¡°Producir un litro de leche me cuesta 37 c¨¦ntimos y me lo compran a 30¡±

¡°El sector as¨ª no puede aguantar mucho. Los ganaderos no queremos limosnas, no queremos subvenciones, queremos un precio digno para nuestro trabajo. Queremos que se dignifique nuestra profesi¨®n¡±. As¨ª se pronuncia Jos¨¦ Antonio Hern¨¢ndez, ganadero de vacas de leche. Es uno de los productores que participan en la Marcha blanca, una ruta reivindicativa que parti¨® de Le¨®n el 24 de agosto y que ha finalizado este viernes en el Ministerio de Agricultura, en Madrid, para exigir que se tomen medidas frente a la crisis de la leche. ¡°Ahora mismo me cuesta 37 c¨¦ntimos producir un litro que tengo que vender a 30. Me puedo considerar un afortunado, hay productores que reciben alrededor de 20 c¨¦ntimos¡±, cuenta Hern¨¢ndez.

Este ganadero de 43 a?os tiene dos mellizas de pocos meses y 120 vacas que producen 4.000 litros diarios de leche en Santo Tom¨¦ de Zabarcos (72 habitantes), a 27 kil¨®metros de ?vila. ¡°El Gobierno tiene que hacer de intermediario porque yo no me encuentro capacitado para negociar con la industria, por eso me pagan lo que me pagan. No puedo negociar con una multinacional, es David contra Goliat¡±, se queja Hern¨¢ndez. Critica que sus pocos miles de litros ¡°son una parte min¨²scula¡± frente a los millones que cualquiera de las empresas del sector recogen a diario y cree que el Gobierno deber¨ªa mediar, como ha ocurrido en Francia.

El ganadero califica de ¡°c¨¢rtel de la leche¡± el reparto del mercado l¨¢cteo espa?ol en unas pocas empresas. Denuncia que las compa?¨ªas les presionan cuando acuden a recoger la leche para que se la vendan m¨¢s barata, aprovechando que, al ser un producto tan perecedero, si no aceptan se ven obligados a tirar la producci¨®n del d¨ªa. La Comisi¨®n Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) mult¨® con 88 millones de euros el pasado marzo a las nueve organizaciones que, seg¨²n el organismo, se repartieron el negocio de la leche cruda entre 2000 y 2013.

¡°Ha habido casos de ganaderos con contratos por los que venden el litro de leche a 31 c¨¦ntimos durante un a?o, y a los que la empresa le ha llamado para que firmara en ese mismo momento una reducci¨®n de cuatro c¨¦ntimos por litro. Esto ha llegado a ocurrir un viernes de agosto. A ver d¨®nde encontramos otro sitio para colocar la leche. A los cinco o seis que no firmaron, no les recogieron la leche al d¨ªa siguiente¡±, denuncia el productor.

En la granja de Hern¨¢ndez la limpieza es automotora y hay rodillos mec¨¢nicos para que las vacas se rasquen. El orde?o tambi¨¦n se hace solo: las vacas, cuando a ellas les apetece, hacen cola para entrar en una m¨¢quina que conecta con precisi¨®n l¨¢ser unos tubos que extraen la leche. Afirma que no es f¨¢cil sostener la granja autom¨¢tica: hay que mantener la alimentaci¨®n de unas 240 reses (solo la mitad producen), los gastos veterinarios, de la luz o del mantenimiento de la maquinaria. Puntualiza que solo el robot orde?ador ha costado m¨¢s de 120.000 euros y Hern¨¢ndez teme afrontar el coste desorbitado que supondr¨ªa la aver¨ªa de una de las piezas.

¡°Tiras de la familia en todos los sentidos. Nunca trabajo solo ocho horas. Si no puedo contratar a un obrero, tengo que cargarme yo con todo, al final esto es mi vida¡±, sostiene Hern¨¢ndez. Explica que en el mundo de la ganader¨ªa solicitar cr¨¦ditos est¨¢ a la orden del d¨ªa, sin los cuales ser¨ªa imposible hacer frente a un imprevisto: ¡°Una granja no la puedes cerrar un mes como un bar, por eso uno aguanta lo que tiene que aguantar. Si ma?ana tuviera que vender las vacas esto se acab¨®¡±, teme este productor de leche.

Hern¨¢ndez es ganadero de segunda generaci¨®n: ¡°La ganader¨ªa es mi vida, siempre he estado con las vacas de leche¡±, afirma junto a su padre Prilidiano, conocido en el pueblo como Prili, de 81 a?os, que fund¨® la granja con cinco vacas hace 46 a?os: ¡°Yo lo que ganaba pod¨ªa emplearlo para mis cosas. Mi hijo siempre tiene que invertirlo todo aqu¨ª¡±, asegura el veterano ganadero. Ambos opinan que el sector est¨¢ pasando por demasiadas dificultades y temen que las nuevas generaciones no encuentren suficiente aliciente para continuar con la profesi¨®n: ¡°Las granjas siguen desapareciendo, van a quedar pocas y grandes. Un joven solo se motivar¨ªa con esto si ve que puede tener una vida digna, aunque sea poder escaparte alg¨²n fin de semana para tomar algo. Para eso la leche tiene que tener un precio digno y eso no lo hay¡±, denuncia Hern¨¢ndez hijo.?