Cinco consejos para elegir un grado universitario

?Estoy preparado para decidir a qu¨¦ me dedicar¨¦ el resto de mi vida? Esta pregunta que resuena en la cabeza de los estudiantes de bachillerato durante los a?os previos a su ingreso en la universidad ha dejado de tener sentido. As¨ª lo considera Antoni Badia, profesor de Estudios de Psicolog¨ªa de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), quien recomienda a los alumnos sustituir ese cuestionamiento por otro m¨¢s pragm¨¢tico: qu¨¦ les apetece estudiar durante los pr¨®ximos cuatro a?os. ¡°Vivimos en la sociedad del aprendizaje continuo; lo de tomar la gran decisi¨®n de tu vida a los 18 a?os no se ajusta a la realidad. Todo se puede reconducir y nada es irreversible¡±, defiende.

Badia habla de la necesidad de eliminar el estr¨¦s y la presi¨®n sobre un posible fracaso a la hora de elegir un grado universitario. Lo m¨¢s importante es que los estudiantes se planteen qu¨¦ es lo que les hace vibrar, lo que despierta su inter¨¦s y recopilar toda la informaci¨®n posible sobre profesiones tradicionales y de nueva creaci¨®n relacionadas con esas inquietudes. Para ello es de gran utilidad el asesoramiento de los psic¨®logos orientadores en los centros de secundaria, que adem¨¢s de ayudarles a identificar aquello en lo que son buenos, pueden aportarles datos sobre las labores que se desempe?an en los diferentes oficios.

¡°Muchas veces los j¨®venes idealizan determinadas profesiones por la imagen que proyectan los protagonistas de las series o pel¨ªculas. Revisar el programa acad¨¦mico del grado, bucear en los contenidos te¨®ricos y documentarse sobre las salidas laborales es obligatorio para evitar decepciones¡±, apunta Guillermo Ballenato, orientador psicol¨®gico de la Universidad Carlos III de Madrid.

La mayor¨ªa de estudiantes de entre 16 y 17 a?os necesitan ayuda para identificar la formaci¨®n m¨¢s adecuada para su vida profesional futura. Para hacer frente a esa cuesti¨®n, Antoni Badia aconseja tener en cuenta cinco puntos clave:

1. Revisar en profundidad las asignaturas que integran el grado. El alumno que finaliza bachillerato y tiene que decantarse por un grado suele tener como referencia las asignaturas que m¨¢s le han gustado durante los ¨²ltimos dos cursos. El problema es que los programas acad¨¦micos de bachillerato poco tienen que ver con las materias que integran la carrera universitaria. En este punto, Badia recomienda revisar en profundidad las asignaturas del grado y comprobar que el inter¨¦s persiste en, al menos, el 50% de las materias. Por ejemplo, dentro del grado de Psicolog¨ªa en la Universidad Complutense de Madrid las asignaturas relacionadas con estad¨ªstica tienen bastante peso en el primer curso, 18 cr¨¦ditos de un total de 60.

?2. Escoger una especialidad en la que se hayan obtenido buenas notas. Si el estudiante ¡°aprob¨® por los pelos¡± matem¨¢ticas de primero y segundo de bachillerato no ser¨ªa l¨®gico que escogiera el grado de ingenier¨ªa en aeron¨¢utica, opina Badia. Pese a que sienta inter¨¦s por una determinada carrera, si ese ¨¢rea de especializaci¨®n no le ha reportado buenas calificaciones durante la secundaria es preferible que sea realista y se decante por otra opci¨®n. ¡°No se trata de ver en qu¨¦ es bueno y en funci¨®n de eso escoger, sino en pensar qu¨¦ le gusta y ver si obtuvo buenas notas en las asignaturas relacionadas con ese campo del conocimiento¡±, remarca. Algunas carreras, sobre todo las cient¨ªfico t¨¦cnicas requieren tener una buena base en determinadas asignaturas como, por ejemplo, las matem¨¢ticas o la f¨ªsica.

?3. Reflexionar sobre el estilo de vida que se desea. ¡°La construcci¨®n de la identidad como persona est¨¢ fuertemente ligada a la profesi¨®n¡±, se?ala Badia. ¡°Si el propio estudiante se pregunta c¨®mo se ve a s¨ª mismo con 40 a?os, puede averiguar qu¨¦ estilo de vida quiere llevar¡±, precisa. Hay j¨®venes que prefieren trabajar en un despacho y seguir una rutina diaria, otros que se imaginan emprendiendo proyectos y otros que se ven viajando por el mundo.

Se trata de que descubra qu¨¦ es lo que le llena y le hace feliz. ¡°Trabajar es la actividad que consume m¨¢s tiempo en la vida de una persona. Por eso hay que tener claro qu¨¦ te hace vibrar y te impulsa a levantarte cada d¨ªa. Lo que uno hace de forma reiterada acaba influyendo en qui¨¦n es¡±. Tambi¨¦n hay que contemplar las salidas laborales de los diferentes grados. Por ejemplo, un licenciado en Econom¨ªa puede ser gerente de una empresa, profesor de secundaria o corredor de bolsa. Debe informarse de todas las profesiones que existen relacionadas con su abanico de intereses, sobre todo investigar nuevos puestos de trabajo surgidos, por ejemplo, a ra¨ªz de las tecnolog¨ªas. En este punto hay que valorar si aquello que le entusiasma le permitir¨¢ ganarse la vida.

4. No tomar la decisi¨®n en solitario. Aunque la decisi¨®n final tiene que ser del propio alumno, los padres y los orientadores se tienen que asegurar de que la ha tomado de forma madura. La clave reside en manejar grandes cantidades de informaci¨®n. ¡°Si el estudiante est¨¢ dudando entre tres carreras que ha analizado en profundidad, es buena se?al. En cambio, si est¨¢ indeciso y no tiene nada en mente, ah¨ª hay un problema¡±, asegura Badia. Su recomendaci¨®n es que hable con la mayor cantidad de gente posible, tanto conocidos que tienen vinculaci¨®n con ese tipo de trabajo como con profesionales en activo para descubrir qu¨¦ hay detr¨¢s de esa ocupaci¨®n. ¡°Es importante evitar que se decida por alg¨²n grado de forma aislada bas¨¢ndose ¨²nicamente en lo que ha le¨ªdo en Internet. Si, por ejemplo, est¨¢ interesado en el dise?o gr¨¢fico, hay que asesorarle sobre la demanda de ese tipo de perfiles por parte del mercado laboral o las rutinas de trabajo que conlleva¡±. Otra opci¨®n es tratar de hacer voluntariados en empresas para palpar diferentes realidades laborales.

5. Ninguna decisi¨®n es irreversible. Alejarse de la idea de que a los 18 a?os se decide el futuro de una vida es b¨¢sico para elegir un grado de forma sensata. ¡°Hay que apartar el estr¨¦s y relajarse. Incluso si se deja de estudiar durante alg¨²n periodo, la sociedad tiene muchos mecanismos y recursos para que la persona siga form¨¢ndose a lo largo de su vida¡±, plantea Badia. ¡°Los que est¨¢n en un proceso constante de aprendizaje nunca dejan de crecer¡±, a?ade. Cuando se fuerza a un alumno a que se decante por un determinado grado, normalmente suele abandonar al segundo a?o porque no era lo suyo. ¡°No hay que presionarles. Si es algo que decide ¨¦l, le pesar¨¢ y se sentir¨¢ responsable. El grado de compromiso ser¨¢ mayor¡±.