C¨®mo lograr que tu empresa te pague un m¨¢ster (y otras tres opciones para financiar tus estudios de posgrado)
Los alumnos suelen recurrir a sus propios ahorros y a la ayuda de la familia para ampliar su formaci¨®n
Si acabas de terminar tu grado en la universidad, ya te habr¨¢s dado cuenta de que es casi obligatorio volver a matricularse para empezar un m¨¢ster. Si ya llevas varios a?os trabajando pero buscas una oportunidad mejor, habr¨¢s llegado a la conclusi¨®n de que tienes que pasar de nuevo por el aula. Y si necesitas reengancharte al empleo, hacerlo primero a la formaci¨®n es una f¨®rmula con muchas posibilidades de ¨¦xito. Vivimos en la era de la formaci¨®n permanente. Pero tambi¨¦n en la del gasto constante, si uno quiere seguir aprendiendo. As¨ª que si ya has decidido que el pr¨®ximo curso vas a estudiar un m¨¢ster, es momento de hacerse la siguiente pregunta: ?y c¨®mo lo pago?
Los cursos de posgrado han estallado en los ¨²ltimos a?os como alternativa multiusos: para acceder a un puesto de trabajo, para dar un giro profesional, para seguir especializ¨¢ndose, para optar a un ascenso... Al calor del plan Bolonia y de la crisis econ¨®mica y del mercado laboral, el n¨²mero de matriculados en estudios de m¨¢ster ha pasado de 50.421 en el curso 2008/2009 a 184.745 en 2016/2017, un crecimiento del 266%, seg¨²n la versi¨®n m¨¢s reciente del informe La universidad espa?ola en cifras, que elabora la Conferencia de Rectores de las Universidades Espa?olas (CRUE).
Y esto es solo en las universidades. A esa cifra hay que sumarle la oferta de las escuelas de negocios, polo igual de importante para los estudios de posgrado. ¡°La demanda ha crecido, sobre todo por la realidad profesional¡±, explica Cristina Encinas, responsable de admisiones de EAE Business School. ¡°El motivo est¨¢ en la demanda laboral: como no hay para todos los candidatos, eso obliga a profesionalizarse, a que todos hagan un m¨¢ster¡±.
Cursar un posgrado, dicen los expertos, es una inversi¨®n a futuro porque cuanta m¨¢s formaci¨®n, mejores son las perspectivas de empleo. Pero tambi¨¦n es una inversi¨®n en presente, sobre todo en tiempo y en dinero. Y aunque los 60.000 euros que puede llegar a costar un MBA quedan muy lejos de los 2.000 o 3.000 euros por los que se puede estudiar un m¨¢ster oficial en la universidad p¨²blica, el desembolso que exige embarcarse en un posgrado obliga a reflexionar sobre c¨®mo afrontar el reto.
A continuaci¨®n, un repaso a las principales alternativas que existen para intentar rebajar, en la medida de lo posible, la factura de la matr¨ªcula.
1. Que te lo pague la empresa
Las fuentes de financiaci¨®n m¨¢s habituales a las que recurren los alumnos de m¨¢ster son sus propios ahorros o ingresos (44%) y los padres (38%), seg¨²n una encuesta de la consultora del sector de la educaci¨®n C¨ªrculo Formaci¨®n. Tan solo el 1% consigue pagar sus estudios de posgrado con la ayuda de su empresa. La cifra se explica, en primer lugar, por el perfil de los encuestados: j¨®venes reci¨¦n licenciados, o a punto de hacerlo, con nula o muy poca experiencia laboral. La opci¨®n de que sea tu compa?¨ªa quien te pague el m¨¢ster es en parte leyenda urbana y en parte una alternativa reservada para unos pocos elegidos: perfiles con mucho potencial, varios a?os de experiencia en la empresa... y generalmente la suficiente picard¨ªa como para plante¨¢rselo directamente a su jefe.
Eso es lo que hizo Rita Vassena. Esta italiana de 46 a?os, directora de investigaci¨®n y desarrollo en las cl¨ªnicas de fertilidad Eugin, se someti¨® a un programa interno de evaluaci¨®n de directivos. ?El resultado? Ten¨ªa un perfil t¨¦cnico inmejorable, pero le faltaba reforzar y formalizar las conocimientos en direcci¨®n que hab¨ªa ido adquiriendo con la experiencia. As¨ª que ella misma le plante¨® a su jefe la posibilidad de cursar un MBA, el programa de formaci¨®n de directivos por excelencia. La clave para convencerle fue demostrar que ambas partes ganaban. Ahora estudia en las aulas de ESADE y su empresa ha asumido la mitad de un programa que cuesta m¨¢s de 60.000 euros.
