Grexit: episodio XXVI
Lo razonable ser¨ªa aceptar un ligero d¨¦ficit en 2015 a cambio de un plan para mejorar la productividad
En enero algunos dijeron que el cambio empezaba en Grecia. Pero, como en El Gatopardo, ha sido una revoluci¨®n para que no cambie nada. Cinco meses despu¨¦s, Tsipras est¨¢ ante el mismo dilema que tuvieron Papandreu y Samar¨¢s: salir del euro y recuperar la soberan¨ªa o aceptar las condiciones.
La troika ofreci¨® a Samar¨¢s el pasado oto?o reducir los super¨¢vit fiscales primarios acordados, con el fin de suavizar los ajustes y fomentar el crecimiento. Pero prefiri¨® anticipar elecciones con la estrategia de ¡°yo o el caos¡±. Y lleg¨® el caos. Syriza en su programa electoral promet¨ªa declarar ileg¨ªtimas las ayudas de los bancos de sus antecesores y exigir a los socios europeos una quita de deuda.
Ante el temor de quiebras bancarias muchos griegos fueron a sus bancos a retirar sus ahorros. Desde el pasado diciembre Grecia ha sufrido una fuga de dep¨®sitos equivalente al 20% del PIB. Los bancos griegos han sobrevivido gracias a los pr¨¦stamos del BCE, que ha inyectado en los bancos griegos el equivalente al 35% de su PIB desde diciembre. Fuera del euro Grecia habr¨ªa sufrido una crisis similar a la de Argentina en 2001 con corralito y un aumento exponencial de la pobreza.
Pero los bancos han cortado el grifo del cr¨¦dito bruscamente, el Gobierno ha dejado de pagar a sus proveedores para priorizar el pago de salarios de los funcionarios y de los pensionistas y las empresas han frenado en seco la inversi¨®n. La econom¨ªa ha vuelto a entrar en recesi¨®n y a destruir empleo y la pobreza volver¨¢ a aumentar en Grecia.
Syriza consigui¨® en una semana ponerse en contra a todos los socios europeos pactando el Gobierno con Anel, un partido de extrema derecha antieurope¨ªsta, y aprobando medidas fuera del programa sin dinero para ponerlas en marcha. Es dif¨ªcil comprender a los griegos.
Una comisi¨®n parlamentaria acaba de declarar la deuda ileg¨ªtima a la vez que Tsipras ha propuesto un banco malo con nuevas ayudas a la banca por el 7% del PIB. Si es ileg¨ªtima ?pagar¨¢ Tsipras al FMI la pr¨®xima semana?, ?pedir¨¢n m¨¢s prestado al BCE para atender la fuga de dep¨®sitos?
Pero de nuevo la troika propone un plan que ser¨ªa contraproducente. En febrero, el Gobierno griego propuso rebajar el super¨¢vit fiscal primario previsto del 3% del PIB al 1%. Hoy, tras la recesi¨®n y la ca¨ªda de recaudaci¨®n de impuestos, alcanzar un super¨¢vit del 1% supondr¨ªa un ajuste adicional en los pr¨®ximos seis meses equivalentes al 2% del PIB. Esto, como comprobamos en Espa?a en 2012, provocar¨ªa m¨¢s recesi¨®n, m¨¢s paro, m¨¢s restricci¨®n de cr¨¦dito y acabar¨ªa aumentando la deuda.
Lo razonable ser¨ªa aceptar un ligero d¨¦ficit en 2015 a cambio de un plan para mejorar la productividad. Y empezar a negociar un plan de mutualizaci¨®n de deuda europea. El problema es que cr¨¦dito viene del lat¨ªn creer y el presidente de la Comisi¨®n ha acusado p¨²blicamente a Tsipras de mentir.
Pase lo que pase la ayuda humanitaria es necesaria y no debe ser moneda de cambio.
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