El tama?o de la empresa importa
La dimensi¨®n media de las compa?¨ªas espa?olas es m¨¢s reducida que la de otros pa¨ªses
El tejido empresarial espa?ol corre el riesgo de enfrentarse a la misma brecha que se ha abierto entre los clubes de f¨²tbol, donde solo un privilegiado grupo de equipos, cada vez m¨¢s reducido, se disputan la Liga (y la Champions) y el resto malvive y pelea por no descender. Las grandes compa?¨ªas espa?olas miran de t¨² a t¨² a las principales multinacionales del planeta. Sin embargo, estos transatl¨¢nticos son apenas una gota en el oc¨¦ano empresarial del pa¨ªs, donde la microempresa es el modelo societario dominante. Dicha asimetr¨ªa provoca que la dimensi¨®n media de los grupos espa?oles sea bastante inferior a la de otros pa¨ªses con un grado de desarrollo similar. Este hecho no es una cuesti¨®n balad¨ª; el tama?o importa. La mayor¨ªa de los expertos consultados para este reportaje creen que el tejido empresarial espa?ol, debido a su menor calibre, es m¨¢s vulnerable en momentos de crisis econ¨®mica, y proponen cambios para revertir la situaci¨®n.
¡°Desde 2008 ha habido una p¨¦rdida de peso relativo de las empresas industriales¡±, advierten desde el C¨ªrculo C¨ªvico de Opini¨®n. ¡°Ha ca¨ªdo dr¨¢sticamente el n¨²mero de empresas de construcci¨®n, ha aumentado el peso de las empresas de servicios y, el hecho m¨¢s significativo, ha disminuido el tama?o medio de las empresas, con las consiguientes consecuencias negativas sobre su capacidad de autofinanciaci¨®n, comercializaci¨®n, productividad, capacidad de innovaci¨®n e internacionalizaci¨®n¡±, a?aden los expertos de este think tank en uno de sus ¨²ltimos Cuadernos.
La poblaci¨®n de compa?¨ªas en Espa?a ha pasado de 3,42 millones en 2008 a 3,11 millones en 2014, seg¨²n el Directorio Central de Empresas (DIRCE). El 1 de enero de 2014 ¡ª¨²ltimos datos disponibles¡ª m¨¢s de 1,67 millones de empresas no empleaban a ning¨²n asalariado (eran sociedades dadas de alta por aut¨®nomos), otras 921.000 (el 29,5% del total) ten¨ªan entre uno y dos trabajadores, mientras que los grupos con 20 o m¨¢s asalariados solo sumaban 60.170. De acuerdo con los c¨¢lculos de Eurostat, en Espa?a el n¨²mero medio de trabajadores por empresa era de 4,7 en 2014. Esta cifra solo es menor en Italia (cuatro empleados) y est¨¢ bastante lejos del tama?o empresarial de Francia (5,7 empleados), Reino Unido (11 trabajadores) y Alemania (11,7 asalariados).
Existen normas fiscales y laborales que desincentivan ganar tama?o
¡°Si Espa?a tuviese la misma estructura empresarial que Alemania, la productividad de nuestra econom¨ªa ser¨ªa un 13% mayor¡±, afirma Yolanda Fern¨¢ndez, directora t¨¦cnica del proyecto de mediana empresa del C¨ªrculo de Empresarios. Este organismo, en su informe de 2014, subraya la mayor vulnerabilidad de las microempresas en fases de crisis. Seg¨²n sus estimaciones, si en Espa?a la distribuci¨®n del empleo de las empresas por tama?o fuese similar a la de Reino Unido ¡ªdonde cuatro de cada 1.000 compa?¨ªas son grandes¡ª, ¡°durante la crisis se hubieran salvado, ceteris paribus, m¨¢s de 500.000 puestos de trabajo¡±.
