El Eurogrupo urge a Grecia a pedir la extensi¨®n del rescate esta semana

Segundo choque de trenes entre la Grecia de Alexis Tsipras y la Europa de Angela Merkel en menos de una semana. Atenas rechaz¨® ayer solicitar una ampliaci¨®n de seis meses del actual rescate y abri¨® una suerte de minicrisis institucional en la eurozona, que en las dos ¨²ltimas semanas ha sido incapaz de acercar posturas con el Gobierno de un pa¨ªs que se empe?a en subrayar dos mensajes: su negativa a aceptar a la troika, y su negativa a prorrogar un rescate que se ha llevado por delante un 25% del PIB griego y que ha provocado una crisis humanitaria a cambio de ayuda financiera por importe de unos 240.000 millones. La negociaci¨®n se complica. El Eurogrupo (la uni¨®n de ministros de Finanzas del euro), tras una reuni¨®n fugaz, elev¨® la apuesta y dio un ultim¨¢tum a Grecia para que solicite la ampliaci¨®n antes del viernes. ¡°De lo contrario, si esa petici¨®n no llega, se abre un escenario muy complicado¡±, dijo a este diario uno de los ministros del Eurogrupo.

Atenas, a d¨ªa de hoy, est¨¢ lejos de esa petici¨®n, al menos si se formula tal como quiere Berl¨ªn. Pero lo m¨¢s probable sigue siendo un acuerdo, siempre que los l¨ªderes europeos encuentren el lenguaje adecuado para encajar las imprescindibles concesiones por ambas partes. Grecia denunci¨® ayer incluso maniobras oscuras. El ministro de Finanzas griego, Yanis Varoufakis, explic¨® que estaba dispuesto a firmar un acuerdo propuesto por la Comisi¨®n Europea: un programa ¡°interino¡±, hasta agosto, por el que Grecia se compromete a no adoptar medidas fiscales ni que impliquen cambios para la estabilidad financiera, y a cambio acepta cierta condicionalidad. ¡°Ese borrador fue eliminado por el presidente del Eurogrupo, Jeoren Dijsselbloem, y sustituido por un documento que exige la extensi¨®n del programa actual a cambio de cierta flexibilidad, que no se detalla. Rechazamos ese documento porque no queremos cambios cosm¨¦ticos y porque es demasiado nebuloso: Grecia no va a solicitar la pr¨®rroga del programa actual porque el rescate es parte del problema, no de la soluci¨®n¡±, subray¨® Varoufakis.

Ambos documentos, seg¨²n las fuentes consultadas, ten¨ªan solo diferencias de matiz: Grecia exige que esa pr¨®rroga se denomine ¡°contrato interino¡±, ¡°acuerdo puente¡± o que se encuentre una f¨®rmula que evite la palabra ¡°rescate¡±. Tanto el Eurogrupo como Atenas escenificaron sus diferencias ante la prensa con la fanfarria de las grandes ocasiones. Y aun as¨ª casi nadie espera un accidente: el escenario m¨¢s probable sigue siendo un pacto de compromiso ante la constataci¨®n de las necesidades financieras de Grecia, y de que muy pocos en Europa quieren otro episodio de turbulencias. El propio Varoufakis pronostic¨® un acuerdo ¡°en las pr¨®ximas 48 horas¡±. Aunque nunca cabe descartar al 100% un accidente serio en un continente que protagoniz¨® dos grandes conflictos b¨¦licos en el ¨²ltimo siglo.

Dijsselbloem tiene ante s¨ª tres d¨ªas de v¨¦rtigo, tras los fracasos de los ¨²ltimos d¨ªas. Ayer no fue capaz de pactar un comunicado con el Gobierno griego, como ya le ocurri¨® la semana pasada. ¡°La decepci¨®n es la t¨®nica entre los ministros¡±, reconoci¨® ante la prensa, ¡°pero la opci¨®n preferida sigue siendo ampliar el rescate, o llegar a un acuerdo-puente, para ganar tiempo. Si llega esa solicitud habr¨¢ flexibilidad con Grecia. Pero para ello, Atenas debe poner de manifiesto su grado de compromiso¡± con las reglas actuales.

El problema es que no hay nada parecido a un atisbo de acuerdo al respecto. Solo Francia tuvo ayer un mensaje positivo para Atenas y reclam¨® concesiones. El resto cerr¨® filas con Alemania, cuyo ministro Wolfgang Sch?uble mostr¨® un grado de dureza inusual al calificar de ¡°irresponsable¡± al Ejecutivo griego. Varoufakis habl¨® ante el resto de ministros con un discurso calcado al del anterior Eurogrupo: el rescate no ha funcionado y la prueba es la crisis humanitaria en Grecia; la solicitud de ampliaci¨®n de ese programa es inaceptable. Atenas rechaz¨® el borrador de Dijsselbloem, que calific¨® de ¡°absurdo¡±. Ante los signos de decepci¨®n en el resto del Eurogrupo, Grecia se atrevi¨® con un portazo: su vicepresidente, Yanis Dragasakis, abandon¨® la reuni¨®n antes del precipitado final, en una muestra adicional del desencuentro actual.

Sobre Grecia pende una triple espada de Damocles. Una: su econom¨ªa se ha parado, con una ca¨ªda del PIB del 0,2% en el ¨²ltimo trimestre. Dos: sus ingresos p¨²blicos se deterioran. Y tres: la banca se enfrenta a una huida de capitales de 20.000 millones desde noviembre. Ese triple shock va minando su poder de negociaci¨®n. El programa actual expira a fin de mes y una parte del l¨ªo es pura sem¨¢ntica. Hay que encontrar eufemismos para el rescate, para la troika y para varios t¨¦rminos que duelen por el lado griego. Pero hay otra parte de m¨¢s sustancia: el Eurogrupo insiste en que Grecia cumpla sus compromisos, y en que detalle sus propuestas con una oferta en la que ofrezca concesiones, adem¨¢s de exigencias.

¡°La mejor opci¨®n es una ampliaci¨®n para negociar tranquilamente un nuevo rescate. Pero tampoco un nuevo rescate ser¨¢ muy diferente: puede haber dinero y cierta flexibilidad, pero siempre a cambio de condiciones¡±, avis¨® Dijsselbloem. La saga griega sigue dejando buenas dosis de drama: negociaciones extenuantes que suelen acabar en acuerdos de compromiso; la versi¨®n continental del castizo ¡°ir tirando¡±. La alternativa es un accidente que nadie quiere a estas alturas de la interminable crisis en Europa.