Aterrizaje forzoso en Ciudad Real

En la sala del juzgado hab¨ªa periodistas, acreedores, empresarios y un solo ofertante con varios abogados. ¡°De acuerdo, 10 millones de euros¡±, dijo la secretaria judicial. Y entonces se form¨® un barullo. En realidad, Jos¨¦ Manuel Gonz¨¢lez Porro, el hombre detr¨¢s de Tzaneen ¡ªla empresa que supuestamente cuenta con fondos chinos para comprar el aeropuerto de Ciudad Real y convertirlo en una puerta de entrada de mercader¨ªas asi¨¢ticas¡ª acababa de ofertar 10.000 euros y no diez millones. Seg¨²n los presentes, los administradores concursales, que llevaban cinco a?os trabajando en este caso, se quedaron blancos. Era el pen¨²ltimo cap¨ªtulo de una esperp¨¦ntica historia que comenz¨® ocho a?os antes con la construcci¨®n de un aeropuerto que iba a generar el 8,5% del PIB de Castilla la Mancha y que termin¨® mirando al cielo en busca de aviones.

Pero, ?c¨®mo se lleg¨® a esta extra?a situaci¨®n? Tras cinco a?os en concurso de acreedores y una decena de ofertas fallidas, los administradores convocaron una subasta sin precio m¨ªnimo y con un aval de dos millones de euros obligatorio para vender un aeropuerto privado pr¨¢cticamente a estrenar y sin deuda. El 18 de junio, el d¨ªa antes, el secretario judicial suspendi¨® la puja por considerar que en el ¨²ltimo momento se hab¨ªa incluido una opci¨®n de compra preferencial de los terrenos colindantes (la venta solo se refer¨ªa a las 520 hect¨¢reas de la pista, la terminal, la torre de control y el aparcamiento) que alteraba las bases. De las tres ofertas que se dispon¨ªan a pujar, solo una deposit¨® su aval. "Fue una maniobra para ganar tiempo", asegura un implicado directo en el caso. Y ah¨ª comienza el l¨ªo.

Si alguien ofrece 28 millones antes del 14 de septiembre se quedar¨¢ con el aeropuerto

El secretario judicial fue imputado por prevaricaci¨®n ¡ªtras demandarle Tzaneen¡ª y el juez decidi¨® al cabo de un mes que la suspensi¨®n de la subasta no era legal. Pero cuando la volvi¨® a convocar para el d¨ªa 17 de julio, solo permiti¨® participar a la empresa que hubiera depositado el aval. As¨ª que Tzaneen ¡ªo sea, Gonz¨¢lez Porro¡ª se encontr¨® sola y ofreci¨® los famosos 10.000 euros. Aunque si hubiera querido, podr¨ªa haber puesto sobre la mesa un solo c¨¦ntimo.

Tzaneen es una sociedad limitada constituida en el mes de marzo, con 4.000 euros de capital social, por el exsecretario general de la aseguradora Mapfre, que ocup¨® el cargo hasta 2011 y que ha declinado atender a este peri¨®dico a trav¨¦s de su agente de comunicaci¨®n. Este, al ser preguntado, asegura que la empresa es un mero veh¨ªculo de inversi¨®n y que es irrelevante su capital social o accionariado. De momento no hay rastro de chinos, ingleses o estadounidenses, en contra de lo que dice la agencia de comunicaci¨®n, que se ocupa, b¨¢sicamente, de rechazar dar explicaciones sobre la identidad o planes de los supuestos inversores. El nombre de la empresa, Tzaneen, no es chino, sino que hace referencia a un parque natural surafricano.

¡°Ahora mismo los socios se encuentran de viaje buscando inversores¡±, se limitan a responder desde la agencia. ?De viaje d¨®nde? ?Qu¨¦ inversores? ?Hay alg¨²n chino? Silencio. El portavoz asegura que solo se comunica con los empresarios por correo electr¨®nico.

