Una regi¨®n que intenta huir de sus fantasmas
La vulnerabilidad y dependencia del exterior son el tal¨®n de la Aquiles de la transformaci¨®n econ¨®mica y social latinoamericana
No ser¨ªa extra?o que alguien de mediana edad, que ahora vota para elegir al presidente de su Gobierno en alg¨²n pa¨ªs de Am¨¦rica Latina, pasara su infancia bajo una dictadura militar, o en una zona dominada por la guerrilla. Ha sido tambi¨¦n una ¨¦poca intensa para la econom¨ªa latinoamericana, lo suficiente para dar cabida a una d¨¦cada perdida (o dos), a una d¨¦cada ganada (o dorada, seg¨²n el nivel de entusiasmo) y a un interrogante may¨²sculo. El reciente y prolongado auge alimentado por la exportaci¨®n de materias primas a precios r¨¦cord, por la entrada de capitales for¨¢neos, por la irrupci¨®n de China, se agota. ?Qu¨¦ viene ahora? ?Lograr¨¢ Am¨¦rica Latina interrumpir la sucesi¨®n de bonanzas y colapsos financieros que zarandea su econom¨ªa y su sociedad desde hace medio siglo?
¡°Tradicionalmente, la econom¨ªa latinoamericana ha estado muy influida por factores externos. Y sigue siendo as¨ª¡±, explic¨® Carmen Reinhart, de la Universidad de Harvard, al cierre de la asamblea anual del Fondo Monetario Internacional (FMI) en Lima, la capital peruana. La cita realz¨® el peso que a lo largo de los ¨²ltimos a?os ha ganado la regi¨®n en la econom¨ªa muncial, ya que el Fondo no celebraba una asamblea all¨ª desde 1967. Reinhart es autora, junto a Kenneth Roggoff, execonomista jefe del FMI, de Esta vez es distinto, ocho siglos de necedad financiera. Una obra que detalla cu¨¢ntas veces el aumento del cr¨¦dito se descontrol¨® en los buenos tiempos, cu¨¢ntas veces las deudas incobrables desataron estallidos financieros que asolan econom¨ªas. Una investigaci¨®n que revela que nueve de los diez pa¨ªses que m¨¢s veces dejaron de pagar a acreedores extranjeros en los dos ¨²ltimos siglos son latinoamericanos.
La d¨¦cada perdida
La ¨²ltima sucesi¨®n de colapsos financieros se produjo en los a?os ochenta del siglo pasado, la d¨¦cada perdida, aunque a¨²n hubo r¨¦plicas tremendas despu¨¦s. ¡°En la mayor¨ªa de los pa¨ªses fueron casi dos d¨¦cadas perdidas, con la excepci¨®n de Chile y Colombia. En Brasil hubo una crisis importante en 1998, en Argentina en 1995 y 2001, en M¨¦xico en 1994¡±, matiza Roberto Frenkel, del Centro de Estudios de Estado y Sociedad de Buenos Aires, la capital de Argentina.
Pero la d¨¦cada perdida gan¨® su t¨ªtulo a pulso. En los a?os setenta, el reciclaje de los petrod¨®lares impuls¨® la entrada de capital for¨¢neo a la regi¨®n. La deuda externa se multiplico por 15 y el empe?o por defender tipos de cambio apreciados tras la crisis del petr¨®leo de1979 agot¨® las reservas. El impago de la deuda interrumpi¨® definitivamente el cr¨¦dito exterior, las devaluaciones encarecieron las importaciones y alimentaron incre¨ªbles episodios de hiperinflaci¨®n: los precios llegaron a multiplicarse en un solo a?o por 15 en Nicaragua, por 30 en Brasil, por 70 en Per¨².
Pol¨ªticas sociales y materias primas
El presidente del Banco Mundial, Jim Yong Kim, resum¨ªa a principios de este mes de octubre de 2015 los avances sociales de Am¨¦rica Latina en el ¨²ltimo medio siglo: ¡°La esperanza de vida aument¨® de 59 a?os a 75 a?os, la mortalidad infantil se redujo de 96 por 1.000 a 16 por 1.000, la pobreza extrema baj¨® a la mitad y por primera vez en la historia, hay m¨¢s latinoamericanos en la clase media que en la pobreza¡±.
La s¨ªntesis de Kim no detallaba que esos avances se interrumpieron casi por completo en la d¨¦cada perdida de los ochenta. Y que deben mucho a lo que Eduardo Gudynas, del Centro Latinoamericano de Ecolog¨ªa Social, tilda de la ¡°conjugaci¨®n inesperada¡± en la d¨¦cada ganada (2004-2013): ¡°Los altos precios de materias primas generaron mayores excedente y se reforz¨® el papel del Estado en el ataque a la pobreza¡±.
