Vente para Espa?a, Peter
M¨¢s de 70.000 extranjeros estudian cada a?o en Espa?a. La oferta educativa les atrae, pero el car¨¢cter o el clima tambi¨¦n son determinantes a la hora de hacer las maletas
Verano en el sur de Europa: playa, buen tiempo, ambiente relajado. Ese fue el primer contacto de Marijn Scholte, holand¨¦s de 32 a?os, con Espa?a. Poco despu¨¦s se mud¨® a estudiar realizaci¨®n a una escuela privada de Madrid. ¡°Me atra¨ªa el ambiente, el horario, la manera de vivir y la sociedad, en general¡±, cuenta. Adem¨¢s de las carreras y las oportunidades de formaci¨®n (grado, posgrado o doctorado) que ofertan las universidades espa?olas, los intangibles (personalidad, car¨¢cter, clima, cultura o idioma) animan a muchos estudiantes extranjeros a instalarse durante un tiempo en el pa¨ªs. El curso pasado se matricularon m¨¢s de 73.000 alumnos for¨¢neos en universidades espa?olas, seg¨²n el Ministerio de Educaci¨®n, lo que representa un 4,6% m¨¢s que el a?o anterior. El estilo espa?ol seduce.
¡°Fiesta, paella, buen clima y jolgorio. En ocasiones, la primera relaci¨®n que estos alumnos tienen con el pa¨ªs es a trav¨¦s de esa experiencia estival¡±, cuenta Fernando Tabernero, fil¨®logo y profesor. Actualmente imparte clases en el Instituto Cervantes de Burdeos y en la universidad de la ciudad francesa. ¡°Muchos j¨®venes recuerdan esas vacaciones con cari?o y cierto romanticismo por lo que cuando tienen la opci¨®n de vivir una temporada a la espa?ola lo aprovechan y vuelven¡±, a?ade.
Una manera de volver es mediante el programa Erasmus; durante el curso 2011/2012, Espa?a recibi¨® 39.300 estudiantes convirti¨¦ndose en el destino m¨¢s popular de la Uni¨®n Europea, seg¨²n datos de Eurostat. ¡°En nuestro centro [Universidad Europea de Madrid] el n¨²mero de estudiantes extranjeros no ha parado de crecer¡±, cuenta Diego Walter Tellkamp, responsable de comunicaci¨®n del centro privado, con m¨¢s de 3.000 estudiantes internacionales en sus aulas. ¡°Principalmente les atrae de Espa?a su clima, su cultura, el idioma y el prestigio que aporta tener un t¨ªtulo europeo¡±, agrega en referencia a que muchos de los universitarios que acuden al centro lo hacen desde Latinoam¨¦rica.
En el curso 2011/2012, Espa?a recibi¨® 39.300 estudiantes convirti¨¦ndose en el destino m¨¢s popular de la UE
A pesar de contar con hitos que refuerzan la imagen del pa¨ªs y de que el n¨²mero de estudiantes extranjeros aumenta anualmente, en Espa?a solo 3 de cada 100 estudiantes provienen de otros pa¨ªses. La media europea asciende hasta el 13%. ¡°No somos capaces de atraer a tantos estudiantes de otros pa¨ªses¡±, se lamentaba Federico Mor¨¢n, secretario general de universidades, durante el encuentro La internacionalizaci¨®n del sistema universitario espa?ol: opciones y oportunidades en los cursos de verano de la Universidad Internacional Men¨¦ndez Pelayo. ¡°Ser¨ªa fant¨¢stico llegar al 6% en los pr¨®ximos a?os¡±. Laura Matotorres, de 20 a?os, acaba de llegar a Murcia desde la Universidad de Berna para realizar un praktikum en una empresa que organiza eventos. Estudia comunicaci¨®n y una parte de su formaci¨®n pasa por trabajar durante un par de meses. Eligi¨® Espa?a para realizar esas pr¨¢cticas.
