El aterrizaje de las materias primas
Tras doce a?os creciendo sin precedentes, el mercado de las ¡®commodities¡¯ se est¨¢ ajustando a una nueva realidad econ¨®mica
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Una noche de mayo de 2011, unos ladrones entraron en el estudio del escultor Juan Ripoll¨¦s en Burriana (Castell¨®n). Su objetivo, tres manos y un brazo de la estatua en homenaje al entonces presidente de la diputaci¨®n provincial, Carlos Fabra; en concreto, las 2,5 toneladas de cobre con la que estaban hechas. En enero de ese mismo a?o, un tren de alta velocidad que hac¨ªa la ruta entre Amsterdam y D¨¹sseldorf descarril¨® tras golpear con un mercanc¨ªas; la causa, un fallo de se?ales tras el robo de 300 metros de cable. Por todo el mundo desarrollado se desat¨® una fiebre por el cobre; y el motivo era un mercado hambriento por el metal como nunca antes.
Y el hambre no era solo de cobre. Entre 2000 y 2012, el mercado de las materias primas vivi¨® una expansi¨®n sin precedentes. Al contrario que en otros ciclos alcistas, este boom de las mercanc¨ªas b¨¢sicas (commodities, en ingl¨¦s) se extendi¨® por pr¨¢cticamente todos los productos y todas las categor¨ªas. De la bauxita al caucho, del az¨²car al zinc, el ¨ªndice de precios de las materias primas no energ¨¦ticas del Banco Mundial creci¨® un 64% entre 1997 y 2011. La cotizaci¨®n de los fertilizantes se multiplic¨® por 2,9; la energ¨ªa, por 3,7, y el ¨ªndice de metales preciosos se cuadruplic¨®. La tonelada de cobre pas¨® de 2.061 d¨®lares en 2001 a 8.103 en 2011.
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El boom se ha terminado. Desde 2011, el precio del cobre ha ca¨ªdo m¨¢s de un 28%. Y no es el ¨²nico: el mineral de hierro desembarcado en el puerto chino de Qingdao se vende a un 63% menos que hace cuatro a?os; el carb¨®n para metalurgia, a un precio 78% menor; la potasa ¡ªutilizada en fertilizantes¡ª ha pasado de 483 d¨®lares la tonelada en 2012 a menos de 290 hoy.
Y a¨²n queda. "Puede que el precio de las materias primas se mantenga d¨¦bil durante todo 2015", se?ala el ¨²ltimo Panorama de los Mercados de Materias Primas, una publicaci¨®n trimestral del Banco Mundial. "Hemos vivido un superciclo", apunta Daniel Briesemann, analista de materias primas de Commerzbank, "y estamos en un momento de correcci¨®n".
El informe es de octubre, antes de que la Organizaci¨®n de Productores y Exportadores de Petr¨®leo (OPEP) decidiese mantener los niveles de extracci¨®n, lo que desencaden¨® una ca¨ªda precipitada de los precios del petr¨®leo crudo, ya bajo presi¨®n por el enorme crecimiento de la oferta gracias a las explotaciones por fracturaci¨®n hidr¨¢ulica y el aumento de la eficiencia energ¨¦tica.
Para Ole Hansen, jefe de estrategias de materias primas en el dan¨¦s Saxo Bank, la ca¨ªda de m¨¢s del 40% de la cotizaci¨®n del barril Brent desde octubre no hace m¨¢s que poner al petr¨®leo en l¨ªnea con el resto de materias primas. "Las guerras en Oriente Pr¨®ximo y las primaveras ¨¢rabes generaron una inestabilidad en el suministro que se ha mantenido pr¨¢cticamente hasta ahora", considera. "Recordemos que el a?o pasado tuvimos la mayor interrupci¨®n de suministro desde la primera Guerra del Golfo".
?De d¨®nde sali¨® el boom? Fundamentalmente, por una combinaci¨®n de, por un lado, la expansi¨®n econ¨®mica de los pa¨ªses emergentes, y por el otro, la combinaci¨®n entre el alza del precio del petr¨®leo y la ca¨ªda de la cotizaci¨®n del d¨®lar, en ambos casos por factores geopol¨ªticos.
