Bombardier entra en barrena
La crisis china y la creciente competencia atenazan a la joya industrial canadiense
Si el valor burs¨¢til es el reflejo de la situaci¨®n por la que atraviesa una compa?¨ªa, la de Bombardier es cr¨ªtica. La multinacional de Montreal, joya industrial de Canad¨¢, arrastra este a?o un desplome del 70% en su capitalizaci¨®n. Hay m¨²ltiples factores que le ponen el viento de cara en una coyuntura econ¨®mica global complicada que merma su divisi¨®n aeron¨¢utica, la m¨¢s importante del grupo, y que amenazan con acabar partiendo la sociedad para separar el negocio ferroviario.
Los t¨ªtulos de Bombardier se cambian estos d¨ªas por poco m¨¢s de un d¨®lar en la Bolsa de Toronto, a una cuarta parte del valor comparado con el m¨¢ximo anual en noviembre. La falta de confianza de los inversores llega al extremo de que la semana pasada estuvo a poco de entrar en el infame club de los penny-stocks, de las empresas cuyos t¨ªtulos se pagan en centavos. Su capitalizaci¨®n ronda los 2.660 millones de d¨®lares canadienses (1.790 millones de euros).
El castigo en el parqu¨¦ ya provoc¨® a mediados de febrero un tumulto en la cabeza ejecutiva de Bombardier, que llev¨® a la designaci¨®n de Alain Bellemare como consejero delegado. El antiguo directivo de la compa?¨ªa de defensa United Technologies sustituy¨® a Pierre Beaudoin, cuya familia controla la sociedad y que desde entonces ejerce de presidente ejecutivo, como hac¨ªa su padre.
No pasaron dos meses y Fred Cromer, presidente de International Lease Finance Corporation, uno de los mayores compradores de aviones del mundo, fue puesto al frente de la divisi¨®n de aviones comerciales con la misi¨®n de potenciar las ventas del nuevo CSeries, su avi¨®n bandera, y del Global 7000, adem¨¢s de reorientar los programas Q y CRJ. En julio se le abri¨® la puerta al director financiero.
Seis meses despu¨¦s de tomar los mandos, Bellemare dice tener una idea mejor de lo que est¨¢ pasando. Los analistas atribuyen la situaci¨®n a la estrategia seguida en el lanzamiento del CSeries. Es un avi¨®n de 160 pasajeros que aspira a quitar clientes a los populares Boeing 737 y al Airbus 320. Pero el modelo acumula m¨¢s de tres a?os de retrasos y sus costes de desarrollo se han disparado a m¨¢s de 3.500 millones de euros.
PRIMEROS MODELOS
Las primeras entregas a Swiss est¨¢n previstas para el primer semestre de 2016. El proceso de certificaci¨®n est¨¢ completado al 80%. Pero la cartera de pedidos est¨¢ congelada desde hace un a?o en 243 unidades, por debajo de las 300 que se marcaron como objetivo para el momento de la primera entrega. Bombardier se fue, de hecho, de la feria aeron¨¢utica de Par¨ªs en junio sin formalizar un contrato.
Bellemare asegura que el avi¨®n est¨¢ superando todas las expectativas en cuanto a rendimiento y cumpliendo lo prometido a los clientes en eficiencia. Pero como se?ala Robert Spingarn desde Credit Suisse, el CSeries tiene un problema con la demanda. Empieza a explicarlo por el ciclo de pedidos. La mayor¨ªa de los potenciales clientes tienen cubiertos los huecos en sus flotas para la pr¨®xima d¨¦cada.
La situaci¨®n se complica por factores econ¨®micos que afectan a las aerol¨ªneas que operan en la Europa oriental, Rusia, Asia y Am¨¦rica Latina. De las 194 entregas previstas entre 2016 y 2018, cerca de un centenar se consideran de riesgo. Compa?¨ªas como la ucrania UTair o la rusa VIM Airlines podr¨ªan no quererlos por cuestiones geopol¨ªticas.
