Banca con pasaporte
La exitosa expansi¨®n internacional de las entidades espa?olas se ha basado en replicar el modelo minorista que funciona en Espa?a
Hubo un a?o en el que todo cambi¨® en las finanzas espa?olas. En 2004, el Santander compr¨® el Abbey National Bank en Reino Unido y se convirti¨® en uno de los 10 mayores grupos bancarios del planeta. Esa fecha, la banca sinti¨® que, por fin, jugaba la final de la Copa del Mundo. Atr¨¢s quedaban d¨¦cadas, como de habitaci¨®n cerrada y sin ventilar, en las que los bancos hab¨ªan trabajado en un ambiente protegido y muy regulado. Lejos de la intensa gravedad de la competencia financiera internacional. Fue el punto ¨¢lgido de una historia que se inici¨® mucho antes.
En 1984 el ejecutivo de Felipe Gonz¨¢lez permiti¨® la entrada de los bancos extranjeros en Espa?a y un a?o despu¨¦s liberaliz¨® la apertura de sucursales. A partir de ah¨ª, el aire comenz¨® a circular. En 1989, la Comisi¨®n Europea cre¨® el ¡°pasaporte europeo¡±, por el cual un banco autorizado a operar en un pa¨ªs miembro podr¨ªa abrir sucursales en los otros sin necesidad de permiso administrativo. Cuatro a?os despu¨¦s, el mercado ¨²nico en Europa bendec¨ªa el laissez faire, laissez passer de las transacciones de capital, y la mirada exterior se despert¨®. Aunque primero hab¨ªa que ganar tama?o dentro. ?C¨®mo? A trav¨¦s de compras y fusiones.
La primera gran operaci¨®n lleg¨® en 1991. Ese a?o se unieron el Banco Central y el Banco Hispano Americano, del que surgir¨ªa el Banco Central Hispano (BCH). Andando el tiempo, en abril de 1994, el Santander se adjudic¨® Banesto. Y un lustro despu¨¦s, Emilio Bot¨ªn y Jos¨¦ Mar¨ªa Amus¨¢tegui crean el Banco Santander Central Hispano (BSCH). La mayor fusi¨®n de la Europa del euro. Por aquel entonces, en 2002, Bot¨ªn retrata su estrategia exterior con una frase que se aferra a la memoria: ¡°El banco estar¨¢ en Latinoam¨¦rica en las duras y las maduras¡±. Pero el negocio, como la nave, va. En 1998, el 5,1% de sus ingresos procede de la regi¨®n y durante 2000 adquiere Banespa (Brasil) y Serf¨ªn (M¨¦xico) junto a varias entidades en Chile, Colombia y Per¨². ¡°Este modelo basado en comprar, que han seguido Santander y BBVA, tiene una ventaja esencial frente a abrir oficinas partiendo de cero: evitas el riesgo de la competencia¡±, apunta Nuria ?lvarez, analista de Renta 4 Banco.
Venta de productos
Pero esa oleada de expansi¨®n internacional que tuvo como destino Am¨¦rica Latina no triunf¨® gracias al tama?o sino debido a los productos que vend¨ªan los bancos espa?oles aprovechando la proximidad cultural y la lengua com¨²n. Banca minorista, de ahorrador, de cliente peque?o y mediano que ya hab¨ªa sido ensayada con ¨¦xito a?os atr¨¢s en Espa?a a partir de instrumentos como lasupercuenta (Santander, 1989) o el libret¨®n (BBV, 1990). Ambas, herramientas de pasivo con un elevado retorno. ¡°Era la confirmaci¨®n del ¨¦xito de la banca relacional¡±, recuerda Francisco Ur¨ªa, socio responsable del sector financiero de KPMG. Adem¨¢s era una forma ¡°de diferenciarte frente a los bancos internacionales¡±, sostiene el economista Jos¨¦ Carlos D¨ªez. Al fin y al cabo, durante los a?os noventa el Santander y el BBVA llevaron una pol¨ªtica paralela de compras en Latinoam¨¦rica aprovechando unos mercados que se desregulan y privatizan. ¡°Escenarios donde se observaba un bajo peso de la banca en relaci¨®n al PIB del pa¨ªs¡±, apostilla Paula Papp, socio de Analistas Financieros Internacionales (AFI). Las cuentas salen. Incluso hab¨ªa territorios, como Argentina, en los cuales el margen neto de intermediaci¨®n llegaba al 9%, cuando en Espa?a andaba en un 2,5%. Una arcadia sudamericana a la que tambi¨¦n se apuntaron Caja Madrid y Sabadell, y que se acab¨® de consolidar tras la fusi¨®n en 2000 de BBV Probursa con el mexicano Bancomer para crear BBVA Bancomer (hoy aporta el 47% del resultado atribuido del Grupo BBVA).
Desde luego, este r¨¢pido desarrollo tambi¨¦n proyect¨® sus sombras, que incluso llegan a la actualidad. ¡°No se prest¨® la suficiente atenci¨®n al usuario por lo que aumentaron las quejas y tampoco se prioriz¨® (salvo el BBVA) la transformaci¨®n de los bancos en entidades m¨¢s digitales y tecnol¨®gicas¡±, relata Mauro F. Guill¨¦n, director del Lander Institute en Warton School.
