Agujeros negros en la TDT

Un mill¨®n y medio de personas que viven en zonas rurales y territorios aislados o marcados por una orograf¨ªa compleja no reciben la televisi¨®n o la calidad de la se?al es deficiente. La ley exige a los canales privados llegar al 96% de la poblaci¨®n, y al 98% en el caso de los p¨²blicos. Para que la televisi¨®n llegue a los 600.000 hogares que seg¨²n estimaciones del sector est¨¢n en sombra, el Gobierno ha dise?ado planes de extensi¨®n de la cobertura.

Las comunidades han puesto en marcha concursos para adjudicar este servicio. Cellnex (filial de Abertis) y SES-Astra Ib¨¦rica (de Sociedad Europea de Sat¨¦lites) son las principales empresas que pugnan por los contratos. La primera propone llevar la televisi¨®n a las ¨¢reas remotas a trav¨¦s de redes terrestres y la segunda se apoya en el sat¨¦lite.

El proceso de licitaci¨®n tiene un mal precedente. El camino elegido por Espa?a para llevar a cabo el apag¨®n anal¨®gico y el encendido digital choc¨® con la Comisi¨®n Europa, que consider¨® incompatibles las ayudas concedidas. En 2010 SES-Astra present¨® una denuncia por considerar que no se hab¨ªa respetado la neutralidad tecnol¨®gica. La Comisi¨®n le dio la raz¨®n y declar¨® ilegales unas ayudas que ascend¨ªan a 260 millones. En un procedimiento separado, determin¨® que tambi¨¦n eran incompatibles las de Castilla-La Mancha (46 millones).

La decisi¨®n de tumbar las ayudas p¨²blicas a la TDT por ser ilegales e incompatibles implica ¡°la obligaci¨®n de devolver el dinero y el restablecimiento de la competencia mediante concursos realmente neutrales que no beneficien a una tecnolog¨ªa frente a otra¡±, sostiene Luis Sah¨²n, director general de SES-Astra Ib¨¦rica. Sah¨²n reclama que no se ¡°sobredimensionen¡± los criterios de valoraci¨®n de la soluci¨®n terrestre.

Tras el obligado cambio de frecuencia que los canales abordaron en marzo las comunidades han convocado nuevos concursos. Algunos, como el de Baleares, est¨¢n ya resueltos (adjudicado a Cellnex), otros est¨¢n en proceso de resoluci¨®n y varios han sido recurridos ante los tribunales. Una de las licitaciones conflictivas es la de Navarra. La convoc¨® el Gobierno anterior y fue adjudicada a Cellnex. Astra impugn¨® la decisi¨®n ya que, seg¨²n la ley navarra, no pod¨ªan presentarse dos empresas vinculadas. Cellnex, con su oferta, e Hispasat (en cuyo accionariado participa Abertis) con la suya, vulneraban las bases. Ambas fueron descalificadas. Hubo recurso y petici¨®n de medidas cautelares. Astra, que qued¨® en segunda posici¨®n, afirma que deber¨ªa ser la adjudicataria. El fallo est¨¢ pendiente de resoluci¨®n.

Andaluc¨ªa ha repartido la zona de cobertura en dos lotes territoriales. En Extremadura, los dos grandes operadores est¨¢n a la espera de la resoluci¨®n del concurso. El pliego de condiciones ha sido impugnado.

Dos opciones

Cellnex y SES-Astra mantienen un pulso. Para llevar las se?ales a esas zonas negras, SES-Astra apuesta por el sat¨¦lite. Esta soluci¨®n, que requiere una antena parab¨®lica y un receptor, ¡°a la larga aporta importantes ahorros para los usuarios y las Administraciones. No est¨¢ sometida a las numerosas adaptaciones de los sistemas de recepci¨®n¡±, a?ade Sah¨²n.

Por su lado, Cellnex valora la adaptaci¨®n de la tecnolog¨ªa terrestre al mapa audiovisual, basado en ¡°una televisi¨®n en abierto y con un importante componente regional y local¡±. La compa?¨ªa estima que para elegir la soluci¨®n m¨¢s eficiente, las Administraciones han de tener en cuenta que existe ¡°una infraestructura ya desplegada en gran medida por las propias Administraciones¡±.