El d¨®lar, la obsesi¨®n de Argentina
La divisa estadounidense es la palabra m¨¢s buscada por los argentinos en Google
¡°El d¨ªa que tengamos todos los d¨®lares del mundo, iremos a los Estados Unidos con la guita [el dinero] de ellos y van a tener que entregarnos el pa¨ªs¡±. Con esa humorada, el comediante argentino Tato Bores, fallecido en 1996, hizo una brillante parodia que pinta de cuerpo entero la obsesi¨®n de los argentinos por el d¨®lar. El relato ¡ªque puede verse en Youtube¡ª relaciona esa aprehensi¨®n a la moneda estadounidense con un potencial delirio de grandeza generalizado y hasta con el anhelo de ¡®hacer guita¡¯ sin trabajar demasiado.
Muchos a?os despu¨¦s, la parodia tiene la misma vigencia que el tango Cambalache. La agencia de informaci¨®n financiera Bloomberg se?al¨® que los habitantes de Argentina est¨¢n introduciendo la palabra ¡°d¨®lar¡± en el motor de b¨²squeda de Google a un ritmo sin precedentes. El pa¨ªs que le sigue es Venezuela.
El comportamiento revela que esa calma que el Gobierno argentino necesita para atravesar el per¨ªodo electoral y que est¨¢ logrando a fuerza de controles, coincide con una ansiedad cada vez mas creciente de un sector de la sociedad por ver como hacerse de d¨®lares y saber si conviene comprarlos antes o despu¨¦s de las elecciones presidenciales de octubre pr¨®ximo.
OR?GENES DE LA FIEBRE
Pero antes que eso, demuestra una vez m¨¢s la relaci¨®n de los argentinos con el d¨®lar. Una fascinaci¨®n que para muchos se remonta a 1975, en ocasi¨®n del Rodrigazo, un ajuste ordenado por el entonces ministro de Econom¨ªa, Celestino Rodrigo, que duplic¨® los precios y provoc¨® desabastecimiento de gran cantidad de productos de primera necesidad, combustibles y otros suministros para el transporte. La tasa de inflaci¨®n lleg¨® hasta 777% anual y los precios nominales subieron un 183% y se devalu¨® el peso. As¨ª, el d¨®lar para transacciones comerciales aument¨® a 26 pesos, en tanto que el d¨®lar en el mercado financiero pas¨® de 15 a 30 pesos, invent¨¢ndose un ¡°d¨®lar turista¡± que se fij¨® en 45 pesos.
Varios tipos de cambio
- DOLAR OFICIAL. Es la cotizaci¨®n legal y tradicional que desde 2011 est¨¢ restringida s¨®lo para quienes puedan demostrar la "capacidad contributiva", seg¨²n palabras del entonces ministro de Econom¨ªa y actual vicepresidente, Amado Bodou.
- D?LAR LIBRE. La cotizaci¨®n m¨¢s conocida es la del d¨®lar libre, o sea, el que se comercializa en el mercado paralelo, en las 'cuevas'. Recibe el nombre de d¨®lar blue y se vende a trav¨¦s de 'arbolitos', nombre que reciben los vendedores ilegales que pululan por el microcentro porte?o y en la avenida Florida, una suerte de calle del Arenal. ?ltimamente suele cotizarse a unos tres pesos por encima del tipo oficial.
- D?LAR TARJETA. Equivale a la cotizaci¨®n del d¨®lar oficial m¨¢s el 35% que se paga como anticipo de ganancias. Se usa como referencia en el pago de las operaciones con tarjetas de cr¨¦dito y d¨¦bito, as¨ª como la compra de pasajes a¨¦reos y las operaciones en webs del exterior.
- DOLAR CONTADO CON LIQUI. Es el m¨¢s curioso. Refiere a una operaci¨®n financiera permitida por el BCRA y suele ser realizada por grandes inversores a trav¨¦s de agencias de la Bolsa de Comercio. Consiste en la compra de acciones y bonos argentinos en la plaza local para su inmediata venta en Wall Street. All¨ª se cobra en d¨®lares que son depositados en cuentas del exterior. En muchos casos, vuelven a la Argentina, se venden en el mercado paralelo y vuelve a comenzar la operaci¨®n.
