Lo que dec¨ªan del capitalismo era verdad

Se encuentran dos ciudadanos rusos. Uno le dice al otro: ¡°?Sabes que todo lo que nos contaba el PCUS (Partido Comunista de la Uni¨®n Sovi¨¦tica) era mentira?¡±. Y el amigo, melanc¨®lico, le contesta: ¡°Lo peor no es eso. Lo peor es que lo que nos dec¨ªa del capitalismo es verdad¡±. Los rusos sienten estos d¨ªas algo parecido a un d¨¦j¨¤ vu: el 18 de agosto de 1998, apenas un septenio despu¨¦s de la implosi¨®n de la URSS, el rublo se derrumb¨® tras una espectacular ca¨ªda de los precios del petr¨®leo, principal cap¨ªtulo exportador de la econom¨ªa, y el pa¨ªs suspendi¨® los pagos de su deuda externa.

Una combinaci¨®n de sanciones econ¨®micas de EE UU y la UE por la anexi¨®n de Crimea (entre el 25% y el 30% de los problemas que afronta la econom¨ªa de Rusia est¨¢n causados por estas sanciones, seg¨²n el presidente Putin), y de la ca¨ªda de los precios del petr¨®leo (en cuyo origen tambi¨¦n hay importantes factores geopol¨ªticos, no s¨®lo la aplicaci¨®n de la ley de la oferta y la demanda) ha multiplicado una ca¨ªda espectacular de la cotizaci¨®n del rublo en relaci¨®n tanto al d¨®lar como al euro, la entrada en barrena de la Bolsa de valores y, sobre todo, un pron¨®stico muy severo sobre el comportamiento de la econom¨ªa rusa en el futuro inmediato. Seg¨²n la gobernadora del Banco Central, Elvira Nabiulina, si el precio del petr¨®leo no remonta (se sab¨ªa que para que cuadren las cuentas p¨²blicas del pa¨ªs el barril debe tener un precio de 100 d¨®lares, mientras que la semana pasada el petr¨®leo Brent de referencia cay¨® por debajo de 60 d¨®lares), la econom¨ªa del pa¨ªs se contraer¨¢ entre un 4,5% y un 4,7%. Una espectacular recesi¨®n que, seg¨²n Putin, durar¨¢ dos a?os.

Esos son los problemas de Rusia. Los del resto del mundo se manifiestan en la capacidad de contagio de los mismos. Los pa¨ªses emergentes cuya principal arma de pol¨ªtica econ¨®mica era la riqueza de sus materias primas, est¨¢n deteniendo su crecimiento. ?Estamos entrando en una nueva fase de la Gran Recesi¨®n? Por lo que se ve estos d¨ªas no era cierto el famoso decoupling (el desacoplamiento de las econom¨ªas emergentes de los problemas financieros de los pa¨ªses desarrollados) sino que, a distintas velocidades, todas sufren los efectos de las dificultades que padece el mundo desde 2007, en la crisis m¨¢s larga desde la Gran Depresi¨®n de los a?os treinta. Si en un primer momento esos problemas adquirieron la faz de las hipotecas subprime, poco despu¨¦s la de dificultades de liquidez y solvencia de la banca, y m¨¢s delante la de endeudamiento p¨²blico y privado, ahora lo hacen, en primera instancia, con la cara espec¨ªfica del petr¨®leo y las materias primas, sin que la mayor¨ªa de los anteriores problemas se haya resuelto.

El nerviosismo de los mercados en este final de a?o es extremo. La volatilidad se activa en grados superiores ante cualquier acontecimiento no previsto. Las principales inc¨®gnitas est¨¢n puestas ahora en la ca¨ªda del precio del crudo; en el descenso a los infiernos del rublo y la hip¨®tesis de un default ruso (Rusia tiene reservas de divisas por valor de 420.000 millones de d¨®lares, seg¨²n estimaciones oficiales); en el contagio a otros pa¨ªses emergentes; en la probabilidad de unas elecciones anticipadas en Grecia con la victoria de Syriza, cuyo programa incorpora una reestructuraci¨®n de la deuda, por considerarla imposible de pagar en las actuales condiciones; y en la pol¨ªtica monetaria de la Reserva Federal (Fed), con una subida de los tipos de inter¨¦s en EE UU que significar¨ªan el abandono de muchos capitales, desde la periferia hacia el centro del sistema.

La gobernadora de la Fed, Jenet Yellen, consciente del impacto de sus actos y de sus palabras en el conjunto del planeta, dio una conferencia la semana pasada, al terminar la reuni¨®n del Comit¨¦ del Mercado Abierto del organismo, en la que dijo: ¡°Seremos pacientes, no subiremos a¨²n los tipos de inter¨¦s, y no lo haremos antes de que el mercado laboral mejore un poco m¨¢s¡±. Los expertos han estimado que Yellen no har¨¢ movimientos en el precio del dinero hasta dentro de seis meses.

Para no a?adir le?a al fuego.