Sin embargo, la internacionalizaci¨®n no aminor¨®. Solo cambi¨® de rumbo. Amanec¨ªa la d¨¦cada de 2000 y BBVA y Santander viajan a Estados Unidos e Inglaterra. Entre 2004 y 2007, la entidad de origen vasco adquiere Valley Bank (2004), LNB (2005), Texas State Bank (2006), State National Bank (2007) y Compass Bank (2007). Mientras que su archirrival responde con la compra (2004) del Abbey Bank, el sexto banco de Reino Unido. Toda una declaraci¨®n de intenciones. ¡°El modelo espa?ol basado en bajo margen y bajo coste pod¨ªa dar respuesta al anglosaj¨®n, que propugnaba alto margen y alto coste¡±, narra Domingo Mir¨®n, managing director de banca de Accenture. Esas palabras explican por qu¨¦ Santander y BBVA optaron en el mercado estadounidense, seg¨²n Mir¨®n, por utilizar una ¡°escala m¨ªnima para implantar su banca universal¡± frente a una estrategia ¡°m¨¢s de nicho¡± del Sabadell y el Popular, el cual, por cierto, adquiere en 2007 en Florida TotalBank. Pese a ese anclaje, hab¨ªa elementos que chirriaban. La identidad cultural de Estados Unidos poco tiene que ver con la Iberoamericana, la regulaci¨®n resulta m¨¢s exigente que en Espa?a y cuesta adaptar all¨ª el modelo de banca universal espa?ol que tan bien ha funcionado en geograf¨ªas latinas.
Jugada maestra
Casi al mismo tiempo que se vive esa llegada a Estados Unidos, BBVA, Santander y, en menor medida, Popular colocan sus fichas en el tablero europeo. El banco c¨¢ntabro se ha mostrado durante a?os muy activo en la compra de financieras de consumo. Una estrategia que ha replicado en varios pa¨ªses de Europa. Pero ser¨¢ en 2007 cuando d¨¦ su particular jaque al adquirir (en consorcio con Royal Bank of Scotland y Fortis) la holandesa ABN Amro. Como resultado de la operaci¨®n, el Santander se adjudica la filial brasile?a (Banco Real).
Pasan los a?os y crece la pujanza exterior. En 2012, el 50% de la cuenta de resultados de la banca espa?ola ya proviene de fuera. El n¨²mero lo da Luis Maldonado, director del centro del sector financiero de PwC e IE Business School, quien indica que ¡°las entidades que m¨¢s ¨¦xito han tenido son aquellas que apostaron por ser l¨ªderes¡±. Quiz¨¢ porque la ambici¨®n (Sudam¨¦rica, por ejemplo, suma hoy el 24,6% del beneficio del Grupo BBVA y Estados Unidos, un 10,5%) resulta un activo rentable en banca.
Evidentemente, las asignaturas pendientes se entremezclan con las aprobadas. En el mercado portugu¨¦s, BBVA, Popular (en 2003 se hizo con el Banco Nacional de Cr¨¦dito por 600 millones) y Santander tienen una s¨®lida presencia e incluso Caixabank (el cuarto banco por activos del pa¨ªs luso) parece buscar la misma ruta de crecimiento. De momento, la caja reconvertida en banco cuenta con ficha bancaria en Marruecos (2009), Polonia (2007) y pronto recalar¨¢ en Londres. ¡°Tambi¨¦n est¨¢ previsto abrir oficinas de representaci¨®n en Nueva York, Brasil y Argelia¡±, aclara una fuente de la entidad. Ahora bien, pese a ciertas apuestas puntuales la verdad es que la aventura de la banca espa?ola en Asia, Oriente Pr¨®ximo, Pac¨ªfico y ?frica es muy limitada. Sin bien un comienzo pudiera ser el del BBVA, que controla el 39,9% de Garanti (el primer banco de Turqu¨ªa por capitalizaci¨®n).
Desaf¨ªo pendiente
Antes que en tierras lejanas, la expansi¨®n continuar¨¢ por el Viejo Continente. La uni¨®n bancaria facilita el camino, ya que al haber un ¨²nico regulador y supervisor se reducen los costes de crecimiento. Por ello, apenas sorprende que el Sabadell planee adquirir el brit¨¢nico TSB. Hay oportunidades, sobre todo en un escenario con carencias. ¡°Las bancas alemana e italiana adolecen de capitalizaci¨®n, buena gesti¨®n y est¨¢n muy atomizadas¡±, detalla Rafael Duarte, profesor de ESIC. El peligro es que esta integraci¨®n genere colosos que creen graves problemas al sistema, como ocurri¨® en Estados Unidos. ¡°Ese riesgo ya lo tenemos, lo que hace falta es tener bien controlados a los que son demasiado grandes para caer¡±, aconseja Duarte. Pero ese es un desaf¨ªo mayor que la internacionalizaci¨®n.
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