- DOLAR AHORRO. Es la cotizaci¨®n que permite comprar moneda estadounidense al tipo de cambio oficial m¨¢s el 20%. Sin embargo, no se aplica el recargo si las divisas se depositan durante un a?o en un banco.
Los argentinos comenzaron a ser habituales de las casas de cambio y el rostro de Washington se instal¨® para siempre en el imaginario popular, incluso, a la hora de comentar un precio exagerado de un producto, la moneda elegida siempre ser¨¢ el d¨®lar. En la actualidad, los valores de muchos bienes importantes como las propiedades contin¨²an expres¨¢ndose en d¨®lares y muchas operaciones de mediana importancia se concretan, de ser posible, en esa moneda.
La relaci¨®n entre el peso y el d¨®lar continu¨® por un camino ¨¢rido para los bolsillos de los argentinos. La tristemente c¨¦lebre ¡°tablita¡± del ministro de Econom¨ªa Jos¨¦ Alfredo Mart¨ªnez de Hoz durante el ¨²ltimo Gobierno militar. En dicha tabla se explicaba el calendario de devaluaciones y, por ende, la futura cotizaci¨®n entre peso y d¨®lar. La medida buscaba estabilizar la econom¨ªa pero lo que hizo fue poner en evidencia la cr¨ªtica situaci¨®n de las finanzas argentinas. M¨¢s tarde, en los noventa, el gobierno del ex mandatario Carlos Menem invent¨® la convertibilidad (el uno a uno entre peso y d¨®lar) y r¨¢pidamente la convirti¨® en el principal factor psicol¨®gico de sus campa?as pol¨ªticas.
El final de ¨¦poca del kirchnerismo tambi¨¦n est¨¢ signado por el comportamiento del d¨®lar. El Gobierno de Cristina Fern¨¢ndez est¨¢ intentando evitar por todos los medios una fiebre de divisas. Para lograrlo, ha intensificado los controles sobre entidades financieras ilegales, las cuales reciben el nombre de cuevas, y se dispuso a absorber parte de la liquidez del sistema financiero.
EN DEFENSA DEL PESO
El presidente del Banco Central de la Rep¨²blica Argentina (BCRA), Alejandro Vanoli, repite en cada aparici¨®n que ¡°la situaci¨®n del mercado ¨²nico y libre de cambios es tranquilo¡± y que la entidad que dirige ¡°adoptar¨¢ las medidas que sean necesarias para mantener la estabilidad del tipo de cambio sin sacrificar el crecimiento de la econom¨ªa¡±. No obstante, las operaciones de compra de d¨®lares, las que se denominan compras de divisas para ¡®ahorro¡¯, en lo que va de julio de este a?o est¨¢n cerca de duplicar a las de julio de 2014. Por ejemplo, el pasado 8 de julio se cerraron cerca de 460.000 operaciones por un total cercano a los 336 millones de d¨®lares mientras que el mismo mes del a?o pasado adquirieron 205 millones d¨®lares en 306.923 operaciones. El pron¨®stico de c¨®mo evolucionar¨¢ el tipo de cambio es es bastante incierto si se mantiene esta incipiente fiebre por el d¨®lar ¡°Es indispensable que el Banco Central demuestre que mantiene el control del mercado cambiario. Hist¨®ricamente en los momentos previos a las elecciones hay sectores que intentan condicionar a los gobiernos con golpes de mercado¡±, expres¨® hace pocos d¨ªas Vanoli.
El ministro de Econom¨ªa, Axel Kicillof, desempolv¨® el argumento psicol¨®gico y afirm¨® que ¡°la estabilidad econ¨®mica molesta, por eso los medios hegem¨®nicos empiezan a motorizar las famosas corridas cambiarias y a enga?ar a la gente para que se vuelque a la compra de d¨®lares¡±. Pero mucho antes de eso fue otro ministro del ¨¢rea econ¨®mica, Lorenzo Sigaut, lanz¨® una frase en 1981 que se hizo celebre en cada una de las crisis argentinas y que nunca deja de provocar alguna carcajada: ¡°el que apuesta al d¨®lar, pierde¡±.
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