Pacto de permanencia
Si la empresa decide financiar la formaci¨®n a uno de sus empleados, lo habitual es que se firme un compromiso de permanencia: no obliga al trabajador a quedarse, pero s¨ª a devolver la inversi¨®n (o una parte proporcional) si, una vez terminados los estudios, este se va de la empresa antes de que concluya un plazo acordado por ambos, que suele ser de dos o tres a?os.
Adem¨¢s de intentar alcanzar un acuerdo individual con la empresa para que te pague un m¨¢ster u otro tipo de programa, hay otras dos alternativas para ayudarse a financiar los estudios a trav¨¦s de tu compa?¨ªa: los planes de retribuci¨®n flexible, cada vez m¨¢s habituales y que pueden incluir cursos de formaci¨®n como parte del paquete de ventajas; y la Fundaci¨®n Tripartita, que ofrece opciones de formaci¨®n subvencionada.
¡°Es una opci¨®n que con la crisis se cort¨®, pero ahora ha vuelto. Nosotros tenemos 15 o 20 casos cada a?o, aunque generalmente se trata de perfiles medios o executive que llevan varios a?os en la empresa¡±, explica Javier Espa, director de admisiones de posgrado de la escuela de negocios ESIC. Pagar un m¨¢ster a un empleado se utiliza como f¨®rmula para retener el talento, aunque el principal obst¨¢culo para no hacerlo es el miedo que genera precisamente eso, que el trabajador mejore su perfil y aproveche el impulso para irse a la competencia. ¡°En mi caso no es as¨ª, si la empresa apuesta por m¨ª tengo menos incentivos para irme¡±, explica Vassena. ¡°Pero s¨ª tengo compa?eros de clase cuyas empresas han hecho todo lo posible para que no cursen el MBA¡±.
Desde el otro lado, el de las compa?¨ªas que s¨ª se atreven, la perspectiva es muy diferente. ¡°Se nota en el rendimiento, pero sobre todo en la motivaci¨®n y en la implicaci¨®n¡±, apunta Isabel Lozano, responsable de la agencia de comunicaci¨®n Trescom. En su equipo, de 50 personas, han financiado programas MBA, de transformaci¨®n digital, de?marketing¡ ¡°Vivimos en un sector en el que la transformaci¨®n es continua y la adaptaci¨®n es parte del trabajo¡±, justifica.
La f¨®rmula sirve para retener el talento, pero tambi¨¦n para detectarlo. ¡°Hay una correlaci¨®n muy clara entre tu potencial y lo r¨¢pido que eres capaz de aprender¡±, se?ala Pablo F¨¦lix del Cueto, del equipo de recursos humanos de Acciona Infraestructuras, que tiene su propio MBA corporativo impartido en colaboraci¨®n con la Escuela de Organizaci¨®n Industrial (EOI). Cada a?o seleccionan a 30 empleados seg¨²n su rendimiento, su capacidad para seguir progresando y su compromiso. Tres aspectos a trabajar si pretendes convencer a tu empresa de que merece la pena que te pague un m¨¢ster. Porque seguramente te va a tocar dar el primer paso. ¡°Por la cultura espa?ola, es el empleado el que empieza a moverlo¡±, apunta Cristina Encinas, de EAE. ¡°Aunque tambi¨¦n los hay que empiezan a cursarlo sin que la empresa se lo pague y despu¨¦s, no me preguntes c¨®mo, lo consiguen¡±.
2. Navegando en el mar de las becas
Si vas a estudiar un m¨¢ster oficial, la primera parada obligada es informarse sobre las becas del Ministerio de Educaci¨®n para estudios de m¨¢ster. Las ayudas m¨¢s interesantes son las destinadas a alumnos de niveles postobligatorios. Son v¨¢lidas para cursar t¨ªtulos oficiales en universidades tanto p¨²blicas como privadas y se dividen en una parte fija y otra variable. La fija incluye la matr¨ªcula de los cr¨¦ditos en los que te inscribas por primera vez, 1.500 € por gastos de residencia, otros 1.600 € en concepto de renta y entre 50 y 125 € por excelencia en el rendimiento acad¨¦mico. La variable depender¨¢ de tu nota media y tu renta familiar. La convocatoria para el pr¨®ximo curso a¨²n no est¨¢ activa, pero el a?o pasado el plazo de solicitud se abri¨® del 17 de agosto al 15 de octubre.
