Draghi pide acelerar las reformas para apuntalar la recuperaci¨®n europea
El jefe del BCE cree que la pol¨ªtica monetaria no bastar¨¢ si no hay otras medidas
Los banqueros centrales son una suerte de arciprestes de la religi¨®n monetaria: quiz¨¢ por eso el jefe del BCE, Mario Draghi, re¨²ne esta semana a expertos en pol¨ªtica monetaria, inversores y acad¨¦micos de primera fila en un antiguo monasterio del siglo XIV convertido en hotel de lujo, en Sintra (Portugal). Draghi y el BCE tratan de competir as¨ª con Jackson Hole, el aquelarre por antonomasia de los bancos centrales: una reuni¨®n de las (se supone) mejores cabezas pensantes de la econom¨ªa y las finanzas internacionales que se celebra cada verano en Wyoming, al pie de las Monta?as Rocosas de Estados Unidos, en un hotelito con un oso pardo disecado en el vest¨ªbulo y un lago para pescar truchas a dos pasos. Hace casi un a?o, Draghi pronunci¨® en Jackson Hole un discurso seminal, que ha marcado la salida de la crisis europea: la eurozona, dijo all¨ª, necesita una pol¨ªtica monetaria ultraexpansiva, inversi¨®n y pol¨ªticas de demanda, reformas y una pol¨ªtica fiscal menos obsesionada con la austeridad. Europa ha hecho casi todo eso. Pero no todo: Draghi ha puesto este viernes el acento en la necesidad imperiosa de ¡°acelerar las reformas estructurales¡±; de lo contrario, a pesar de las compras masivas de deuda (¡°pensamos que activar¨ªamos esas pol¨ªticas solo despu¨¦s de haber utilizado hasta el fregadero de cocina para elevar la inflaci¨®n¡±, dice con iron¨ªa uno de los participantes en Sintra) el crecimiento europeo ser¨¢ modesto, seg¨²n el banquero central europeo.
Las compras masivas de activos ¡ª¡°la impresi¨®n de billetes como si al dinero le faltara poco para pasar de moda¡±, seg¨²n la definici¨®n del novelista John Lanchester¡ª no deber¨ªan retrasar la puesta en marcha de reformas. ¡°No es una excusa para posponer los esfuerzos necesarios¡±, ha subrayado Draghi ante una audiencia en la que destacaban Olivier Blanchard (FMI), Larry Summers (exasesor del presidente estadounidense, Barack Obama), Stanley Fischer (vicepresidente de la Reserva Federal) o Wim Buiter (Citi). ¡°Los progresos significativos en algunos pa¨ªses, como Espa?a y Portugal, han dado resultados¡±, ha a?adido.
Draghi considera que las perspectivas de la econom¨ªa europea ¡°son m¨¢s brillantes hoy de lo que han sido en los siete largos ¨²ltimos a?os¡±. Pero califica la recuperaci¨®n como ¡°c¨ªclica¡± y considera que no basta: ¡°Con eso no se resolver¨¢n los problemas de elevado desempleo y abultado endeudamiento en muchos de los pa¨ªses europeos¡±. ¡°Sin reformas Europa tiene un bajo crecimiento potencial, por debajo del 1% cuando en Estados Unidos es del 2%¡±.
El gr¨¢fico m¨¢s utilizado en Sintra (y pr¨¢cticamente en todo el Atl¨¢ntico Norte desde el inicio de la Gran Recesi¨®n) es el de las comparativas entre la eurozona y Estados Unidos; la econom¨ªa norteamericana recuper¨® el PIB de antes de la crisis en 2010, y el empleo precrisis el a?o pasado; la zona euro sigue algo por debajo de los niveles de PIB anteriores a la crisis, y muy lejos en desempleo: la tasa de paro sigue anclada en el 11%, casi inamovible, con algunos pa¨ªses, como Grecia y Espa?a, con n¨²meros de pesadilla, superiores al 20%. Blanchard ha lanzado un dardo envenenado esta ma?ana: quiz¨¢ el problema sea que el BCE tiene un solo mandato ¡ªla inflaci¨®n¡ª y eso le ha impedido responder adecuadamente a esta crisis desmesurada, seg¨²n el ya ex economista jefe del FMI. Stanley Fischer, n¨²mero dos de la Fed, pronostic¨® ayer que el euro ¡°sobrevivir¨¢ a esta crisis¡±, aunque le quedan por delante grandes desaf¨ªos a corto plazo, como la posible salida de Grecia y del Reino Unido del club europeo, y tiene un problema formidable a largo: "Las uniones monetarias solo perviven si sus miembros est¨¢n mejores con una moneda ¨²nica que sin ellas".
Entre los asistentes, la sensaci¨®n general es que la reactivaci¨®n europea no es suficiente para dejar atr¨¢s las graves lesiones econ¨®micas de Europa. Solo el BCE ha hecho lo que se esperaba de ¨¦l a lo largo de la crisis, y eso con alg¨²n error flagrante (como sendas subidas de tipos de inter¨¦s inexplicables por parte de Jean-Claude Trichet, el predecesor de Draghi) y con retrasos evidentes respecto a la respuesta de la Reserva Federal: Estados Unidos activ¨® el primer QE tras la quiebra de Lehman Brothers, y lleva tres rondas de compras masivas de activos; el BCE empez¨® en marzo y ya hay voces que, con la inflaci¨®n en el 0%, reclaman que se estudie su retirada.
Draghi ha elegido Portugal para alumbrar el Consenso de Sintra: Europa debe seguir aplicando la flexibilidad en las pol¨ªticas fiscales, tiene que poner en marcha cuanto antes el plan de inversiones de la Comisi¨®n, el BCE seguir¨¢ con las compras de activos a pesar de los halcones¡ y los Gobiernos deben contribuir de una vez por todas con las reformas. ¡°Ser sistem¨¢ticamente keynesiano o monetarista equivale a equivocarse¡±, dec¨ªa el historiador econ¨®mico Charles Kindleberger en los a?os ochenta. Draghi quiere ambas cosas: ¡°Una estrategia coherente requiere incluir pol¨ªticas de oferta y de demanda, a nivel europeo y a nivel nacional¡±, dijo el verano pasado en Jackson Hole. ¡°En Sintra, Draghi ha subrayado la importancia de las pol¨ªticas de oferta, pero no hay que olvidar que el BCE tiene que respetar un inestable equilibrio pol¨ªtico: ese equilibrio pr¨¢cticamente le obliga a poner el ¨¦nfasis en las reformas despu¨¦s de haber hecho todo lo que Alemania no quer¨ªa ver ni en pintura¡±, se?ala a este diario uno de los asistentes a la reuni¨®n.
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