Boeing corteja con sus sat¨¦lites a Silicon Valley
El fabricante de aviones busca contratos con Apple, Facebook o Google para crecer en el sector aeroespacial
El fabricante estadounidense Boeing inicia en un mes las celebraciones de su primer centenario en el negocio de la aviaci¨®n comercial. James McNerney, su consejero delegado, asegura que la compa?¨ªa de Chicago nunca ha estado tan fuerte como ahora. "Tenemos el producto adecuado", asegura este ejecutivo de casi 66 a?os. Pero el coloso industrial estadounidense, que ensambla al m¨ªtico avi¨®n Jumbo o el innovador Dreamliner, no fabrica solo gigantescos ingenios para transportar pasajeros. En su ingente cartera de productos emerge ahora con fuerza el negocio de los sat¨¦lites de comunicaci¨®n.
Boeing tiene un nuevo objetivo: cortejar a los gigantes de Sillicon Valley como Google, Amazon, Facebook o Apple, para ofrecerles sus sat¨¦lites directamente, sin empresas de telecomunicaciones que hagan de intermediarias. Estos gigantes de Internet gestionan una enorme masa de datos que generan cientos de millones de usuarios en sus ordenadores y dispositivos m¨®viles. Boeing quiere darles los servicios de comunicaci¨®n directamente a ellos con sus sat¨¦lites. "El potencial es enorme", se?ala. Ofrece una cifra: el 70% del planeta carece a¨²n de acceso a Internet.
"Estas compa?¨ªas, que cuentan ya con una gran escala, buscan de alguna manera dirigirse directamente a proveedores de este tipo de tecnolog¨ªas como nosotros, para poder agregarlas y crear v¨ªnculos v¨ªa sat¨¦lite entre los centros de datos y sus propios sistemas, en lugar de recurrir a los proveedores de comunicaciones tradicionales", explica el ejecutivo.
El consejero delegado asegura que ser¨¢n ¡°muy agresivos¡±
Los aviones son todav¨ªa la principal fuente de ingresos de esta compa?¨ªa, que factura 90.800 de d¨®lares (80.600 millones de euros). Pero quieren apostar fuerte por los sat¨¦lites, incluidos en su divisi¨®n de redes y sistemas espaciales que el a?o pasado ingres¨® 8.000 millones de d¨®lares (7.100 millones de euros). "Es solo el inicio de una nueva tendencia y seremos muy agresivos", anticipa.
Competencia para SpaceX
Entre los competidores que tiene Boeing para llevarse el mayor trozo de la tarta se encuentra SpaceX, que planea desarrollar una red integrada por 4.000 sat¨¦lites para garantizar una conexi¨®n r¨¢pida a Internet en zonas remotas. La compa?¨ªa espacial fundada por Elon Musk tambi¨¦n es rival de Boeing en la carrera por retomar las misiones tripuladas en EE UU hacia la Estaci¨®n Espacial Internacional. "Tenemos que aprender mucho de SpaceX y lo estamos haciendo ya", se?ala McNerney.
Destaca la rapidez con la que est¨¢ innovando la compa?¨ªa de Musk y que lo est¨¦ haciendo, adem¨¢s, logrando mantener el nivel de costes tan bajo y ciclos cortos. "Es un competidor que nos tomamos muy en serio", admiti¨®. Sin embargo, cree que la penetraci¨®n de la sociedad californiana se est¨¢ produciendo en la parte baja del mercado, mientras que Boeing tiene una cartera m¨¢s amplia.
Google es una de las compa?¨ªas que apoya el sistema de su competidor SpaceX, con una inversi¨®n de 1.000 millones de d¨®lares que financia a trav¨¦s de Fidelity Investment. Eso, como se?alan desde Boeing, no significa que vaya a ser su cliente exclusivo. Todo depender¨¢ de qui¨¦n ofrezca el mejor producto y la tecnolog¨ªa para garantizar esa conectividad que demanda la sociedad actual. "El desarrollo de Boeing siempre estuvo vinculado a la evoluci¨®n del mundo", insiste McNerney.
Asume que tienen ¡°mucho que aprender¡± de su competidor SpaceX
Repasando la memoria de la compa?¨ªa, se?ala tambi¨¦n c¨®mo su negocio se ha ido adaptando a los continuos cambios en los costes. Desde la pasada cita en Londres, hace un a?o, el valor del d¨®lar se ha disparado, mientras que el precio del petr¨®leo y de las materias primas se han venido abajo. McNerney dice entre risas no sentirse como un banquero al gestionar estos bandazos. "La clave est¨¢ en dar con el equilibrio correcto para lidiar con estas situaciones", se?ala.
Lo importante, cree, es contar con un producto innovador. "Se trata al final de ofrecer aviones a tus clientes que se hacen rentables pronto", comenta. Tampoco cree que el abaratamiento del combustible vaya a tener un impacto en los planes de las aerol¨ªneas para modernizar sus flotas. "Los pedidos son m¨¢s altos cuando las compa?¨ªas son m¨¢s rentables", se?ala, "la compra de estos activos se hace con una visi¨®n a 25 a?os, no se basa en el tipo de cambio actual".
Un modelo centralizado
El avi¨®n B787 Dreamliner, su ¨²ltimo modelo, se present¨® en 2007 con el precio del barril bajo, a 40 d¨®lares. "Lo que interesa a nuestros clientes es tener un producto que cumpla con todas las contingencias, que le reduzca los costes, de calidad y que le llegue en los plazos de entrega pactados". Es una m¨¢xima que aplica tambi¨¦n para la fabricaci¨®n, ahora que su rival Airbus va a empezar a ensamblar aviones tambi¨¦n en Alabama. "Nosotros apostamos por un modelo m¨¢s centralizado".
Las aerol¨ªneas, cree, renovar¨¢n sus flotas pese a la ca¨ªda del petr¨®leo
McNerney hace tambi¨¦n una defensa f¨¦rrea de los acuerdos de cielos abiertos firmados durante la ¨²ltima d¨¦cada por EE UU. "Todos nos hemos beneficiado en la industria", asegura, en una velada cr¨ªtica a las aerol¨ªneas estadounidenses, que acusan ahora de competencia desleal a sus rivales del Golfo P¨¦rsico. Espera que el litigio entre sus clientes genere un debate entre los pa¨ªses que firman pactos, para que se lleve a un modelo m¨¢s justo.
Entre tanto, la agencia encargada de la protecci¨®n del medio ambiente en Estados Unidos acaba de anunciar que va a regular las emisiones de efecto invernadero de la aviaci¨®n comercial. "Era algo esperado, como tambi¨¦n sabemos que no se cortan al ofrecer sus puntos de vista", se?ala McNerney. Lo que s¨ª espera es que esta iniciativa, junto a las adoptadas en Europa, generen una discusi¨®n global. "No tiene sentido que haya reglas diferentes en el pa¨ªs del que despegas del que aterrizas".
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