Se sabe, eso s¨ª, que Gonz¨¢lez Porro fue compa?ero en Mapfre de uno de los antiguos socios de CR Aeropuertos: Ignacio Barco (consejero externo y vicepresidente de la filial agropecuaria de la aseguradora hasta 2008). Tambi¨¦n es constatable que hay 200 acreedores esperando poder cobrar una deuda de casi 200 millones y una empresa, la que se est¨¢ liquidando, que invirti¨® 450 millones y no est¨¢ dispuesta a perderlo todo. Adem¨¢s, la administraci¨®n concursal ha contra¨ªdo otra deuda en cr¨¦ditos contra la masa del mantenimiento de los ¨²ltimos cinco a?os de 28 millones de euros (incluidos sus honorarios) que deber¨ªan poder pagarse si llega una oferta razonable que permita cubrirlos.

Todos ¡ªabogados, administradores concursales, acreedores, antiguos propietarios¡­¡ª se juegan mucho dinero en esta extra?a partida de p¨®quer manchega. Y, de momento, todos lo perder¨¢n si finalmente se cierra la operaci¨®n en los famosos 10.000 euros que han atra¨ªdo la atenci¨®n de toda la prensa internacional. Pero hay otra fecha l¨ªmite. Y esa es la esperanza que mantienen.

La subasta permite que un nuevo comprador ponga encima de la mesa antes del 14 de septiembre 28 millones de euros (el 70% del valor de tasaci¨®n de la infraestructura, que se fij¨® en 40 millones) y se quede con ella. ¡°Eso es lo que piensan que pasar¨¢ los administradores concursales, pero no est¨¢ claro¡±, explica en su despacho Jes¨²s Barroso, el abogado de CR Aeropuertos, la sociedad que todav¨ªa ostenta la propiedad del aer¨®dromo y a la que algunos han se?alado como posible art¨ªfice de una operaci¨®n para quedarse de nuevo con el aer¨®dromo a un precio menor y con la deuda saneada. Fuentes del Gobierno regional aseguran sobre esta posibilidad que ¡°el futuro del aeropuerto no puede pasar por el pasado ni por la gente que ya estuvo involucrada en su gesti¨®n¡±. El presidente de la Junta de Castilla la Mancha, Emiliano Garc¨ªa-Page, asegur¨® el jueves que para que su Gobierno se interese por el proyecto "no debe haber especulaci¨®n" y s¨ª una "inversi¨®n".

El aeropuerto cost¨® 450 millones (170 proced¨ªan de Caja Castilla la Mancha) y se cre¨® pensando en convertirlo en un hub de carga capaz de competir con Barajas. No ten¨ªa huella sonora, as¨ª que pod¨ªa recibir vuelos las 24 horas del d¨ªa. Estaba preparado para mover a 2,5 millones de viajeros al a?o y 100.000 toneladas de carga. Est¨¢ construido con los mejores materiales, tiene una pista de aterrizaje de 4,5 kil¨®metros y un suelo urbanizable de alrededor de 1.240 hect¨¢reas listas para construir centros log¨ªsticos. Posee la ¨²ltima tecnolog¨ªa en la gesti¨®n de maletas (solo comparable en Espa?a a la de Barajas) y un despliegue de fibra ¨®ptica y cable de cobre que vale millones de euros. Iban a por todas. De hecho, se construy¨® una pasarela hasta las v¨ªas del AVE y Adif aprob¨® ah¨ª un apeadero, que lo mantendr¨ªa conectado con el centro de Madrid en tan solo 50 minutos. En el momento de su inauguraci¨®n ya hab¨ªa 200 personas contratadas esperando que aterrizara el primer avi¨®n, que no lleg¨® hasta al cabo de seis meses.

En la ciudad, todos esperan que alguien lo compre y lo ponga a funcionar. Da igual si son los antiguos propietarios, un grupo chino o la Administraci¨®n p¨²blica. Quieren que vuelvan los aviones y con ellos, la riqueza prometida. Pero esta extra?a partida parece lejos de terminar todav¨ªa.