La debilidad econ¨®mica tambi¨¦n est¨¢ provocando una ca¨ªda en las ventas de sus aviones privados. Bombardier es especialmente vulnerable en China. Ese mercado ven¨ªa creciendo al 20% anual. Pero la moderaci¨®n de la expansi¨®n y las dificultades que ponen los bancos para financiar estas compras, junto a los casos de corrupci¨®n, est¨¢n forzando a operadores como Deer Jet a reducir sus flotas.
El temor entre los analistas es que los problemas econ¨®micos en China afecten a las perspectivas de otros pa¨ªses en la regi¨®n, lo que tendr¨¢ un impacto en los viajes y da?ar a¨²n m¨¢s las perspectivas del CSeries o del Global 7000. El abaratamiento del petr¨®leo le resta atractivo frente a otros modelos menos eficientes. De hecho, el ¨²ltimo pedido del CSeries se firm¨® con el barril en los 95 d¨®lares.
Bombardier est¨¢, en paralelo, ajustando la producci¨®n de los aviones corporativos Challenger 350 y del Global 5000 y 6000 para ponerla en l¨ªnea con la demanda global y ¡°proteger el valor de la marca¡±. A comienzos de a?o ya suspendi¨® la producci¨®n del nuevo Learjet 85. Adem¨¢s, acaba de retrasar dos a?os la entrada en servicio del Global 7000. Todo esto le llev¨® a anunciar en mayo 1.750 despidos.
Los ¨²ltimos resultados trimestrales, publicados hace un mes, revelan c¨®mo la compa?¨ªa dobl¨® el uso de efectivo para conseguir que el CSeries entre en servicio sin m¨¢s dilaci¨®n. El propio Bellemare insiste que desarrollar un nuevo avi¨®n es complejo. El problema, responden los analistas, es que Bombardier est¨¢ trabajando sobre varios modelos a la vez y hay riesgos que no puede controlar.
La econom¨ªa no es el ¨²nico problema para Bombardier. Tambi¨¦n es de competencia. Jap¨®n vuelve a intentarlo cuatro d¨¦cadas despu¨¦s en la industria de la aviaci¨®n comercial con el MRJ90, dise?ado para cubrir rutas regionales, como la serie CRJ de la firma canadiense. Mitsubishi Aircraft tiene previsto hacerlo volar a mediados de octubre y tiene un acuerdo con Boeing para comercializarlo.
El orgullo nacional
La crisis de Bombardier es un s¨ªntoma de las dificultades por las que pasa Canad¨¢. Es el ¨²nico pa¨ªs del G7 que se encuentra t¨¦cnicamente en recesi¨®n. Y con las elecciones federales previstas para el 19 de octubre, no es una sorpresa que la multinacional surja como arma arrojadiza contra la gesti¨®n de Stephen Harper.
Basta con fijarse en la reac?ci¨®n en las redes sociales tras anunciarse los despidos. "Otra bomba de Harper", se le¨ªa en Twitter, mientras se recordaba a otras fallidas empresas locales como Blackberry. Thomas Mulcair, l¨ªder del opositor Nuevo Partido Democr¨¢tico, cree inaceptable que el primer ministro no se implique en conseguir contratos.
La cuesti¨®n es si el Gobierno rechazar¨ªa, llegado el caso, salir en auxilio del grupo industrial. El Gobierno de Quebec no lo dudar¨ªa, por el impacto que tendr¨ªa en la regi¨®n.
Por si no fuera suficiente con la nueva competencia japonesa y de la china COMAC, su eterna rival brasile?a Embraer va a producir su avi¨®n corporativo Legacy 450 en Florida a partir de diciembre de 2016 para atender la demanda de aviones privados en Norteam¨¦rica, el mercado m¨¢s importante del mundo para jets corporativos. Ese modelo competir¨¢ con los Learjet m¨¢s peque?os de Bombardier.
La empresa, que naci¨® en 1942 para comercializar la moto de nieve ideada por Joseph-Armand Bombardier, es la ¨²nica compa?¨ªa que est¨¢ metida tanto en el transporte a¨¦reo como ferroviario. El grupo se plantea vender una parte minoritaria de esa divisi¨®n de trenes. Bellemare niega que haya un acuerdo de venta a Siemens, pero admite que la industria ferroviaria est¨¢ en un proceso de consolidaci¨®n y que Bombardier necesita una ¡°estrategia¡± para dar valor a su divisi¨®n.
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