En busca de los equilibrios perdidos

El proceso de globalizaci¨®n ha generado indudables beneficios para los mercados y la econom¨ªa, abriendo a las empresas nuevas geograf¨ªas y facilitando los movimientos de los capitales. Sin embargo, tambi¨¦n ha generado sistemas m¨¢s complejos que, por definici¨®n, est¨¢n m¨¢s sujetos a la teor¨ªa del caos. Hablamos de la mariposa que bate las alas en Nueva York y genera huracanes en el Pac¨ªfico.

Factores que pod¨ªan ser analizados localmente hace pocos lustros, hoy generan consecuencias globales y con reacciones dif¨ªcilmente cuantificables a priori. Pongamos como ejemplos la subida de los tipos de inter¨¦s en Estados Unidos o los bajos precios de las materias primas, concretamente del petr¨®leo.

Comenzando por la segunda, es cierto que un bajo nivel en el precio de las materias primas energ¨¦ticas genera indudables beneficios para las econom¨ªas consumidoras, tanto m¨¢s cuanto mayor dependencia exterior tengan para abastecerse. No obstante, si los precios son excesivamente bajos durante un periodo largo, este beneficio puede ponerse en duda: los pa¨ªses exportadores de petr¨®leo o gas son tambi¨¦n importadores de productos y servicios de sus clientes energ¨¦ticos. Si tienen dificultades econ¨®micas derivadas del bajo precio de sus exportaciones, m¨¢s temprano que tarde reducir¨¢n su demanda. As¨ª que podemos cuestionar que realmente sea tan beneficioso para los compradores de energ¨ªa tener un precio tan barato si con eso pierden un cliente: la demanda de sus productos a nivel global descender¨¢, y con ello la de energ¨ªa, lo cual presionar¨¢ a¨²n m¨¢s a la baja los precios, retroalimentando el proceso. Es necesario un equilibrio en los precios que ajuste oferta y demanda desde una perspectiva m¨¢s abierta, equilibrio actualmente perdido.

Pongamos tambi¨¦n como ejemplo la pol¨ªtica de tipos de inter¨¦s en Estados Unidos. Parece claro que una econom¨ªa en proceso de crecimiento y tipos actualmente nulos, como es el caso, tiene que abordar en el corto plazo un proceso de endurecimiento de su pol¨ªtica monetaria. Sin embargo, ¨¦ste no puede ser tratado desde una perspectiva local. Las econom¨ªas emergentes se encuentran en momentos dif¨ªciles y una subida de tipos de inter¨¦s excesivamente agresiva por parte de la Reserva Federal generar¨ªa contagios, liderados por la devaluaci¨®n de las divisas emergentes contra el d¨®lar, con un efecto tambi¨¦n en los tipos de inter¨¦s, lo que a su vez incrementar¨ªa los riesgos a la baja para el crecimiento global y reducir¨ªa la liquidez de los mercados.

Estados Unidos no ser¨ªa inmune. Por tanto, es necesario que la Reserva Federal tenga en cuenta las implicaciones globales de su decisi¨®n que, aunque necesaria, debe contextualizarse m¨¢s all¨¢ de sus fronteras. Ahogar a los propios clientes no es una buena pol¨ªtica. No son buenos tiempos para las decisiones unilaterales.

Alejandro Vidal es director de Estrategia de Mercados de Banca March.