Las buenas ideas de Varoufakis
Cierto margen presupuestario y el programa social ¡°volar¨¢n¡±; las ideas sobre la deuda, no, por culpa de su agresividad
Una cosa es tener ideas interesantes (que pueden ir mezcladas con otras disparatadas) y otra manejarlas de forma que logres convencer, requisito ineludible para que se abran paso. O, como dicen en Bruselas, para que ¡°vuelen¡±.
De las cuatro mejores propuestas econ¨®micas que el ministro de Econom¨ªa griego, Yanis Varoufakis ¡ªy por extensi¨®n el Gobierno de Syriza¡ª ha puesto hasta ahora sobre la mesa de la UE, dos tienen opci¨®n de volar; las otras dos, ninguna.
Entre las inmediatas, Atenas propuso reducir el objetivo del super¨¢vit presupuestario primario (sin contar la carga de intereses) del 3% para 2015 (y del 4,5% para 2016) a una cifra m¨¢s realista, que apretase menos las tuercas al presupuesto: el 1,5%. Eso implicaba pasar de la pret¨¦rita austeridad radical a una m¨¢s sensata frugalidad exigente, que abrir¨ªa espacio para alg¨²n tipo de gasto social y de inversi¨®n p¨²blica productiva.
Ese cambio ya casi vuela pues el Eurogrupo del 20 de febrero asumi¨® la suavizaci¨®n aceptando que los super¨¢vits deb¨ªan ser ¡°adecuados¡±, sin insistir en el 3%, aunque no validando todav¨ªa el 1,5%. Y si la propuesta de Atenas empez¨® a prender (no hay nada acordado, pasar¨¢n d¨ªas trabajando) es porque los ministros de esa eurozona hab¨ªan acordado ya el 27 de noviembre de 2012 una ¡°necesaria revisi¨®n de los objetivos presupuestarios y lo que implica, el aplazamiento del objetivo de super¨¢vit¡±, y prometieron m¨¢s ayudas y flexibilidad ¡°cuando Grecia alcance un super¨¢vit primario¡±, lo que sucedi¨® en 2014, por lo que esas ayudas eran cosa debida.
De modo que Syriza acert¨® al profundizar en la l¨ªnea de exigir m¨¢s flexibilidad, iniciada por sus antecesores, y de enhebrar nuevos compromisos del Eurogrupo sobre la base de los anteriores. Ahora se ver¨¢ si los retrasos y la confrontaci¨®n que equivocadamente busc¨®, con la consiguiente reca¨ªda de la econom¨ªa griega, pueden salvarse, y volverse a una buena recaudaci¨®n en la temporada tur¨ªstica, que al menos posibilite ese 1,5%.
La otra buena idea era ¡ªcomo ya se ha subrayado desde esta columna¡ª el programa de emergencia social, de escaso coste (1.412 millones). Bastaba con mostrar las llagas de la fractura social (estudiantes sin luz, parados sin hospital...), y no provocar con la Historia evocando la invasi¨®n nazi de Grecia en 1941. Este programa volar¨¢. Buen signo es que Jean-Claude Juncker comprometiese (el 20 de marzo) adelantar del presupuesto de la UE 2.000 millones, en parte destinables a financiarlo.
Ser¨¢ lastimoso pero dif¨ªcilmente volar¨¢ el plan B sobre la deuda esbozado por Varoufakis en su visita a Londres ¡ªrecuerden el plan A, el repudio de al menos un 50% de la deuda p¨²blica, una herej¨ªa en la UE¡ª, a saber: el pago de las amortizaciones de la deuda en funci¨®n del crecimiento registrado (en cuanto a 195.000 millones debidos a los socios; los 27.000 adeudados al BCE ser¨ªan deuda perpetua). Si el PIB crece a tanto, se paga; si no, hasta el a?o pr¨®ximo, lo que evita asfixiar a la poblaci¨®n con recortes sociales da?inos. La idea tiene un precedente cogido por los pelos, en el Ecuador mucho m¨¢s devastado de 2008/9, donde la factura de la deuda deglut¨ªa el 40% del presupuesto (2005), mientras que en Grecia ascend¨ªa en 2014 solo al 8%.
Pese a ello, la propuesta tiene la doble l¨®gica de la mayor equidad y la presunci¨®n de efectividad, pagar seg¨²n las posibilidades. Pero los socios jam¨¢s aceptar¨¢n ese canje de deuda antigua por bonos indexados al PIB, porque no excluye el impago (default) al t¨¦rmino del proceso, con el que al final podr¨ªan perder todo lo que han aportado, en met¨¢lico y avales. Solo mediando una confianza extrema y con garant¨ªas blindadas podr¨ªa alcanzarse un pacto as¨ª. Pero ni Varoufakis ni Alexis Tsipras han optado hasta ahora por intentar una estrategia dirigida prioritariamente a conseguir esa confianza.
Tampoco volar¨¢ su elegante propuesta de una versi¨®n de eurobonos (A modest proposal for resolving the eurozone crisis): el BCE comprar¨ªa los de cada Estado miembro hasta el equivalente al 60% de su deuda (la autorizada por Maastricht), coloc¨¢ndolos en una l¨ªnea especial, asegurada por el fondo de rescate, el Mecanismo de Estabilidad. Problema: en caso de suspensi¨®n de pagos, pagar¨ªan todos los contribuyentes al mismo. Y ya la canciller dijo que eso, los eurobonos, jam¨¢s en su vida.
Es una l¨¢stima que la precipitaci¨®n, la biso?ez y la err¨®nea t¨¢ctica de inculpar al otro en vez de convertirlo en c¨®mplice, arruinen (de momento) algunas ideas buenas para Grecia. Y para todos.
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