Si has optado por cursar un t¨ªtulo propio, no es posible pedir una beca oficial. Pero s¨ª recurrir a centros educativos, que suelen tener su propio cat¨¢logo de ayudas. En el caso de las universidades, muchas ofrecen becas para m¨¢steres oficiales, pero algunas como la de Sevilla, por ejemplo, tienen tambi¨¦n para t¨ªtulos propios. Y en las escuelas de negocios, se suelen ofertar becas orientadas a ciertos colectivos que los centros quieren promover entre su alumnado: desempleados, emprendedores y aut¨®nomos, mujeres directivas¡
Tambi¨¦n puedes solicitar las becas que conceden algunas instituciones y empresas, como la Fundaci¨®n Carolina, el Banco Santander, la Fundaci¨®n La Caixa, la British Spanish Society, las famosas Fulbright para estudiar en Estados Unidos¡ En este buscador de la Universidad Carlos III de Madrid (UC3M) puedes ver un cat¨¢logo de ayudas ofrecidas por este tipo de entidades.
3. Los bancos tambi¨¦n quieren financiarte
Aunque recurrir a financiaci¨®n externa para pagarse los estudios es una opci¨®n minoritaria en Espa?a, en los ¨²ltimos a?os los bancos han incluido en su cat¨¢logo de productos pr¨¦stamos espec¨ªficos para estudiantes. ¡°Suelen tener un plazo m¨¢ximo de devoluci¨®n de entre 8 y 10 a?os, con un inter¨¦s de entre el 4 y el 5%. No son baratos¡±, asegura Elisabet Ruiz Dotras, profesora del ¨¢rea de Finanzas de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC). La experta recomienda valorar cu¨¢nto va a costar, pero sobre todo c¨®mo se va a pagar. ¡°El cr¨¦dito m¨¢ximo que puedes asumir es de entre el 30 y el 35% de tu renta disponible¡±.
Lo habitual es que incluyan un periodo de carencia, es decir, un plazo ¡ªnormalmente lo que duran los estudios¡ª en el que solo se pagan intereses (carencia parcial) o en el que no se tienen que pagar ni intereses ni capital (carencia total). Pero cuidado con esto. ¡°En realidad, el coste del pr¨¦stamo es m¨¢s alto porque no est¨¢s amortizando¡±, apunta Ruiz Dotras.
La experta se?ala que, a diferencia de los cr¨¦ditos convencionales, los de estudios incluyen tambi¨¦n un cap¨ªtulo de disposiciones. En un pr¨¦stamo normal, el banco entrega todo el dinero prestado desde el primer momento. Pero en uno de estudios, ese total se va dando de forma gradual cada a?o, en funci¨®n de lo que el alumno estime que va a necesitar cada curso. ¡°Si dudas es mejor tirar para arriba en la estimaci¨®n porque si te quedas corto, tendr¨ªas que hacer una ampliaci¨®n de pr¨¦stamo¡±, a?ade la profesora.
4. Un m¨¢ster tambi¨¦n se paga a plazos
Los bancos tienen, sin embargo, su m¨¢s directa competencia en las propias escuelas de negocios, que se han lanzado a ofrecer descuentos y planes de financiaci¨®n como herramienta de marketing para convencer a los potenciales estudiantes. ¡°La principal duda que tienen los alumnos en el proceso de admisi¨®n es saber si van a poder comprometerse a afrontar el pago. Por eso, nuestro planteamiento es dividir el pago del m¨¢ster¡±, explica Francisca Mor¨¢n, directora corporativa de IMF Business School.
Al igual que hace IMF, lo habitual en el caso de las escuelas de negocios es que los propios centros ofrezcan, por un lado, descuentos por pagar al contado antes de que comience el curso (en torno al 4 y al 7% normalmente) e incluso por matriculaci¨®n temprana; y, por otro, un plan de pago a plazos sin intereses dividido en tantas cuotas como meses dure el programa. ¡°Un tercio de nuestros alumnos opta por hacer el pago de golpe, otro lo financia a trav¨¦s de bancos y otro paga a plazos¡±, apunta Javier Espa, de ESIC.
Esta bater¨ªa de descuentos, junto con los planes de becas, ya no son ni siquiera un elemento diferenciador en un mercado extremadamente competitivo, sino que se han convertido en un extra obligatorio. Todas las escuelas lo ofrecen. Se trata de no dejar escapar a los estudiantes. ¡°Los antiguos alumnos son ahora mismo la mejor carta de presentaci¨®n de las escuelas de negocios¡±, resume Rafael Rodr¨ªguez-Alberola, de C¨ªrculo Formaci¨®n. ¡°Por eso, ninguna va a dejar fuera un buen perfil por una cuesti¨®n econ¨®mica¡±.
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