El sol se pone en la ¡®isla del tesoro¡¯

En los fabulosos a?os veinte del siglo pasado las grandes fortunas francesas huyeron despavoridas a Suiza ante el aumento fulgurante de los impuestos ¡ªel marginal de la renta alcanz¨® el 74% en 1924¡ª y la inestabilidad pol¨ªtica que concluy¨® en la Gran Guerra. A?os antes los bancos suizos ya se hab¨ªan agrupado en la Asociaci¨®n Suiza de Banqueros, que desde entonces act¨²a como una especie de cartel.

Los para¨ªsos fiscales tienen su origen en el nacimiento del capitalismo: el momento en que los t¨ªtulos de propiedad sobre la tierra son sustituidos a principios del siglo pasado por t¨ªtulos de valores, acciones, bonos... Hasta entonces nunca hab¨ªa sido tan f¨¢cil trasladar la riqueza de un pa¨ªs a otro y ocultar parte de ella al fisco, seg¨²n relata Gabriel Zucman en La Riqueza oculta de las naciones: investigaci¨®n sobre los para¨ªsos fiscales.

Entre 1920 y 1938, las fortunas extranjeras gestionadas por los bancos con sede en Ginebra y Berna se multiplicaron por diez. Al calor de este pr¨®spero negocio se desarrollaron los bancos de Andorra, M¨®naco o Luxemburgo. Desde entonces la actividad financiera de Suiza no hizo m¨¢s que prosperar.

Hasta que en los a?os ochenta con la liberalizaci¨®n de los mercados financieros brit¨¢nicos nacieron la City y otras plazas financieras como Hong Kong, Singapur o Bahamas. Al albur de estos centros de negocios surgieron territorios o jurisdicciones off-shore como las Islas V¨ªrgenes Brit¨¢nicas, Islas Cayman, Jersey, Guernsey o Gibraltar que blindaban a sus bancos con un velo de opacidad.

Zucman, profesor de la London Schcool of Economics, asegura que "gran parte de los bancos domiciliados en Singapur o las Islas Caiman no son otra cosa que filiales de establecimientos helv¨¦ticos que se instalaron all¨ª para captar clientes". Estos refugios fiscales daban cobijo a las fortunas de los pa¨ªses desarrollados que elud¨ªan los impuestos pero tambi¨¦n escond¨ªan grandes capitales de dinero negro procedente de actividades ilegales.

La OCDE lidera desde 2009 la cruzada contra los refugios fiscales

La crisis financiera que asol¨® el mundo en 2008 ¡ªdispar¨® la deuda p¨²blica de los pa¨ªses y oblig¨® a los Gobiernos a subir impuestos para alimentar a los desnutridos ingresos p¨²blicos mientras las grandes fortunas se manten¨ªan seguras en sus islas del tesoro¡ª abri¨® un nuevo frente contra los para¨ªsos fiscales. En aquella ¨¦poca los gobernantes se daban m¨¢s prisa en pronunciar frases grandilocuentes para acabar contra estas pr¨¢cticas que en poner en marcha medidas para combatirlas.

El G20 y la OCDE, la organizaci¨®n de pa¨ªses m¨¢s industrializados, se pusieron al frente de la cruzada contra los territorios off-shore. En 2009 aprobaron un acuerdo de intercambio autom¨¢tico de informaci¨®n entre pa¨ªses. Si un estado firmaba al menos 12 acuerdos de estos sal¨ªa de la lista negra de la OCDE. Estos acuerdos eran muy laxos y estaban cuajados de boquetes. Actualmente este organismo ha quitado la etiqueta de para¨ªso fiscal a la treintena de estados que hab¨ªa catalogado como tal. Es decir, que para las organizaciones internacionales no existen lugares con nula o muy baja tributaci¨®n y con una alta opacidad financiera. As¨ª, por ejemplo desde 2009 Suiza no es catalogada como para¨ªso fiscal. Su Gobierno se esfuerza ahora por desligarse de este t¨¦rmino y poco a poco comienza a compartir parte de su informaci¨®n financiera.

Sin embargo, un nuevo fen¨®meno ha impulsado los trabajos de la OCDE. La proliferaci¨®n de noticias ¡ªy la presi¨®n de la opini¨®n p¨²blica¡ª en las que multinacionales se sirven de para¨ªsos fiscales para eludir impuestos ¡ªGoogle, Apple, Microsoft, Starbucks...¡ª llev¨® a este organismo internacional a lanzar el plan BEPS (erosi¨®n de bases imponibles y traslado de beneficios). Este proyecto, en el que participan medio centenar de pa¨ªses, aspira a que las grandes corporaciones paguen impuestos donde se genere su actividad. En este marco ya se han alcanzado algunos acuerdos como que las grandes compa?¨ªas tendr¨¢n que detallar a partir de 2017 su contabilidad por pa¨ªses para mostrar donde generan valor a?adido para que los pa¨ªses donde operan puedan gravar lo que generan en cada sitio.

El intercambio de informaci¨®n financiera ser¨¢ obligatorio en 2017

En noviembre del a?o pasado 54 pa¨ªses tambi¨¦n firmaron en Berl¨ªn un acuerdo para el intercambio de informaci¨®n de cuentas bancarias a partir de 2017. "Aunque se firmen acuerdos hay pa¨ªses que se agarran a la letra peque?a y despu¨¦s ponen much¨ªsimos problemas y trabas para dar la informaci¨®n que se le requiere", explica Jos¨¦ Mar¨ªa Pel¨¢ez, inspector de Hacienda.

Bruselas tambi¨¦n ha reaccionado a estos casos. Desde 2016 obligar¨¢ a los Estados miembros a informar sobre los pactos fiscales que mantienen con las corporaciones para que paguen menos impuestos as¨ª como los acuerdos de precios de transferencia ¡ªlos que se fijan para operaciones entre empresas del mismo grupo y que permite trasladar beneficios de un pa¨ªs a otro¡ª.

Pero los esc¨¢ndalos conocidos durante los ¨²ltimos meses como el Luxleaks ¡ªel caso que destap¨® que Luxemburgo manten¨ªa m¨¢s de 400 acuerdos con multinacionales, Amazon, Disney o Ikea, para que redujeran su factura fiscal¡ª, la lista Falciani ¡ªel inform¨¢tico del HSBC que difundi¨® las cuentas secretas de clientes de este banco en Suiza¡ª, y el m¨¢s reciente de la Banca privada de Andorra ¡ªla intervenci¨®n de esta entidad por blanqueo de capitales¡ª han dejado en evidencia los avances.

En este sentido, hay que distinguir entre los avances que dan las organizaciones internacionales, lideradas por EE UU, para que las multinacionales dejen de usar los para¨ªsos fiscales para pagar menos al fisco, y el coladero para que el dinero negro de actividades il¨ªcitas o de la corrupci¨®n se oculte en estas jurisdicciones para blanquearlo. En estos casos los avances de la OCDE y el G20 resultan tan poco efectivos como barrer en la playa. Y aunque el sol se ponga en el para¨ªso volver¨¢ a salir al d¨ªa siguiente.