"Toda la revoluci¨®n industrial en China ha desatado un apetito sin precedentes por materias primas", apunta Hansen. El extraordinario crecimiento econ¨®mico del pa¨ªs asi¨¢tico, cuyo PIB ha aumentado a una media del 10% anual desde 1979, fue gracias al crecimiento de una industria b¨¢sica alimentada por las commodities. De pronto, China necesitaba de todo, y el mercado le tom¨® la palabra. "Ha habido mucha euforia", indica John Baffes, economista senior del grupo de Perspectivas de Desarrollo del Banco Mundial. Y los pa¨ªses productores de mercanc¨ªas b¨¢sicas se dispusieron a aprovechar ese fil¨®n.
Pero la persistente par¨¢lisis en la econom¨ªa de la eurozona, uno de los principales clientes de los nuevos pa¨ªses industrializados, ha hecho caer la demanda global de productos elaborados y las materias primas que los componen. Ni siquiera la recuperaci¨®n de EE UU ha sido suficiente para llenar ese vac¨ªo en la demanda.
Adem¨¢s, ahora China quiere cambiar el paso. El r¨¦gimen de Pek¨ªn sabe que su modelo de crecimiento basado en la industrializaci¨®n a toda costa ¡ªy sus consecuencias en el medio ambiente y en la calidad de vida de los ciudadanos¡ª cada vez despierta m¨¢s recelos en la misma clase media que ese modelo ha contribuido a crear. La "nueva normalidad", en palabras del presidente chino Xi Jinping, se basa un crecimiento "m¨¢s moderado" y "basado no en las materias primas y la inversi¨®n sino en la innovaci¨®n".
?Hubo quiz¨¢s exceso de confianza en que el modelo econ¨®mico chino iba a durar para siempre? "Creo que los datos de China se convirtieron en algo parecido a un somn¨ªfero para el mercado", considera Hansen. "La ca¨ªda de los precios se ha convertido en un toque de atenci¨®n". El tir¨®n de la locomotora china es tan potente que, sin ¨¦l, el resto de la econom¨ªa global no ha podido sostener el megaciclo.
Sin el tir¨®n de la locomotora china, el resto de econom¨ªas no han podido sostener el megaciclo de las materias
Para Baffes, el alza del petr¨®leo explica la subida de las materias primas agr¨ªcolas. "Por un lado, la agricultura es un sector muy intensivo desde un punto de vista energ¨¦tico", apunta. "El coste de producci¨®n de los fertilizantes est¨¢ muy ligado al precio del gas natural. Por otro, el alza del petr¨®leo hizo que muchas commodities alimentarias fueran desviadas a la producci¨®n de biocarburantes". Stefan Vogel, jefe de investigaci¨®n de materias primas agr¨ªcolas de Rabobank International, matiza: la evoluci¨®n del crudo no ha sido un factor tan importante. "El gas¨®leo de uso agr¨ªcola no responde a mucho m¨¢s que al 2 o 3% de los costes de producci¨®n", se?ala. La pregunta es qu¨¦ efecto puede tener la ca¨ªda del precio del crudo en la demanda de las materias primas agr¨ªcolas, especialmente en la de oleaginosas como la colza o el ricino.
El ajuste est¨¢ cayendo sobre el mercado, y, para quien no est¨¦ preparado, se avecina doloroso. "El verdadero problema es el frenazo en el precio del petr¨®leo", comenta Baffes. "Hay muchos pa¨ªses sin una buena posici¨®n fiscal. La ca¨ªda de las cotizaciones puede ahogar a los pa¨ªses productores hasta dejarles bastante al descubierto", confirma Hansen. "Sobre todo si no han diversificado sus econom¨ªas y no han hecho reformas estructurales. Adem¨¢s, su deuda suele estar denominada en d¨®lares, lo que puede agravar el problema si la moneda estadounidense se fortalece".
Aunque los efectos se prev¨¦n m¨¢s dram¨¢ticos en pa¨ªses como Rusia o Venezuela, no son exclusivos de los pa¨ªses emergentes. Australia ha tenido que ajustar sus presupuestos para los pr¨®ximos a?os a la ca¨ªda de las cotizaciones del hierro y del carb¨®n de uso metal¨²rgico.
No solo ser¨¢n los Estados los que van a sufrir. "Las industrias extractivas son las que, en principio, deben llevarse la peor parte", comenta Briesemann. "Hay que tener en cuenta que una mina tarda entre cinco y diez a?os en ponerse en marcha". La pregunta es qu¨¦ va a suceder cuando explotaciones abiertas al calor de la fiebre empiecen a sacar su producci¨®n al mercado.
