M¨¦xico se consolida como l¨ªder latinoamericano del motor

M¨¦xico ha cerrado una semana de campanillas para su industria del autom¨®vil. Dos de los gigantes del motor anunciaron casi simult¨¢neamente que redoblaban su apuesta en el pa¨ªs. Primero dispar¨® Toyota, que abrir¨¢ una nueva planta ensambladora en Guanajuato, un estado del centro del pa¨ªs, con una inversi¨®n de 1.000 millones de d¨®lares. Ford, por su parte, expandir¨¢ la f¨¢brica que ya tiene en Chihuahua, al norte de M¨¦xico, y abrir¨¢ una nueva tambi¨¦n en Guanajuato. El paquete completo de la estadounidense rondar¨¢ los 2.500 millones de d¨®lares. M¨¦xico consolida as¨ª su liderazgo como destino de inversi¨®n automotriz. El tir¨®n de la demanda EE UU, el segundo mayor mercado de coches detr¨¢s de China, y los bajos salarios son un im¨¢n para las empresas internacionales.

La marca japonesa, que ya contaba con otra planta en Baja California, anunci¨® adem¨¢s que trasladar¨¢ la fabricaci¨®n de su modelo Corolla de Canada a M¨¦xico. La jugada de Ford, el primera compa?¨ªa del autom¨®vil establecida M¨¦xico desde 1925, supone ampliar su presencia a cuatro Estados del pa¨ªs, que aportan adem¨¢s el 8% de los ingresos totales de la empresa. Su modelo Fusion de Ford, que sale casi ¨ªntegramente de las llamadas maquilas ¨Ccompa?¨ªas manufactureras en M¨¦xico¨C de Hermosillo y Sonora, representa el 20% de las exportaciones totales del sector en M¨¦xico.

En los ¨²ltimos tres a?os compa?¨ªas como Nissan, Honda y Mazda tambi¨¦n ha reforzados su presencia en el pa¨ªs. Mientras que otras como BMW y Audi ya est¨¢n construyendo sus cuarteles, espantando el estereotipo de M¨¦xico como industria de bajo valor a?adido. Tras desbancar a Brasil en julio del a?o pasado, ya es del primer productor de autom¨®viles de Am¨¦rica Latina. En el tablero internacional M¨¦xico se coloca como el s¨¦ptimo productor y cuarto exportador del mundo.

Del 2000 al 2010 los salarios en la industria manufacturera aumentaron apenas un 10%

El plan del Gobierno es que el despegue contin¨²e y en cinco a?os la inversi¨®n acumulada supere los 20.000 millones y la producci¨®n alcance los cinco millones de unidades. ¡°Estas inversiones son un motor que est¨¢ moviendo a M¨¦xico en el camino correcto, para llegar a la meta de producci¨®n de cinco millones de autos en el 2020, y para que M¨¦xico se consolide en el top five de productores a nivel global de veh¨ªculos en el mundo¡±, defendi¨® el ministro de Econom¨ªa, Ildefonso Guajardo, este viernes durante el acto de presentaci¨®n de la inversi¨®n de Ford.

Su condici¨®n de vecino de EE UU y el ensanchamiento de las rutas para los movimientos de capital y servicios que propici¨® el Tratado de Libre Comercio firmado entre ambos en 1994 tiene mucho que ver en el brillo de M¨¦xico para la industria del motor. Las zonas francas de Guanajuato, Coahuila y Aguas Calientes aseguran facilidad log¨ªstica, aranceles rebajados y unos de los costes laborales m¨¢s competitivos del mundo.

Del 2000 al 2010 los salarios en la industria manufacturera aumentaron apenas un 10%. En China, la gran f¨¢brica del mundo, se elevaron por encima del 15% en el mismo periodo seg¨²n un informe del think tank CIDAC. El coste laboral por hora en el sector del motor mexicano es de 10 d¨®lares. En EE UU, sube hasta a los 58 d¨®lares seg¨²n un estudio de la consultora Evercore. La prueba irrebatible de la nueva coyuntura es la llegada de empresas chinas al pa¨ªs. La honkonesa Johnson Electric aterriz¨® en 2012 en Zacatecas, estado del centro del pa¨ªs, para fabricar precisamente componentes automovil¨ªsticos. La industria del motor aporta unos 700.000 puestos de trabajo en M¨¦xico.

EE UU, donde la venta de coches creci¨® casi un 6% el primer trimestre del a?o, es de largo el primer destino de las exportaciones del pa¨ªs. Las ventas al exterior del sector mexicano crecieron por su parte casi un 10% en 2014. El tir¨®n de la locomotora estadounidense es una de las grandes esperanzas para le econom¨ªa mexicana, lastrada por la ca¨ªda del precio del petr¨®leo y que no termina de acelerar m¨¢s all¨¢ unas modestas tasas de entre el 2% y el 3%, insuficientes para solucionar problemas estructurales del pa¨ªs como la pobreza o la econom¨ªa informal.