¡°El plan inversor no es la panacea pero puede marcar diferencias¡±
El Fondo Juncker ¡°est¨¢ abierto a fondos privados, incluidos inversores extranjeros"
Nunca fue un gran fan de los est¨ªmulos keynesianos. Y a¨²n ahora el conservador finland¨¦s Jyrki Katainen (Siilinj?rvi, 1971) parece inc¨®modo con algunos aspectos de su nuevo trabajo como vicepresidente de la Comisi¨®n Europea encargado del crecimiento, en un continente en el que el crecimiento ¡ªy ya no digamos las pol¨ªticas keynesianas¡ª brilla por su ausencia. Katainen, en un encuentro con media docena de peri¨®dicos para explicar el plan de inversi¨®n continental, contaba ayer en Estrasburgo que el Fondo Juncker ¡°es un elemento m¨¢s de lo que necesita Europa: inversi¨®n, pero tambi¨¦n reformas para que regrese la confianza. Pol¨ªticas de demanda y pol¨ªticas de oferta¡±. ¡°El fondo no es la panacea, no es una varita m¨¢gica¡±, reconoce, ¡°pero s¨ª es importante para que el sector privado recupere el miedo a invertir en Europa¡±. ¡°Aunque para eso hacen falta otras medidas, tanto a nivel europeo como a nivel nacional, que eliminen los cuellos de botella que impiden que Europa salga de la crisis¡±, a?ade.
Cuentan en su equipo que a Katainen le interesan sobre todo los asuntos de fondo vinculados al plan de inversiones: profundizar en el mercado ¨²nico ¡ªdigital, energ¨¦tico y de capitales, a trav¨¦s de las reformas y de cambios regulatorios¡ª y mejorar la transparencia en la gesti¨®n del dinero p¨²blico. ¡°Detr¨¢s del paquete de inversi¨®n hay un cambio de calado en la pol¨ªtica econ¨®mica europea: una decisi¨®n acerca de c¨®mo se gastan los recursos p¨²blicos. Hay que decidir si Europa sigue como siempre, con subsidios y subvenciones, o si usa el presupuesto de una forma m¨¢s eficiente, para apoyar la inversi¨®n tomando m¨¢s riesgos y aumentando la capacidad de cr¨¦dito¡±.
El Fondo Juncker plantea varias dudas de calado. No est¨¢ claro que los recursos p¨²blicos incluidos sean suficientes para obtener un impacto macroecon¨®mico relevante. Hay quien cree que simplemente se han reubicado partidas del presupuesto: apenas hay dinero fresco. Quiz¨¢ la ratio de apalancamiento sea demasiado elevada y se asuman demasiados riesgos, en una especie de remedo p¨²blico europeo de uno de esos instrumentos que meti¨® al mundo en la crisis actual con ingenier¨ªa financiera (¡°ese fondo hace que hasta las subprime parezcan presentables¡±, dispara Wolfgang M¨¹nchau, de Eurointelligence). Los Estados miembros desconf¨ªan de que en apenas tres a?os se puedan poner en marcha en torno a 1.500 proyectos. Y, finalmente, es imposible saber si de veras Europa conseguir¨¢ crecer lo suficiente como para atraer al sector privado, y si los Gobiernos acudir¨¢n a la llamada de Juncker. Consciente de los recelos, el vicepresidente se agarra una y otra vez a la filosof¨ªa que hay detr¨¢s de la idea: ¡°Se trata de movilizar recursos p¨²blicos para que el sector privado reduzca su desconfianza y Europa logre atraer las grandes masas de ahorro que est¨¢n ah¨ª y que hay que canalizar hacia proyectos atractivos. Con un buen dise?o basta con una suma relativamente peque?a para marcar la diferencia¡±. ¡°Si los Estados miembros creen que las cifras son insuficientes lo tienen f¨¢cil: pueden poner ellos los fondos y eso no computar¨¢ para el c¨¢lculo de las metas fiscales¡±, avisa.
Durante mucho tiempo, Katainen fue uno de los m¨¢s fieros defensores de las reglas fiscales. ?Por qu¨¦ de pronto no hay problema con excluir las inversiones del c¨®mputo del d¨¦ficit? ¡°El enfoque es exactamente el mismo que con el Mede, el mecanismo de ayuda europeo: las contribuciones de los Estados miembros son inversiones, y Eurostat las contabiliza como deuda pero no como d¨¦ficit, a no ser que haya p¨¦rdidas. La idea es que la Comisi¨®n, en el contexto del Pacto de Estabilidad, tendr¨¢ una posici¨®n favorable respecto a las contribuciones en el Fondo¡±, responde.
Katainen contact¨® la semana pasada con grandes inversores institucionales europeos. Y tiene prevista una ronda de visitas a los Estados miembros ¡ªque iniciar¨¢ en Ruman¨ªa¡ª para verse con pol¨ªticos, empresarios y sindicatos. A partir de ah¨ª, presentar¨¢ el fondo por todo el mundo: ¡°China, Singapur, Qatar, Abu Dhabi¡±. ¡°El plan est¨¢ abierto a los fondos privados, incluidos extranjeros, como lo est¨¢ para los Gobiernos europeos y para los inversores continentales¡±. La clave es si ese dinero de veras llegar¨¢. ¡°Los inversores privados han mostrado inter¨¦s. Y sobre los Estados no soy pesimista. Necesitamos a todo el mundo a bordo¡±, cierra.
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