Blanqueo en Madrid
Fueron las autoridades de EE UU las que desencadenaron la intervenci¨®n del BPA andorrano y su filial al cien por cien el Banco Madrid por blanqueo de capitales procedentes del crimen organizado. Desde entonces los acontecimientos se han precipitado de tal forma que el banco domiciliado en Espa?a ha quedado al borde de la liquidaci¨®n. La significaci¨®n del episodio trasciende el tama?o reducido del banco o la ausencia de riesgo sist¨¦mico sobre el conjunto del sistema financiero espa?ol. El Banco de Espa?a intervino el Banco Madrid una vez la autoridad supervisora de Andorra hizo lo propio con la matriz, el BPA, sustituyendo a su consejo de administraci¨®n y paralizando la operativa del banco. La gravedad del blanqueo de capitales, la contribuci¨®n a normalizar fondos provenientes de or¨ªgenes criminales, no debe pasarse por alto si se confirma. Desde hace a?os traficantes de droga, bandas mafiosas u organizaciones terroristas cuentan de forma m¨¢s o menos c¨®moda con algunas instituciones financieras para lavar el dinero captado en operaciones que violaban la ley, incluida la que obliga a cumplir con las obligaciones tributarias.
La sorpresa, al menos para el com¨²n de los ciudadanos es que algunas de esas operaciones se estuvieran haciendo en el centro de Madrid, con mayor o menor autonom¨ªa de la matriz andorrana de la que exist¨ªan antecedentes sobre las posibilidades de refugio que ofrec¨ªan a fondos de origen ilegal. La conexi¨®n con personas vinculadas a detenciones por operaciones irregulares, como las de algunos presuntos delincuentes detenidos no es un hecho conocido precisamente ahora.
La responsabilidad de las investigaciones de blanqueo de dinero es del Ministerio de Econom¨ªa, del Servicio de Prevenci¨®n del Blanqueo de Capitales, SEPBLAC. Si esta unidad hab¨ªa iniciado investigaciones hace tiempo llama la atenci¨®n que la denuncia a la fiscal¨ªa solo se haya cursado ahora, una vez hecha la denuncia del Tesoro de EE UU. El tiempo transcurrido deber¨ªa justificarse debidamente, as¨ª como el detalle de las evidencias de blanqueo de dinero irregular, ya sean las denunciadas por las autoridades americanas o las detectadas por los propios servicios del SEPBLAC, desde abril del pasado a?o, pero no denunciadas debidamente.
Si las autoridades espa?olas desconoc¨ªan las pr¨¢cticas que en esos bancos se llevaban a cabo, hay razones para la inquietud. Pero no son menores si, conocidas, se ha esperado a tomar cartas en el asunto. Por eso, Econom¨ªa debe explicar con detalle c¨®mo ha actuado ese servicio especializado, sus hallazgos y las razones de la demora en su denuncia. Una explicaci¨®n igualmente preocupante ser¨ªa que se hubieran dado confusiones funcionales entre el SEPBLAC y el Banco de Espa?a, como supervisor de las entidades bancarias que operan en nuestro pa¨ªs. Despejar la inseguridad en un ¨¢mbito tan sensible como el que ha aflorado este episodio es tan urgente como garantizar que no van a ser nuevamente los contribuyentes los que acaben soportando las irregularidades de los responsables bancarios. El Ministro de Econom¨ªa debe aclarar la situaci¨®n con rapidez y aprovechar la ocasi¨®n para informar de las actuaciones de esa unidad, no s¨®lo en el caso que ahora est¨¢ sobre la mesa. La confianza descansa en la transparencia, y hasta ahora este episodio sigue proyectando muchas sombras.
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