Las reformas de Rajoy son un desastre
Los jueces y la realidad desmochan leyes como las de la CNMC, la Airef o la reforma laboral
El varapalo del Supremo a la reforma que el Gobierno realiz¨® en 2013 sobre los organismos reguladores del mercado es de los que hacen ¨¦poca. El tribunal, como toca, es educado y plantea al de la UE (un auto que vehicula un recurso prejudicial) si comparte que la creaci¨®n de la CNMC fue un disparate.
Pero al preguntar, ya adelanta su criterio. Y prefigura el de Luxemburgo.
El Supremo cree que es un disparate porque regular las telecomunicaciones no puede hacerse bien desde un organismo de ¡°car¨¢cter no especializado¡± (es la fusi¨®n de otros siete), y que por cierto hurt¨® a Barcelona la sede de la Comisi¨®n del Mercado de Telecomunicaciones, a ver si enardec¨ªan al secesionismo.
Y porque el organismo no es bastante independiente pues carece de los ¡°poderes efectivos de intervenci¨®n¡± comparables a los controladores de protecci¨®n de datos, que incluyen la posibilidad de ¡°ordenar el bloqueo, la supresi¨®n o la destrucci¨®n¡± de datos.
Y porque naci¨® con la cacicada de purgar al presidente y consejeros de uno de los organismos antecesores, antes de acabar el mandato de seis a?os para el que fueron nombrados: per¨ªodos en que todo regulador basa su autonom¨ªa frente al poder pol¨ªtico, como ilustr¨® en su d¨ªa el debate de los Estatutos del BCE.
Es verdad que la CNMC naci¨® muy mal, bajo sospecha (la de aqu¨ª, en Crimen perfecto, 8 de enero de 2014), aunque luego ha afirmado una cierta voluntad de criterio propio.
Pero el problema no es tanto la trayectoria concreta, como el planteamiento estructural. Si el Tribunal de la UE sigue al Supremo espa?ol ¡ªsuele hacerlo contra los Gobiernos que resultan europe¨ªstas solo de boquilla, por lo que caben pocas dudas¡ª el rev¨¦s para el Gobierno Rajoy, est¨¦ en el limbo o en el purgatorio, ser¨¢ espectacular.
El problema es a¨²n m¨¢s hondo. El Gobierno se vanagloria de sus reformas estructurales como el gran motor del despegue econ¨®mico, minimizando las ca¨ªdas del euro y del petr¨®leo y la ayuda de la liquidez del BCE. Pues bien, no solo el Supremo sino otros tribunales est¨¢n enmendando la plana al Gobierno, dictaminando que otras de sus reformas tienen m¨¢s de fiasco que de acierto.
Es el caso de la reforma laboral. La ¡°ultraactividad¡± (pr¨®rroga autom¨¢tica de los convenios) que pretendi¨® la ministra F¨¢tima B¨¢?ez, fue abrogada por el Supremo el 17 de diciembre. Y el automatismo deseado sobre los despidos colectivos ha sido negado por distintos tribunales, que han fallado la nulidad o improcedencia del 46% de los expedientes de regulaci¨®n de empleo (ERE). ?Menudos cates en elementos vertebrales de la reforma! ?No saben redactar leyes!
En asuntos como la creaci¨®n de la Autoridad Fiscal Independiente (Airef), el suspenso no viene de esa torpe ignorancia legislativa. Es por obstrucci¨®n burocr¨¢tica. El FMI hab¨ªa calculado en 65 los profesionales necesarios para este organismo supervisor: son solo 31, por culpa de Crist¨®bal Montoro, y a¨²n gracias que algunos los prest¨® el Banco de Espa?a.
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