OHL M¨¦xico responde a la defensiva en el esc¨¢ndalo de las escuchas

La constructora OHL en M¨¦xico sigue a la defensiva. El consejo de administraci¨®n extraordinario celebrado el viernes a ra¨ªz del esc¨¢ndalo de las escuchas, lejos de ofrecer nuevas destituciones, neg¨® cualquier pago irregular y opt¨® por una soluci¨®n in¨¦dita. La c¨²pula mexicana de la compa?¨ªa acord¨® mantener en el puesto al vapuleado director de los servicios jur¨ªdicos, Gerardo Fern¨¢ndez, pero ¡°aislado de todos los procesos judiciales correspondientes¡±. Esta ambigua f¨®rmula sit¨²a al ejecutivo en una inc¨®moda posici¨®n de cuarentena y, a la postre, como viene siendo habitual en este caso, no deja claro cu¨¢l fue el papel de los implicados ni tampoco niega por completo la veracidad de las escuchas.

Fern¨¢ndez figura en las grabaciones telef¨®nicas, difundidas en la red por una fuente an¨®nima, como uno de los interlocutores del jefe de gabinete presidencial, Pablo Walletin, quien renunci¨® al puesto hace dos semanas. Ambos dialogan en los audios sobre supuestos pagos a magistrados en relaci¨®n con el Circuito Mexiquense Exterior, una de las grandes infraestructuras viarias llevadas a cabo por OHL en el Estado de M¨¦xico, donde gobierna el PRI.

¡ª?Cu¨¢nto hay que darle a los magistrados?¡±, pregunta Walletin.

¡ª¡°Pues yo creo que una manita¡±, responde el director jur¨ªdico.

Las referencias a estos presuntos pagos a jueces y a la forma de evitar que dejen huella contable son constantes a lo largo de las tres ¨²ltimas conversaciones volcadas en Youtube. Frente a ello, OHL sostiene en su comunicado: ¡°A partir de las declaraciones p¨²blicas efectuadas por los magistrados que han intervenido en los juicios en que se ha visto involucrada la compa?¨ªa, que desmienten rotundamente haber recibido cualquier g¨¦nero de pagos de la sociedad, y que el desahogo de los procedimientos judiciales ha estado siempre encomendada a despachos de abogados externos de primer¨ªsimo nivel y reputaci¨®n en M¨¦xico, el Consejo acord¨® no separar al director jur¨ªdico, pero s¨ª aislarlo de todos los procesos judiciales correspondientes¡±. Junto a esta defensa, la compa?¨ªa, como ya hiciera su presidente, Juan Miguel Villar Mir, atribuye las escuchas a una ¡°campa?a de desprestigio¡± y promete una investigaci¨®n interna para despejar cualquier duda.

El goteo de grabaciones, iniciado en mayo, ha generado un da?o profundo a la empresa. A lo largo de un mes han ido apareciendo audios que ponen en duda su proceder en grandes infraestructuras, como el Viaducto Centenario, una obra encargada durante el mandato del presidente Enrique Pe?a Nieto como gobernador del Estado de M¨¦xico. Las escuchas, en las que Walletin es el protagonista absoluto, revelan un supuesto sistema de sobrecostes e imputaciones de gasto falsas, pero tambi¨¦n el presunto trato de favor dispensado a altos cargos p¨²blicos, como el secretario de Transportes del Estado de M¨¦xico, Apolinar Mena Vargas, fulminado tras destaparse que OHL le hab¨ªa costeado a ¨¦l y su familia unas vacaciones navide?as en un hotel de lujo de la Riviera Maya.

Con esta carga sobre sus hombros, OHL no ha logrado frenar la hemorragia burs¨¢til con ninguna de las medidas que ha anunciado. De poco ha servido la renuncia de Walletin. Tampoco le ha ayudado el cese de Mena. Las acciones acumulan p¨¦rdidas cercanas al 35% desde principios de mayo. Y ante la posibilidad de nuevas revelaciones, los expertos no vislumbran una r¨¢pida recuperaci¨®n y la propia agencia de calificaci¨®n Fitch ha puesto en revisi¨®n negativa a dos subsidiarias de OHL que operan el Circuito Mexiquense y la autopista Amozoc-Perote.

Este deterioro ha encendido las alarmas gubernamentales. En pleno periodo electoral, el secretario de Comunicaciones y Transportes, Gerardo Ruiz Esparza, ha reconocido que el esc¨¢ndalo les ha afectado y ha solicitado que se auditen los contratos de OHL, con ocho concesiones estrat¨¦gicas en M¨¦xico. En un movimiento que muestra un claro distanciamiento, Esparza ha llegado a decir: "Si nos metieron gol, que afronte su responsabilidad quien lo meti¨®, y si se dej¨® que alguien lo metiera, que quede claro¡±.