El riesgo geopol¨ªtico
Una suma de elecciones en este trimestre puede cambiar el sentido de la econom¨ªa
Hay una conjunci¨®n de acontecimientos electorales con influencia m¨¢s all¨¢ de sus fronteras geogr¨¢ficas. Entre ellos: el 12 de septiembre, primarias laboristas en Gran Breta?a (pueden cambiar el signo de ese partido); el 20, generales en Grecia; el 27, auton¨®micas en Catalu?a; el 4 de octubre, Portugal; el 1 de noviembre, Turqu¨ªa; el 6 de diciembre, Venezuela. Y ese mes, Espa?a, con una nueva cartograf¨ªa de partidos pol¨ªticos.
Los ciclos pol¨ªticos y los econ¨®micos tienen din¨¢micas propias, aunque se superpongan el uno al otro a veces de forma determinante. En esta coyuntura el impacto de lo pol¨ªtico est¨¢ empezando a ser superior al de otras ocasiones. Lo dec¨ªa el consejero delegado de Zurich (entre los 10 mayores grupos aseguradores del mundo), Martin Seen: "Por primera vez los mayores riesgos son los geopol¨ªticos".
?Hemos entrado en otra fase de la Gran Recesi¨®n distinta de las anteriores, con otro frenazo de la econom¨ªa? En un primer momento, el factor dominante fue el hipotecario; luego la crisis financiera tuvo m¨¢s que ver con la solvencia de los bancos que con su liquidez; a continuaci¨®n (al rev¨¦s que ahora), escasez y encarecimiento de las materias primas; m¨¢s all¨¢, los problemas del euro; desplazamiento de las dificultades desde la econom¨ªa financiera (tras paladas de dinero p¨²blico para salvarla) a la econom¨ªa real, con paro, devaluaciones internas, y un proceso de destrucci¨®n creativa de empresas en el que la destrucci¨®n era m¨¢s potente que la creaci¨®n,... Ahora, ?riesgo geopol¨ªtico?
De todos los problemas, posiblemente el m¨¢s importante sea el de China, porque no se conoce exactamente lo que est¨¢ ocurriendo ni cu¨¢nto crece. Los movimientos caprichosos de sus bolsas de valores, incluidos los rebotes del gato muerto ¡ªque recuerdan en algo al crash del 29 en Nueva York¡ª y, sobre todo, la devaluaci¨®n del yuan, que puede inducir a una guerra de divisas para evitar la fuga de capitales, son movimientos que parecen ir bastante m¨¢s all¨¢ de meras correcciones t¨¦cnicas. Pero tambi¨¦n est¨¢ la recesi¨®n de otros pa¨ªses emergentes como Brasil, la ca¨ªda del precio de las materias primas, la evoluci¨®n griega (los sondeos no indican que remita la desafecci¨®n respecto de la austeridad y el pago de la deuda p¨²blica sigue siendo imposible); la intervenci¨®n de Rusia en Ucrania y sus aires de guerra fr¨ªa; el terrorismo yihadista; los conflictos fronterizos entre pa¨ªses; o el problema m¨¢s horroroso de todo: el de los refugiados del Mediterr¨¢neo.
Habr¨¢ que sacar las runas para interpretar a la Reserva Federal (Fed) en torno a los tipos de inter¨¦s, y las declaraciones de los banqueros centrales tras su reuni¨®n anual de Jackson Hole. Mientras tanto, Espa?a sigue creciendo a un ritmo del 3,1% anual, enchufada a la ubre de la pol¨ªtica expansiva del Banco Central Europeo, a la ca¨ªda del precio del petr¨®leo y, hasta ahora, a la devaluaci¨®n del euro. Pero la deuda p¨²blica sigue creciendo, el paro contin¨²a muy alto, y en el marco de la globalizaci¨®n no s¨®lo lo bueno es contagiable. Tambi¨¦n lo malo.
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