"Las acciones mineras han sufrido un impacto muy fuerte", comenta Hansen. "Lo que vamos a ver es una consolidaci¨®n del sector; se sacar¨¢ del mapa a las explotaciones menos productivas y a las empresas m¨¢s peque?as. Las grandes corporaciones mineras tienen un colch¨®n financiero m¨¢s mullido".
Otro tema problem¨¢tico son los efectos del boom en el entorno. Las consecuencias medioambientales de la expansi¨®n de la miner¨ªa en China o la deforestaci¨®n en la Amazon¨ªa brasile?a para ampliar los cultivos de soja a¨²n est¨¢n por ver.
Pese a la contundencia de los datos, los expertos consideran que la ca¨ªda de los precios es un ajuste, no una debacle
Pese a la contundencia de los datos, los expertos consideran que la ca¨ªda de los precios es un ajuste, no una debacle. En un documento de junio de 2014, Otaviano Canuto, exvicepresidente del Banco Mundial, sostiene que los precios de las materias primas siguen hist¨®ricamente por encima del inicio del ciclo expansivo, y, lo que es m¨¢s importante: el proceso de urbanizaci¨®n y reducci¨®n de la pobreza en los pa¨ªses emergentes no tiene visos de dar marcha atr¨¢s. En consecuencia, "el que actualmente muchos mercados emergentes vivan un momento de menor crecimiento no da se?ales de que vaya a significar un cambio de sentido de la demanda".
John Baffes est¨¢ de acuerdo. "Pongamos el caso del petr¨®leo. Independientemente de lo que baje, al final del d¨ªa vamos a tener menos crudo del que ten¨ªamos antes", apunta el experto del Banco Mundial. "Eso significa que no volveremos a ver un petr¨®leo a 10 d¨®lares, porque ya no se puede producir a ese precio". Ahora bien, la tecnolog¨ªa seguir¨¢ avanzando, por lo que, m¨¢s que probablemente, tampoco lo vamos a ver a 200 [d¨®lares]". Hansen indica otro factor: "Un menor coste de la energ¨ªa puede abaratar los costes de extraer materias primas".
El efecto ser¨¢ a¨²n menos visible en las commodities alimentarias. "El agr¨ªcola es un mercado muy intervenido, especialmente en la Uni¨®n Europea, y los granjeros reaccionan r¨¢pido ante los cambios", afirma Stefan Vogel. "Es la poblaci¨®n es que mueve la demanda de productos alimenticios. Y no solo es que cada vez hay m¨¢s gente; es que estamos hablando de comida. Al final del d¨ªa, a la hora de hacer las cuentas, es lo ¨²ltimo que se deja de comprar, y los productos agr¨ªcolas cotizados son, precisamente, los alimentos m¨¢s b¨¢sicos de todos", recuerda el analista de Rabobank.
Tambi¨¦n est¨¢n los cambios en la dieta de los pa¨ªses emergentes. Al calor de los mayores ingresos familiares, alimentos como los cereales y, sobre todo, la carne, han ganado peso en la cesta de la compra de las clases medias de los nuevos pa¨ªses industrializados. "Una vez se encuentra el gusto a una alimentaci¨®n mejor, es muy dif¨ªcil dar marcha atr¨¢s", considera Ole Hansen, de Saxo Bank.
Para Vogel, ni siquiera el mercado de los biocarburantes va a sufrir en exceso. "Hay que tener en cuenta que en muchos pa¨ªses hay una obligaci¨®n legal de incorporar un porcentaje de productos de origen agr¨ªcola a los carburantes, as¨ª que el efecto ser¨¢ menor".
Pero el principal factor que sostendr¨¢ la cotizaci¨®n de los productos agr¨ªcolas son las incertidumbres de un mundo pol¨ªticamente convulso y dependiente de una meteorolog¨ªa cambiante. El intermitente conflicto en Ucrania, una de las mayores regiones trigueras del mundo, ha tenido un efecto sobre el precio del cereal.
Y, sobre todo, est¨¢ la incertidumbre provocada por los potenciales efectos del cambio clim¨¢tico. Seg¨²n el Instituto de Investigaci¨®n de Pol¨ªticas Alimentarias (IFPRI, en sus siglas en ingl¨¦s) en 2050 el efecto del cambio clim¨¢tico har¨¢ subir el precio de la soja hasta un 14,2% con respecto a un escenario en el que el clima se mantenga como est¨¢; mientras que la cotizaci¨®n del trigo se duplicar¨¢.?
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