Un primer an¨¢lisis del tejido empresarial espa?ol lleva a la conclusi¨®n de que el tama?o de las compa?¨ªas es la consecuencia directa de tener una econom¨ªa enfocada principalmente al sector servicios, donde dominan las sociedades de dimensiones muy reducidas. Este segmento de actividad, excluido el comercio, aglutina al 56,2% de las empresas espa?olas. Sin embargo, los expertos creen que esta explicaci¨®n no es suficiente a la hora de analizar las razones de la supremac¨ªa de la microempresa en Espa?a.
¡°No hay un ¨²nico factor que explique por s¨ª solo el menor tama?o empresarial de nuestro pa¨ªs¡±, se?ala Almudena Semur, gerente del Instituto de Estudios Econ¨®micos (IEE). ¡°Si tuvi¨¦ramos que citar las grandes causas de este comportamiento, deber¨ªamos citar factores culturales y econ¨®micos, entre los que cabe mencionar la escasa cultura emprendedora que sigue existiendo en Espa?a, el escaso porcentaje de gasto en I+D+i y la poca tradici¨®n de cooperaci¨®n empresarial. Tambi¨¦n existen factores financieros, como la excesiva dependencia de las pymes de la financiaci¨®n bancaria, o factores institucionales¡±, a?ade Semur, coordinadora del libro Situaci¨®n actual y retos del futuro de las pymes espa?olas, publicado por el IEE.
El tama?o de las empresas est¨¢ vinculado a la productividad. En 2013, seg¨²n la Encuesta Industrial de Empresas elaborada por el Instituto Nacional de Estad¨ªstica (INE), la productividad total de la industria manufacturera espa?ola fue de 53.623 euros. Mientras que la productividad en la microempresa (menos de 10 empleados) se situ¨® en 27.099 euros, en el caso de las grandes corporaciones (250 o m¨¢s asalariados) la media ascendi¨® a 77.077 euros.
¡°Hay que aspirar, por lo menos, a tener un colectivo m¨¢s importante de sociedades con un tama?o entre los 250 y los 500 empleados¡±, comenta Alberto del Pozo, economista del gabinete t¨¦cnico confederal de UGT. ¡°Una estructura sesgada a la microempresa genera graves problemas en el tejido productivo. El tama?o es un factor clave para invertir. Tener cr¨¦dito en buenas condiciones es clave y cuando m¨¢s grande es una compa?¨ªa m¨¢s f¨¢cil, y generalmente en mejores condiciones, es su acceso a los pr¨¦stamos. Adem¨¢s, para invertir, se necesitan econom¨ªas de escala, generar sinergias, y eso solo se logra con una dimensi¨®n mayor¡±, indica Del Pozo.
Hay que apostar por una mayor cooperaci¨®n entre las empresas
Las empresas industriales de 50 o m¨¢s empleados son las m¨¢s enfocadas a la exportaci¨®n, con m¨¢s de un 30% de su facturaci¨®n destinada al exterior, seg¨²n los ¨²ltimos datos del INE. En cambio, la microempresa solo destina el 6,9% de sus ventas a otros mercados, mientras que en las sociedades peque?as (de 10 a 49 miembros de plantilla) la exportaci¨®n significa el 20% de la cifra de negocio.
¡°Durante la recesi¨®n, los sectores con una mayor intensidad exportadora y con una mayor concentraci¨®n de puestos de trabajo mostraron un mejor comportamiento del empleo¡±, destaca Oriol Aspachs, director de macroeconom¨ªa de La Caixa Research. ¡°La internacionalizaci¨®n ha sido de gran ayuda durante las peores fases de la crisis. En este sentido, a cualquier econom¨ªa le ayuda el hecho de tener un mayor n¨²mero de compa?¨ªas grandes porque el tama?o es una cuesti¨®n importante a la hora de exportar¡±, seg¨²n Aspachs.
