Jaque al ¡®banquero ¨¦tico¡¯
Sacerdote, ¡®lord¡¯ y ex secretario de Estado del Gobierno de Cameron, Stephen Green presidi¨® HSBC en los a?os del esc¨¢ndalo de los para¨ªsos fiscales
Fue un minuto de genuina humillaci¨®n televisada. El pasado lunes, en horario de m¨¢xima audiencia, la BBC dedic¨® su programa Panorama a las revelaciones sobre delitos fiscales extra¨ªdas de los documentos filtrados por Herv¨¦ Falciani. El reportero aborda en plena calle a Stephen Green, 65 a?os, lord, sacerdote, ex secretario de Estado del Gobierno de David Cameron, y presidente de HSBC en los a?os en que la rama suiza del banco despleg¨® un entramado en varios para¨ªsos fiscales para facilitar la evasi¨®n de impuestos de al menos 2.500 clientes, seg¨²n la investigaci¨®n llevada a cabo por un grupo de medios de varios pa¨ªses, entre ellos la propia televisi¨®n p¨²blica brit¨¢nica.
¡ª?Se acuerda de cuando usted estaba al frente de HSBC...?
¡ªSin comentarios.
¡ªSus banqueros ayudaban a la gente a evadir impuestos, ?por qu¨¦ les dejaba?
El reportero, micr¨®fono en mano, sigue a Green por la acera. "Despu¨¦s de todo aquello, usted fue promocionado al Gobierno, ?debi¨® de quedarse de piedra!". "?Cree que usted es una persona indicada para sentarse en la C¨¢mara de los Lores?". El banquero exhibe una sonrisa forzada y mantiene el paso. Otros protagonistas abordados por el reportero pierden los nervios. Lord Green no. ?l es el "banquero ¨¦tico". As¨ª se le conoc¨ªa en la City. Por eso su ca¨ªda, adem¨¢s de abrir un engorroso frente al Gobierno de Cameron a casi tres meses de las elecciones, es especialmente humillante.
El caso abre un frente al Ejecutivo a tres meses de las elecciones
"Como individuos, nuestro comportamiento no se rige solo por la ley. Tenemos nuestros propios c¨®digos de conducta, y respondemos ante ellos. Asumimos responsabilidades por nuestros actos". Lo dice Green en el cap¨ªtulo 5 de su libro Good value, publicado en 2009 y subtitulado "Reflexiones sobre el dinero, la moralidad y un mundo incierto". Teorizar sobre la ¨¦tica en el mundo de los negocios ha sido una de las ocupaciones de Green, padre de dos hijas, ordenado sacerdote de la Iglesia de Inglaterra en 1988.
Green entr¨® en el consejo del grupo HSBC en 1998. Llevaba, entre otras divisiones, la de banca privada. En 2005 tuvo oportunidad de conocer los pormenores de la filial suiza del banco, al frente de la compa?¨ªa que la supervisaba. Un a?o despu¨¦s asumi¨® la presidencia del grupo, puesto que ocup¨® hasta que, a finales de 2010, David Cameron le ofreci¨® ponerse la capa de armi?o, llamarse Lord Green de Hurstpierpoint y convertirse en secretario de Estado de Comercio de su flamante Gobierno de coalici¨®n.
Hijo de un abogado de Brighton, Green empez¨® a estudiar alem¨¢n en Oxford y pronto se cambi¨® a la licenciatura de Pol¨ªtica, Filosof¨ªa y Econ¨®micas. Trabaj¨® para la administraci¨®n en ayuda al desarrollo internacional y despu¨¦s realiz¨® un m¨¢ster en el Instituto Tecnol¨®gico de Massachusetts. En 1977 ingres¨® en McKinsey. De ah¨ª pas¨® a la rama en Hong Kong de HSBC en 1982. Diez a?os despu¨¦s regres¨® a Reino Unido.
La autoridad fiscal call¨® un informe que implicaba al banco en un fraude
Su reputaci¨®n de banquero ¨¦tico se fragu¨® a finales de la d¨¦cada pasada, en los a?os de la crisis financiera, cuando renunci¨® a los bonus que le correspond¨ªan. Fue elogiado por pilotar con ¨¦xito durante la crisis el mayor banco europeo que, al contrario que el Royal Bank of Scotland o el Lloyds, no tuvo que ser rescatado con dinero p¨²blico. "Es uno de los pocos banqueros que ha emergido con prestigio de la reciente crisis financiera, y alguien que ha propuesto una poderosa filosof¨ªa para la ¨¦tica empresarial", dijo de ¨¦l el ministro Vince Cable, tras reclutarlo para su departamento.
Los problemas empezaron en 2012, cuando HSBC fue multado en Estados Unidos con 1.900 millones de d¨®lares por permitir que se lavara dinero del terrorismo y el narcotr¨¢fico. La oposici¨®n laborista pidi¨® explicaciones, alegando que Green tuvo responsabilidades en la ¨¦poca y en los pa¨ªses donde se realizaron las operaciones. Green ¡ªa quien tambi¨¦n fich¨® en 2007 el primer ministro laborista Gordon Brown para un consejo asesor¡ª dej¨® su cargo en el Gobierno a finales de 2013.
Tras las ¨²ltimas revelaciones, Downing Street sigue defendiendo su fichaje. "Fue un excelente secretario de Estado", dijo Cameron el lunes. Pero ahora el asunto se enreda a¨²n m¨¢s, salpicando al HMRC, la autoridad fiscal brit¨¢nica, que emiti¨® un dictamen favorable al ingreso de Green en los Lores y no inform¨® al Gobierno de que ten¨ªa en su poder documentos que implicaban al banco en un masivo caso de evasi¨®n fiscal durante el mandato de Green.
El banquero ¨¦tico es hoy una patata caliente en manos del Gobierno, y tambi¨¦n de la oligarqu¨ªa financiera y de la jerarqu¨ªa eclesi¨¢stica, sus tres ¨¢reas de actuaci¨®n. La City ha empezado a darle la espalda: ayer se anunci¨® su dimisi¨®n (parece que forzada) como presidente del grupo de presi¨®n CityUK, su ¨²ltimo puesto en la milla cuadrada. La Iglesia Anglicana, para la que dirigi¨® una controvertida asesor¨ªa sobre formaci¨®n y liderazgo, le respald¨® el viernes en un comunicado. Pero ya hay voces en su seno que alertan sobre la inconveniencia de mezclarse con su nombre. Y sobre los peligros ¡ªen la terminolog¨ªa del Nuevo Testamento a la que el propio Green recurri¨® para titular su primer libro en 1996¡ª de servir a Dios y a Mamm¨®n.
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