¡°Para m¨ª todo es positivo: no solo la gente es m¨¢s abierta y el clima mucho m¨¢s agradable que en Suiza, sino que tengo la sensaci¨®n de tener m¨¢s libertad a la hora de organizarme la vida¡±, explica. Frente a la rigidez de horarios de su pa¨ªs de origen, le seduce la flexibilidad espa?ola. ¡°Me encanta el momento de salir del trabajo e irte de ca?as¡±, bromea enfatizando su acento alem¨¢n al referirse a las cervezas.
El tempo espa?ol, criticado desde dentro por las largas jornadas laborales, las dificultades para conciliar y la baja productividad, aporta una visi¨®n diferente a muchos estudiantes. ¡°Se dan cuenta de que existen otras realidades posibles¡±, matiza Fernando Tabernero. Los estudiantes europeos disfrutan con el toque ex¨®tico mientras que los procedentes de Latinoam¨¦rica descubren Europa con muchos menos problemas de adaptaci¨®n, cultural o ling¨¹¨ªstica, que en otros pa¨ªses. De hecho, la mayor¨ªa de estudiantes extranjeros provienen del resto de pa¨ªses de Europa y de Latinoam¨¦rica; ambos colectivos suman un 76% de las matriculaciones.
Embajadores culturales
A la atracci¨®n natural y rom¨¢ntica por Espa?a se une que, desde el comienzo de la crisis, el pa¨ªs cuenta con unos inesperados embajadores culturales: los j¨®venes profesionales, muy bien formados, que se han visto obligados a exiliarse para poder realizarse profesionalmente. Aunque esa migraci¨®n casi forzosa redunde en la figura del espa?olito que se iba a trabajar a Europa, el perfil es completamente diferente. ¡°Transmiten la imagen de un pa¨ªs atrevido, trabajador, abierto, alegre y con un toque hedonista¡±, dice Fernando Tabernero desde Burdeos. ¡°Este a?o se ha debatido mucho sobre el matrimonio igualitario en Francia. Muchos de mis alumnos no sab¨ªan que en Espa?a lleva aprobado desde 2008. Eso les sorprende¡±, cuenta.
A pesar de que algunos t¨®picos se mantienen, van perdiendo fuerza y la imagen de Espa?a ha mejorado bastante en los ¨²ltimos a?os; se ha vuelto m¨¢s atractiva. As¨ª como la tolerancia hacia el colectivo LGTB ha borrado de un plumazo el arraigado prejuicio de pa¨ªs intransigente, el boom inmobiliario ha provocado el inter¨¦s de estudiantes de arquitectura y empresas de construcci¨®n internacionales. Y la fama de sus clubes de f¨²tbol ha desembocado en proyectos como la Escuela Universitaria Real Madrid. ¡°La marca Real Madrid es muy potente por lo que nos decidimos a lanzar esta formaci¨®n centrada no en el f¨²tbol sino en la industria deportiva y todo lo que la rodea¡±, aclara Diego Walter Tellkamp, de la Universidad Europea de Madrid, donde se imparte esta formaci¨®n.
A pesar de estas excepciones, en las que la excelencia de Espa?a llama la atenci¨®n de los estudiantes extranjeros, cuando eligen instalarse un tiempo en el pa¨ªs suelen operar mecanismos m¨¢s emocionales y evocadores. ¡°El romanticismo europeo siempre ha pasado de alguna u otra manera por Espa?a. Una imagen que la II Rep¨²blica y la posterior Guerra Civil consolidaron. Esa atracci¨®n sigue existiendo¡±, opina Tabernero.¡± Parece que cuando los estudiantes hablan de instalarse en Espa?a se dejan llevar por la emoci¨®n, se liberan un poco. ¡°Y cuando cuentan sus vivencias a sus compa?eros, les animan a vivir la misma experiencia¡±, contin¨²a. Efecto contagio; seducci¨®n a la espa?ola.
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