La dimensi¨®n empresarial est¨¢ muy relacionada con la longevidad de las empresas, una caracter¨ªstica muy deseable, seg¨²n La Caixa Research, ¡°ya que niveles de madurez m¨¢s altos contribuyen a consolidar la capacidad de producci¨®n y la penetraci¨®n del mercado¡±. En este sentido, de entre las empresas espa?olas con 20 o menos asalariados, solo un 14% hab¨ªa cumplido m¨¢s de 20 a?os, de acuerdo con los datos del DIRCE. En cambio, en las empresas de m¨¢s de 20 trabajadores esta ratio alcanzaba el 43%.
Una visi¨®n alternativa en el debate sobre el tama?o empresarial la proporcionan precisamente desde la patronal de las peque?as y medianas empresas, Cepyme. El responsable de econom¨ªa de esta organizaci¨®n, Carlos Ruiz, sugiere que si en Espa?a hay tanta microempresa es porque est¨¢n enfocadas a un tipo de demanda donde su dimensi¨®n quiz¨¢ resulta ¨®ptima para ser eficiente. Sin negar que hay ¨¢mbitos donde es necesario m¨¢s calibre, Ruiz, advierte de que no se trata de ¡°crecer a lo loco, crecer por crecer¡±. ¡°Lo que determina la estructura empresarial de un pa¨ªs es el entorno competitivo y la demanda. En Espa?a la demanda est¨¢ volcada en el sector servicios y de consumo, sobre todo en el turismo. Es hacia ese nicho donde est¨¢n volcadas las empresas y, por lo tanto, es lo que determina su tama?o¡±.
El experto de Cepyme se?ala que una empresa de 50 trabajadores es muy peque?a para el sector industrial, pero no es as¨ª si se dedica al comercio al por menor. ¡°La mayor dificultad de las pymes es el acceso a la financiaci¨®n. Y quien est¨¢ generando este debate en torno al tama?o son precisamente aquellas entidades que llevan a?os diciendo que si no hay pr¨¦stamos es porque no hay demanda solvente¡±, recuerda Ruiz.
Si en el diagn¨®stico acerca de por qu¨¦ Espa?a tiene tanta microempresa y cu¨¢l es el impacto de esta realidad en la econom¨ªa hay bastante coincidencia entre los expertos, tambi¨¦n hay unanimidad a la hora de enumerar las posibles herramientas que habr¨ªa que utilizar para revertir esta situaci¨®n.
¡°Desde el punto de vista del sector privado, habr¨ªa que hacer una apuesta mayor por la cooperaci¨®n empresarial, sobre todo entre compa?¨ªas que tienen experiencia internacional¡±, apunta Almudena Semur. ¡°Adem¨¢s, habr¨ªa que dar a conocer fuentes de financiaci¨®n alternativas a la cl¨¢sica bancaria¡±, a?ade. En los ¨²ltimos a?os se han desarrollado nuevas ventanas de financiaci¨®n como el MAB o el MARF, los business angels, la microfinanciaci¨®n o el crowdfunding, pero su penetraci¨®n entre los empresarios todav¨ªa es escasa. ¡°El motivo de por qu¨¦ esto es as¨ª es dif¨ªcil de saber, pero seguramente en parte su explicaci¨®n se halle en el desconocimiento de gran parte del tejido empresarial espa?ol¡±, a?ade la gerente del IEE.
Las caracter¨ªsticas del mercado laboral, los dilatados y dificultosos tr¨¢mites burocr¨¢ticos, la normativa fiscal y contable o una cierta inseguridad jur¨ªdica en determinados casos tambi¨¦n entorpecen el desarrollo corporativo. En el ¨¢mbito de las propias empresas, los expertos echan en falta una mayor ambici¨®n, un uso m¨¢s intensivo de las nuevas tecnolog¨ªas y una mayor apuesta por la innovaci¨®n.
