La primavera espa?ola

De forma inesperada, la primavera ha tra¨ªdo un viento electoral que ha limpiado el ambiente pol¨ªtico espa?ol. Las elecciones municipales y auton¨®micas del pasado 24 de mayo han constituido una verdadera revoluci¨®n democr¨¢tica, entendida en el sentido de que han cambiado el sistema tradicional de partidos que hegemonizaba la pol¨ªtica espa?ola desde los a?os ochenta y, a la vez, han producido una renovaci¨®n importante de las ¨¦lites pol¨ªticas por la v¨ªa de las urnas.

?Qu¨¦ ha causado este viento? ?Qu¨¦ impacto puede tener en las pol¨ªticas p¨²blicas y en las condiciones de vida de las personas que han quedado en la cuneta del desempleo y la falta de ingresos? Y, ?ser¨¢ duradera o a esta primavera espa?ola le pasar¨¢ como a otras en otros pa¨ªses que llegaron cargadas de ilusiones y que, sin embargo, se diluyeron r¨¢pidamente? Vamos por partes.

Para comprender las causas es muy ¨²til leer el Informe sobre la Democracia 2015. Reformulando la pol¨ªtica que, dirigido por el periodista Joaqu¨ªn Estefan¨ªa y la soci¨®loga Bel¨¦n Barreiro, acaba de presentar la Fundaci¨®n Alternativas.

La primera impresi¨®n al leer el informe es de sorpresa, al observar el r¨¢pido e intenso deterioro que ha experimentado el indicador de ¡°satisfacci¨®n con la democracia¡±. Est¨¢ en su nivel m¨¢s bajo desde que se inici¨® el estudio, hace nueve a?os. De hecho, se se?ala que ¡°Espa?a es un caso extraordinario en la evoluci¨®n de la insatisfacci¨®n¡±. Es decir, lo que diferencia la situaci¨®n espa?ola respecto de otros pa¨ªses no es la insatisfacci¨®n con el funcionamiento de la democracia, com¨²n a otros pa¨ªses, sino su r¨¢pido e intenso deterioro.

Un deterioro, como es l¨®gico, muy conectado con el de otros indicadores que han experimentado tambi¨¦n un r¨¢pido e intenso deterioro, como la desigualdad y la pobreza, analizadas tambi¨¦n en el informe. Por cierto, son las personas con mayor nivel de estudios las que muestran mayor insatisfacci¨®n. Algo que no es extra?o, dado que son los sectores con mayor capacidad de ¡°voz¡±.

La coincidencia en el tiempo entre, por un lado, esta demanda insatisfecha con el funcionamiento de la democracia y la aparici¨®n de una nueva oferta pol¨ªtica posiblemente explica la tormenta perfecta que est¨¢ en el origen de esta primavera pol¨ªtica. La aparici¨®n de nuevos partidos y formaciones alternativas han hecho que los votantes hayan podido castigar la corrupci¨®n por primera vez. Este resultado puede, sin embargo, haber sorprendido a algunos. Al coincidir estas elecciones con la recuperaci¨®n de la econom¨ªa y del empleo, el PP y el Gobierno de Mariano Rajoy esperaban cobrar los dividendos de la recuperaci¨®n. Pero la econom¨ªa parece no ser suficiente ya para ganar elecciones. Es la pol¨ªtica, no la econom¨ªa, lo que es relevante.

Por cierto, adem¨¢s de los estudios sobre medici¨®n de la satisfacci¨®n y de la auditor¨ªa a la democracia espa?ola, el documento contiene otros trabajos de inter¨¦s para ver c¨®mo los partidos est¨¢n reformulando sus pol¨ªticas y sus posicionamientos. Entre ellos, el art¨ªculo del polit¨®logo Jos¨¦ Fern¨¢ndez Albertos sobre Podemos. Su an¨¢lisis nos revela c¨®mo esta formaci¨®n pol¨ªtica aparece un poco menos como ¡°el partido de los activistas indignados¡± y un poco m¨¢s como ¡°el partido de los grupos econ¨®micos excluidos y frustrados por la falta de oportunidades¡±. De ah¨ª que para Fern¨¢ndez Albertos no es casualidad que esta ¡°proletarizaci¨®n¡± de Podemos haya ido acompa?ada en el tiempo de la emergencia de un nuevo competidor electoral, Ciudadanos, que aspira a captar los votantes desafectos con los partidos tradicionales pero menos cr¨ªticos con el orden econ¨®mico existente.

?C¨®mo pueden cambiar las pol¨ªticas y los comportamientos a partir de ahora? Es a¨²n pronto para comprobarlo. Por lo que se puede entrever en los pactos para gobernar Ayuntamientos y Comunidades, aparecen dos bloques. Por un lado, el de izquierda socialdem¨®crata ¨Centre PSOE, Podemos y candidaturas alternativas¨C que est¨¢ priorizando las pol¨ªticas sociales para hacer frente a los problemas de pobreza y la marginaci¨®n. Por otro, el liberal conservador ¨Centre Ciudadanos y PP¨C que, bajo el impulso del primero, est¨¢ priorizando la regeneraci¨®n democr¨¢tica. Habr¨¢ que ir viendo como se desarrollan esos acuerdos.

Por ¨²ltimo, ?ser¨¢ duradera nuestra primavera pol¨ªtica? En sus efectos de limpieza de la pol¨ªtica s¨ª lo ser¨¢. Porque, en parte, esos efectos se ya han producido. Pero tengo dudas respecto a la permanencia en el tiempo de las coaliciones que se han formado. Y tambi¨¦n respecto a la posibilidad de que las nuevas formaciones pol¨ªticas mantengan y a¨²n aumenten en las elecciones generales del pr¨®ximo oto?o.

En buena parte, la respuesta a esta cuesti¨®n va a depender de c¨®mo los nuevos gobiernos sepan gobernar. Si logran transmitir una imagen de cohesi¨®n, de coherencia y de eficacia probablemente los votos que ahora est¨¢n como en una estaci¨®n de tr¨¢nsito en las nuevas formaciones pasar¨¢n a ser una estaci¨®n de t¨¦rmino. Por el contrario, si la ilusi¨®n y el entusiasmo que ha tra¨ªdo esta primavera se frustra como consecuencia de una mala gobernaci¨®n, muchos de esos votos volver¨¢n a la estaci¨®n de origen. Por lo tanto, la respuesta la tendremos en la rev¨¢lida electoral de oto?o.