La ONU presiona a Latinoam¨¦rica para reducir la siniestralidad vial

La alta siniestralidad en las carreteras latinoamericanas, donde la tasa de mortalidad cuadriplica la europea, ha llamado la atenci¨®n de la ONU. Ante la laxa legislaci¨®n de la regi¨®n y con el objetivo de reducir las v¨ªctimas, el organismo ha empezado a presionar a los Gobiernos para que eleven las exigencias de seguridad a los fabricantes de veh¨ªculos. El sector denuncia c¨®mo las automovil¨ªsticas venden en la zona los mismos modelos de coche que en Estados Unidos y Europa, pero con menores prestaciones: "La presi¨®n del lobby es vergonzosa".

El sonido de una intensa sirena silencia al medio centenar de personas que aguarda expectante el impacto frontal de un Renault Duster rojo. Arrastrado por un correaje subterr¨¢neo, el veh¨ªculo acelera hasta alcanzar los 64 kil¨®metros por hora e impacta, 10 segundos despu¨¦s, contra un bloque de aluminio anclado al final de la pista. El autom¨®vil rebota. El golpe seco resuena en la sala. Y los mu?ecos (dummies) colocados en los asientos se contorsionan, mientras las c¨¢maras apostadas alrededor captan cada movimiento.

Los ingenieros de Latin NCAP, un programa internacional que eval¨²a la seguridad de los coches lanzados al mercado, analizar¨¢n despu¨¦s estas im¨¢genes y los efectos del choque: qu¨¦ da?os habr¨ªan sufrido sus ocupantes. Con este tipo de pruebas, el equipo de este organismo, respaldado por la ONU, compara y denuncia c¨®mo los fabricantes venden en Latinoam¨¦rica los mismos autom¨®viles que en Europa y Estados Unidos, pero con menos prestaciones de seguridad.

"Es decepcionante ver c¨®mo modelos, como este, tienen peor equipamiento en nuestra regi¨®n", sentencia el uruguayo Alejandro Furas, secretario general de Latin NCAP, mientras a¨²n se observan a su lado algunos trozos de chapa y cristales del veh¨ªculo destrozado. A pocos metros de ¨¦l, Christian Friis Bach, secretario de la Comisi¨®n Econ¨®mica Europea de Naciones Unidas, ahonda en la misma tesis tras presenciar el impacto: "No podemos aceptar que los veh¨ªculos vendidos en los pa¨ªses de ingresos medios sean deliberadamente menos seguros. Hago un llamamiento a la industria para que garantice la aplicaci¨®n de las normas incluidas en el reglamento de seguridad vial desarrollado por la ONU. E insto a todos los Estados a ratificarlas".

Para conseguirlo, Naciones Unidas ha fijado su mirada este lustro en los Gobiernos de Latinoam¨¦rica, donde los altos ¨ªndices de siniestralidad se han convertido en un verdadero desaf¨ªo social. M¨¢s de 130.000 personas se dejan la vida cada a?o en un accidente de tr¨¢fico en esta parte del planeta. La tasa de mortalidad vial asciende en la regi¨®n a 19,2 personas por cada 100.000 habitantes ¡ªse eleva a 21 en Am¨¦rica del Sur¡ª, frente a las 10,3 de Estados Unidos y las 5,1 de Europa.

"Nos falta todav¨ªa un largo camino por recorrer. Llevamos a?os de retraso. Respecto a Europa, por ejemplo, diferimos en las normas de calidad de los veh¨ªculos y es una obligaci¨®n de los Ejecutivos latinoamericanos mejorarlas", sentencia Felipe Rodr¨ªguez, presidente del Observatorio Iberoamericano de Seguridad Vial (Oisevi) y director ejecutivo del ¨¢rea de Seguridad Vial del Ministerio del Interior de Argentina.

Al sector le queda un largo camino por recorrer. Adem¨¢s del frente abierto ante los Ejecutivos, mantiene una pelea paralela con los fabricantes y con la propia sociedad. Son los tres ejes de un problema que se retroalimenta. Al bajo nivel de exigencia marcado a las automovil¨ªsticas, que entran al mercado con menores obligaciones que en las naciones m¨¢s desarrolladas, se le suma una m¨ªnima concienciaci¨®n de la poblaci¨®n ¡ªa la que no le importa las prestaciones de seguridad a la hora de comprarse un veh¨ªculo, coinciden los expertos¡ª. Una despreocupaci¨®n que tambi¨¦n facilitan los Gobiernos, que apenas empujan para ponerle soluci¨®n.

Un airbag

"Aqu¨ª se legisla muy lentamente. En Uruguay, el airbag y el ABS solo son obligatorios desde 2014", insiste Andrea Oliver, del Autom¨®vil Club de Uruguay. Con ella coincide Diego Consentino, gerente regional de la Federaci¨®n Internacional del Autom¨®vil (FIA): "En los ¨²ltimos a?os hemos mejorado algo. Los pa¨ªses han incorporado, al menos, la seguridad vial a su agenda. Aunque existen muchas reticencias todav¨ªa. Desde luego, no ayuda la inestabilidad y continuos cambios de los Ejecutivos". "La presi¨®n del lobby automovil¨ªstico es vergonzosa", a?ade Latin NCAP a la hora de explicar los escasos avances en la materia y c¨®mo estas empresas reducen costes al ahorrarse la implantaci¨®n de m¨¢s prestaciones. Aunque en un informe sobre la evoluci¨®n de la seguridad vial en M¨¦xico la Fundaci¨®n Mapfre matiza todas estas ideas: "Algunos elementos de seguridad se han introducido masivamente gracias al esfuerzo de los fabricantes, pero tambi¨¦n son los consumidores los que marcan el ritmo en este mercado de tecnolog¨ªa y seguridad".

Apenas unos minutos despu¨¦s de que el Renault Duster se destrozase en el interior de una nave industrial situada a las afueras de Landsberg, a una hora en coche de M¨²nich, Cristian Canales, director de proyectos de la asesor¨ªa Setram de Chile, repasa en su port¨¢til varios accidentes mortales graves sucedidos en su pa¨ªs en el ¨²ltimo a?o. En base a ellos, a?ade otras dos nuevas claves que explican las dificultades de Latinoam¨¦rica para avanzar en seguridad vial: la "limitaci¨®n de recursos", que se traduce en peores infraestructuras; y la "atomizaci¨®n del mercado", que permite a las empresas ejercer una mayor presi¨®n sobre cada uno de los pa¨ªses. Como ejemplo de este ¨²ltimo punto, remacha Canales, el modelo estrellado este mediod¨ªa de septiembre en Alemania. Latin NCAP ha adquirido el veh¨ªculo en Colombia. "All¨ª hemos encontrado la versi¨®n m¨¢s b¨¢sica de este modelo. Con solo un airbag", apunta Furas, que sentencia de inmediato: "Hasta los fabricantes ya venden, incluso, el mismo veh¨ªculo con diferentes niveles de seguridad en funci¨®n del pa¨ªs de la regi¨®n".