un trabajador de la empresa
Campofr¨ªo y el Ayuntamiento de Burgos garantizaron este lunes la construcci¨®n de una nueva planta de la compa?¨ªa alimentaria, despu¨¦s del incendio que en apenas unas horas convirti¨® el domingo por la ma?ana en un amasijo de hierros y humo su principal centro productor. Esa era hoy la ¨²nica certeza. Ni estaba claro cu¨¢l hab¨ªa sido el origen del siniestro, ni cu¨¢ndo los bomberos iban a poder extinguir el fuego, que no ha provocado v¨ªctimas pero que segu¨ªa emitiendo anoche un espeso humo t¨®xico. Los casi mil trabajadores de la planta tampoco conoc¨ªan cu¨¢l iba a ser el futuro a corto y medio plazo. ¡°Ha sido un caos inesperado¡±, afirma Marcos G¨®mez, de 56 a?os, de los ha trabajado 42 en una planta crucial para el desarrollo industrial de la ciudad castellana. Con l¨¢grimas en los ojos, ante los restos humeantes de la f¨¢brica, G¨®mez explica que ¡°Campofr¨ªo ha sido una compa?¨ªa pionera en Burgos¡±. ¡°Hemos superado la crisis, no ha habido ERES. Y en tres horas las llamas se han comido todo este complejo¡±, prosigue.
Burgos, de 200.000 habitantes y que concentra el 25% de la industria de Castilla y Le¨®n, se encontraba esta ma?ana todav¨ªa sumida en el desconcierto y se enfrentaba a m¨¢s preguntas que respuestas. El alcalde de la ciudad, Javier Lacalle, del Partido Popular explic¨® a este diario que, como muy tarde, a finales de 2016 estar¨¢ construida la nueva planta, un plazo que confirmaron poco despu¨¦s los principales ejecutivos de la compa?¨ªa, que naci¨® en Burgos en 1952 y que actualmente es una multinacional controlada por el grupo alimentario mexicano Sygma con 27 plantas en Europa, ocho de ellas en Espa?a. ¡°Campofr¨ªo representa todo para Burgos, no puedo concebir esta ciudad sin la compa?¨ªa¡±, prosigue el regidor. ¡°Me avisaron muy pronto, pero al principio no pens¨¦ que pudiese alcanzar estas dimensiones. A las nueve y cuarto el incendio segu¨ªa yendo a m¨¢s y decretamos el plan de emergencia¡±, explica Lacalle.
La creciente preocupaci¨®n del alcalde cuando se dio cuenta de que, en pocas horas, se hab¨ªa convertido en humo uno de los principales empleadores de la comarca es trasladable a toda la ciudad. Se han vendido m¨¢s ejemplares que nunca de El diario de Burgos, que ha hecho un despliegue informativo impresionante, y es una conversaci¨®n constante en sus calles. No se trata solo de los mil empleos directos, sino de los indirectos (los transportistas o las peque?as empresas por ejemplo) y del efecto general sobre la ciudad. Los trabajadores se mueven entre el desconcierto, la incredulidad y el temor. ¡°Todav¨ªa no me lo creo y vi¨¦ndolo de cerca, mucho menos¡±, afirma Sergio D¨ªaz, de 25 a?os, que lleva siete en los secaderos, ante los hierros retorcidos de la f¨¢brica.
¡°Es una incertidumbre total¡±, asegura Cristina Pulgar, de 40 a?os, con dos hijos, que forma parte de las decenas de trabajadores que se concentraron a mediod¨ªa frente al Ayuntamiento durante el pleno extraordinario. Fuera, en la plaza, la conversaci¨®n giraba en torno a las hipotecas y al futuro inmediato, al salario que les quedar¨¢ durante el paro o a la posibilidad de un traslado. Alguien compara la situaci¨®n con ese momento en que un familiar entra en urgencias con una enfermedad grave y se esperan las noticias de los m¨¦dicos. Dentro del Consistorio, los corrillos de los concejales hablan de todo lo que queda por delante para completar la nueva planta, desde su ubicaci¨®n hasta el proyecto industrial y la construcci¨®n. Junto a la planta, situada en el pol¨ªgono del Gamonal, los bomberos, la polic¨ªa y el ej¨¦rcito siguen combatiendo el fuego, sin que por ahora hayan podido entrar en la nave. El olor que arrastra el humo negro es pegajoso.
La empresa calcula que costar¨¢ unos 170 millones, pero, como afirma su director general para Espa?a, sur de Europa y EEUU, Ignacio Gonz¨¢lez, ¡°han pasado apenas 24 horas desde que se inici¨® el incendio, es demasiado pronto para tener respuestas precisas¡±. Los representantes de los trabajadores se reunieron primero con la Junta de Castilla y Le¨®n y posteriormente con la empresa. Por ahora, se encuentran en licencia pagada. Fuentes sindicales indicaron que este tipo de situaciones, un siniestro catastr¨®fico, se suele solucionar con un ERE temporal hasta que pueda reanudarse la producci¨®n, tal y como ha garantizado la empresa. Sin embargo, nada es tan sencillo. Burgos tiene tres plantas de Campofr¨ªo: la que ha quedado destrozada, con 890 trabajadores y que produc¨ªa 60.000 toneladas de embutidos al a?o, que hay que reconstruir de cero; un secadero de jamones justo al lado de este planta, con 50 empleados, que no ha quedado tocada pero cuyo futuro se desconoce; y una tercera planta, que es sobre todo un matadero, con 900 trabajadores. El 70% de los entre 4.500 y 5.000 cerdos que se matan al d¨ªa en esta ¨²ltima f¨¢brica est¨¢n destinados a la que ha quedado destruida con lo que su producci¨®n se ver¨¢ afectada casi seguro y, por lo tanto, el empleo. Adem¨¢s, la empresa est¨¢ estudiando la posibilidad de trasladar a trabajadores a centros cercanos para mantener la producci¨®n. Encima, estaba en un proceso de renovaci¨®n de la plantilla con jubilaciones y contrataciones de nuevo personal. ¡°Nos queda la esperanza de que la hagan aqu¨ª y con la misma gente que est¨¢bamos¡±, asegura otra trabajadora, de 36 a?os, con un hijo y otro en camino. Uno de sus compa?eros agrega: ¡°Es como despertarse en una pesadilla. Empez¨® el domingo con el fuego y todav¨ªa sigue¡±.
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