¡°A veces la decisi¨®n de no crecer es un tema familiar¡±, reconoce Yolanda Fern¨¢ndez. ¡°Las empresas familiares necesitan estructura y asesoramiento. En este sentido, habr¨ªa que actuar en la formaci¨®n de los directivos y en la profesionalizaci¨®n de las empresas. De nada valdr¨ªa aprobar medidas para que las sociedades ganen tama?o, si las personas que dirigen esas compa?¨ªas no est¨¢n preparadas¡±, agrega la directiva del C¨ªrculo de Empresarios.
Alberto Pozo, de UGT, tambi¨¦n coincide con esta idea y recuerda que se est¨¢ promoviendo un tipo de empresario que tiene poco que ver con lo que ¨¦l denomina ¡°empresario cl¨¢sico¡±. ¡°Ya no se habla de empresarios, sino de emprendedores. Se quiere promover la figura del empleado por cuenta propia y asimilar esta estrategia con una estructura productiva ¨®ptima cuando no lo es¡±. Del Pozo reconoce que los costes, laborales o fiscales, son un factor importante para que una empresa crezca, pero se?ala que las pol¨ªticas p¨²blicas para incentivar el crecimiento no deben descansar solo en ganchos impositivos o laborales. ¡°Son est¨ªmulos a corto plazo y, por lo tanto, van a dar lugar a empresas de poco recorrido que, en cuanto se apaguen, los est¨ªmulos cerrar¨¢n¡±. El economista de UGT recuerda que hay otras cuestiones que tambi¨¦n traban una mayor dimensi¨®n del tejido empresarial. ¡°Una es el acceso al cr¨¦dito y la otra el mercado energ¨¦tico. Espa?a tiene uno de los costes energ¨¦ticos m¨¢s caros de Europa¡±, subraya.
El Gobierno ha dado algunos pasos que los expertos consideran acertados para ayudar a que las empresas ganan tama?o. La modificaci¨®n de la Ley Concursal y el anteproyecto de Ley de Segunda Oportunidad son medidas encaminadas a facilitar que compa?¨ªas que son rentables, pero est¨¢n pasando dificultades, puedan sobrevivir y no se limite su crecimiento.
Sin embargo, algunas pol¨ªticas pueden convertirse en obst¨¢culos para que la dimensi¨®n aumente. ¡°Por ejemplo, hay estudios que demuestran que determinadas regulaciones, orientadas a favorecer a las pymes, en el ¨¢mbito laboral o fiscal, por ejemplo, desincentivan el aumento de la dimensi¨®n de la empresa, que opta por no superar la dimensi¨®n legal establecida para no perder las ventajas regulatorias¡±, seg¨²n un informe de La Caixa Research.
En este sentido, Almudena Semur explica que el sistema tributario estaba dise?ado, hasta la ¨²ltima reforma ¡ªque ir¨¢ acercando gradualmente los tipos marginales y efectivos pagados por los distintos tipos de empresas¡ª de tal manera que exist¨ªa el incentivo ¡°perverso, pero no deseado¡± para que un gran n¨²mero de empresas de reducido tama?o no quisieran crecer por no tener que hacer frente a una mayor carga impositiva. Esta carga ¡°poco tiene que ver con su mayor capacidad de producci¨®n, sino con la enorme discontinuidad que exist¨ªa en los tipos marginales y en las deducciones aplicables en el Impuesto de Sociedades¡±.
De todas formas, no todo el esfuerzo para que el tejido empresarial espa?ol gane dimensi¨®n debe recaer en los poderes p¨²blicos, como recuerdan Juan R. Cuadrado y Antonio Garc¨ªa, profesores de la Universidad de Alcal¨¢, en un documento publicado por el C¨ªrculo C¨ªvico de Opini¨®n: ¡°La mejora del tama?o de las empresas no puede supeditarse exclusivamente a la aplicaci¨®n de una pol¨ªtica econ¨®mica por parte de las autoridades. Es, sobre todo, una responsabilidad que recae en los propios empresarios y que las organizaciones empresariales y otras instituciones econ¨®micas privadas deben impulsar y favorecer¡±.?
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