Las urnas recrudecen el conflicto por el comercio

Algunos han aprovechado el desbarajuste general para ir por el camino de en medio. Como Desigual, que decidi¨® saltarse la ley auton¨®mica e incluso estatal y abri¨® el pasado domingo sin permiso tres de sus tiendas del centro de Barcelona. El grupo de moda pagar¨¢ caro el desaf¨ªo. La Generalitat alerta que podr¨ªa sancionarle con el doble de la recaudaci¨®n de ese d¨ªa.

La guerra de los horarios comerciales se ha recrudecido en Catalu?a en las ¨²ltimas semanas. Y no es el ¨²nico frente abierto en Espa?a. La Junta andaluza y el Gobierno vasco interpondr¨¢n recursos de inconstitucionalidad contra la ¨²ltima modificaci¨®n de la norma estatal. El a?o electoral a?ade tensi¨®n a unas pol¨ªticas comerciales que, m¨¢s all¨¢ de estrategia econ¨®mica, son santo y se?a pol¨ªtico. El Gobierno del PP ha abrazado la liberalizaci¨®n comercial y desde su llegada al Ejecutivo central ha remodelado la ley para allanar las aperturas de todos los operadores en festivo. Sin embargo, solo puede marcar l¨ªneas generales, ya que la competencia es auton¨®mica. Y las comunidades, a su vez, deben aceptar peticiones de los ayuntamientos.

Hay casi tantos modelos como municipios. Al margen de los 10 domingos obligatorios de apertura en toda Espa?a, en Madrid el comercio puede abrir siempre. Barcelona, adem¨¢s de esos d¨ªas comunes, solo deja abrir los domingos de verano en sus barrios m¨¢s tur¨ªsticos. En A Coru?a hay manga ancha en las semanas m¨¢s festivas (Semana Santa, Navidad, Carnaval...). Y en Valencia hay libertad en cuatro zonas tur¨ªsticas.

El Gobierno quiere poner puertas a la proliferaci¨®n de modelos. El ¨²ltimo l¨ªmite lo fij¨® en julio. Por una parte, ampli¨® hasta 24 el n¨²mero de ciudades que deben tener zonas tur¨ªsticas delimitadas donde todas las tiendas y grandes cadenas puedan abrir cuando quieran.

Pero, adem¨¢s, remodel¨® la normativa para zanjar los conflictos entre ayuntamientos y comunidades, que en ocasiones bloquean la declaraci¨®n de esas ¨¢reas. Decidi¨® que, en caso de no haber acuerdo porque el gobierno auton¨®mico no d¨¦ su aprobaci¨®n, en seis meses (el plazo expira el 6 de enero) ¡°se declarar¨¢ zona de gran afluencia tur¨ªstica la totalidad del municipio todo el a?o¡±. Es decir: si el conflicto se enquista, el Ejecutivo impone la liberalizaci¨®n total.

Los gobiernos auton¨®micos han ido acotando sus zonas. Pero algunos no dan la batalla por cerrada. El Gobierno andaluz, que ha tenido que aprobar ¨¢reas liberadas en Sevilla, C¨®rdoba, Almer¨ªa, Granada, M¨¢laga, Marbella y Jerez, ha anunciado que pedir¨¢ amparo ante el Constitucional. El del Pa¨ªs Vasco, con zonas de afluencia tur¨ªstica en Bilbao (solo para el verano) y San Sebasti¨¢n (a punto de ser aprobada), har¨¢ lo mismo. Ambas creen que el Ejecutivo central est¨¢ invadiendo competencias auton¨®micas. Josu Erkoreka, portavoz del ejecutivo vasco, critic¨® el pasado martes que el Gobierno central tiene ¡°af¨¢n recentralizador¡±. La Junta andaluza dice que los art¨ªculos aprobados en julio son una ¡°extralimitaci¨®n¡± y ¡°dejan sin contenido competencias auton¨®micas¡±.

Veinticuatro ciudades est¨¢n obligadas a marcar zonas con total libertad de apertura

En Catalu?a, es el Estado el que recurri¨® a finales de noviembre la norma catalana, que qued¨® suspendida de forma cautelar. El Gobierno catal¨¢n admite que no puede hacer nada hasta que apruebe la nueva ley, tramitada por la v¨ªa urgente. Pero esos enfrentamientos, que no son nuevos, han provocado que en un distrito tur¨ªstico como el de Ciutat Vella muchas tiendas que no podr¨ªan abrir suban la persiana en domingo dando la espalda a la norma auton¨®mica.

Con la cita electoral a la vuelta de la esquina, los partidos hacen malabares. No siempre es f¨¢cil. En Burgos, el gobierno municipal, del PP, no ha solicitado la declaraci¨®n de zona tur¨ªstica pese a que puede hacerlo. El alcalde, Javier Lacalle, declar¨® en octubre que la liberalizaci¨®n es ¡°la tendencia¡± hacia la que camina Espa?a, pero se?al¨® que solo acudir¨¢ a la comunidad con una propuesta pactada. La decisi¨®n, probablemente, llegar¨¢ tras las elecciones.