La industria espa?ola: un impulso necesario
La proyecci¨®n del sector manufacturero es crucial e imprescindible para revitalizar el modelo productivo del pa¨ªs
Cuando ya se percibe un cambio de tendencia en los indicadores econ¨®micos, es momento de pensar qu¨¦ se ha aprendido de la situaci¨®n vivida en los ¨²ltimos a?os. Una de las lecciones que profesionales e investigadores coinciden en reconocer es la mayor fortaleza mostrada por aquellos pa¨ªses que dispon¨ªan de un sector industrial robusto con una elevada implantaci¨®n en la actividad econ¨®mica. Como corolario, todos los agentes implicados est¨¢n poniendo en valor la industria. Se ha dejado atr¨¢s un olvido de los temas industriales que rayaba en la despreocupaci¨®n y que se explicaba por el convencimiento de que otros sectores absorber¨ªan las p¨¦rdidas en la industria, en especial, con relaci¨®n al empleo. Sin embargo, se ha comprobado que este escenario es muy fr¨¢gil, ya que el efecto arrastre de la industria en la econom¨ªa y en la sociedad abarca m¨²ltiples trayectorias que se entrelazan.
En sentido positivo, se puede afirmar que la crisis ha servido para que los pol¨ªticos, pero tambi¨¦n la comunidad cient¨ªfica, abran los ojos y se est¨¦ de acuerdo en que preservar una industria potente y competitiva fortalece la econom¨ªa. Es un buen comienzo. La idea de "reindustrializaci¨®n" de la econom¨ªa est¨¢ latente en todos los ¨¢mbitos e instituciones. As¨ª, el objetivo marcado desde Europa es que en 2020 la industria genere un 20% de la renta nacional. En 2014, la industria espa?ola gener¨® el 17,5% del valor a?adido bruto (VAB) total de la econom¨ªa, mientras que en la zona euro esta cifra se situ¨® en el 19,5%.
La comparativa indica que tenemos un sector industrial m¨¢s reducido. Aunque no tanto. Durante a?os, incluso antes de la recesi¨®n, las manufacturas espa?olas han protagonizado una intensa externalizaci¨®n de servicios (como muestra el aumento del peso de los servicios a empresas en el VAB total); un fen¨®meno que no se ha producido, por ejemplo, en Alemania cuya industria supera con creces el umbral del 20%. La reindustrializaci¨®n no debe buscar que esas actividades vuelvan al seno de las empresas manufactureras, luego dicho objetivo cuantitativo debe observarse con cautela y debemos preocuparnos m¨¢s por albergar una industria que crezca v¨ªa competitividad. En este sentido, el buen comportamiento registrado en 2014, con un crecimiento en el VAB industrial del 1,5% anual, ha permitido que la aportaci¨®n de la industria espa?ola al VAB industrial de la zona euro sea del 9,6%. Esta cifra supera en un punto porcentual a la registrada en el a?o 2000 cuando la industria representaba el 20,6% del VAB total espa?ol.
En efecto, algo se est¨¢ moviendo en la industria espa?ola. Aunque el ajuste sobre el VAB, el empleo y la demograf¨ªa empresarial ha sido dram¨¢tico (especialmente en manufacturas), las empresas que han sobrevivido muestran ahora una mayor predisposici¨®n a exportar, a invertir en I+D y a contratar trabajadores cualificados. Y, lo que es m¨¢s importante, este comportamiento ha avanzado m¨¢s en las empresas peque?as y medianas.
La industria genera efectos provechosos en la econom¨ªa a trav¨¦s de las exportaciones, no en vano los productos industriales son responsables de cerca del 70% de los ingresos por exportaciones de bienes -en 2013 el comercio de mercanc¨ªas espa?olas se mantuvo en el 1,8% de la cuota mundial-. Con ello, se contribuye a mejorar el saldo exterior, aspecto fundamental para conseguir reducir la deuda externa espa?ola. El extraordinario esfuerzo de las empresas industriales espa?olas en b¨²squeda de nuevos mercados exteriores (alternativos a los tradicionales de la Uni¨®n Europea) no debe relajarse ante una demanda interna que parece reaccionar. Sin duda, la internacionalizaci¨®n de las empresas v¨ªa exportaciones debe continuar siendo una estrategia prioritaria.
Por otra parte, Espa?a no es un pa¨ªs que pueda ni deba competir en precios v¨ªa salarios. Los productos industriales espa?oles deben ser competitivos v¨ªa calidad, dise?o y tecnolog¨ªa si se quiere estar entre las econom¨ªas m¨¢s desarrolladas. Es evidente que para mantener una buena calidad, un dise?o atractivo y una tecnolog¨ªa puntera, adem¨¢s de una elevada cualificaci¨®n de la mano de obra, es preciso dedicar recursos a la I+D+i. En este sentido, cabe destacar el buen comportamiento de manufacturas con contenido tecnol¨®gico alto y medio-alto como el sector qu¨ªmico (con los productos farmac¨¦uticos a la cabeza) o el sector de material de transporte (donde, adem¨¢s del sector del autom¨®vil, sobresalen el material ferroviario o la construcci¨®n aeron¨¢utica y espacial). Pero tambi¨¦n el sector de alimentaci¨®n, bebidas y tabaco es un ejemplo a seguir ya que, aun siendo un sector tradicional, ha sabido adaptarse e incorporar nuevas tecnolog¨ªas. En definitiva, es necesario desarrollar medidas incentivadoras encaminadas a trasladar la producci¨®n desde actividades m¨¢s tradicionales hacia estos sectores m¨¢s innovadores, o bien dentro de los sectores tradicionales buscar nuevos productos que incorporen mayor valor a?adido.
Sin duda, existen numerosas v¨ªas en las que seguir trabajando para corregir debilidades, tanto desde una perspectiva privada como p¨²blica. As¨ª, por ejemplo, el Boston Consulting Group, en su ¨²ltimo ¨ªndice de competitividad industrial, pone el ¨¦nfasis en la p¨¦rdida de competitividad en la industria espa?ola como consecuencia del elevado coste de la energ¨ªa. Evidentemente, aunque existe margen de actuaci¨®n en la pol¨ªtica industrial en este terreno, las empresas deben buscar mayores ahorros energ¨¦ticos que contribuyan, adem¨¢s, a mejorar las condiciones medioambientales.
El ¨²ltimo n¨²mero de la revista Papeles de Econom¨ªa Espa?ola (editada por Funcas) profundiza en el debate y evidencia que, si bien el punto de partida tras la crisis est¨¢ siendo dif¨ªcil, es factible y necesario impulsar una industria espa?ola m¨¢s competitiva. Ahora m¨¢s que nunca, esta proyecci¨®n es crucial e imprescindible para revitalizar el modelo productivo del pa¨ªs.
Mar¨ªa Jos¨¦ Moral es editora de Papeles de Econom¨ªa Espa?ola (Funcas) y profesora titular de la UNED.
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