Gudynas subraya que ¡°se privilegiaron las compensaciones en dinero¡±. Y que eso llev¨® a un resultado parad¨®jico: ¡°Frente a la promesa inicial de la izquierda, se reforz¨® la mercantilizaci¨®n de la vida social con gran impacto en sectores populares, en comunidades campesinas y en pueblos ind¨ªgenas¡±.
Hubo tambi¨¦n avances en la redistribuci¨®n de los ingresos, aunque Am¨¦rica Latina sigue siendo, de largo, el ¨¢rea m¨¢s desigual del mundo. Y Guillermo Calvo, de la Universidad de Columbia, teme que los logros sociales no logren mantenerse: ¡°El d¨¦ficit fiscal lleva a un ajuste. Puede que las transferencias a los pobres se mantengan, pero se quitar¨¢ de la inversi¨®n, se crecer¨¢ menos y se crear¨¢ menos empleo¡±, pronostica, ¡°muchos de los que han ingresado en las clases medias se van a caer de nariz¡±.
La regi¨®n, que ven¨ªa de crecer al 6% anual, empez¨® los ochenta con tres a?os en recesi¨®n, con m¨¢s paro y m¨¢s pobreza. Los noventa fueron a?os de ajustes draconianos, de pol¨¦micas privatizaciones y de reformas liberalizadoras que marginaron la redistribuci¨®n de las rentas. Menos desequilibrios, pero a costa de m¨¢s desigualdad, de m¨¢s descontento social. Y la crisis econ¨®mica global con la que comenz¨® el siglo XXI, originada en Estados Unidos, volvi¨® a amplificarse en Am¨¦rica Latina, con el corralito financiero de Argentina, a finales de 2001, como m¨¢ximo exponente.
¡°Luego, la regi¨®n encontr¨® un rumbo com¨²n en el que la adopci¨®n de reg¨ªmenes cambiarios m¨¢s flexibles jug¨® un papel determinante, para bien¡±, apunta Frenkel. Adem¨¢s, a la cautela en la pol¨ªtica macroecon¨®mica se sum¨® una nueva agenda pol¨ªtica en la que la intervenci¨®n del Estado (escolarizaci¨®n, lucha contra la pobreza, atenci¨®n sanitaria) gan¨® peso. Brasil, que combin¨® el legado econ¨®mico ortodoxo de Fernando Henrique Cardoso con la pol¨ªtica social de Lula da Silva (elegido presidente en 2003) fue la mejor ense?a de la nueva etapa, con acentos nacionales muy diversos. Adem¨¢s, el viento del exterior soplaba otra vez a favor.
Para Jos¨¦ Antonio Ocampo, de la Universidad de Columbia (EE UU), ¡°el quinquenio de crecimiento excepcional, el que va de 2004 a 2008¡±, debe mucho ¡°a una especie de alineaci¨®n de los astros¡±. ¡°La regi¨®n aprovech¨® un crecimiento r¨¢pido del comercio internacional, buenos precios de las materias primas, oportunidades de emigraci¨®n y grandes flujos de financiaci¨®n¡±, recita el profesor colombiano, antes de concluir: ¡°Nada de eso existe ya¡±. El frenazo de China, la d¨¦bil recuperaci¨®n de los pa¨ªses avanzados de la crisis de 2009 y el desplome del precio de las materias primas acaparan ahora el escenario mundial.
La facilidad aparente con la que Am¨¦rica Latina sorte¨® la crisis financiera global de 2009 se tom¨® como una se?al de fortaleza. ¡°Cuando hubo ese primer aviso, se consider¨® un ajuste transitorio y pes¨® el consejo del FMI de hacer pol¨ªticas fiscales y monetarias expansivas. Pero desde 2011 qued¨® claro que no era transitorio. Y ahora los capitales salen, se agrava el d¨¦ficit exterior y las monedas se deprecian¡±, se?ala Frenkel.
Malos consejos
Al aviso de 2009, insiste Ricardo Caballero, profesor de Econom¨ªa en el Massachusetts Institute of Technology (MIT), ¡°se respondi¨® con gran soberbia¡±. ¡°Recuerdo una conferencia en el FMI tres o cuatro a?os atr¨¢s, donde varios gestores pol¨ªticos de la regi¨®n declararon el fin de los sudden stops [un frenazo repentino de la financiaci¨®n privada internacional], como resultado de la adopci¨®n de tipo de cambio flotante y la emisi¨®n de deuda en moneda local. Hice all¨ª la observaci¨®n de que no hab¨ªamos visto los sudden stops tradicionales debido a la pol¨ªtica monetaria extraordinariamente acomodaticia de los pa¨ªses desarrollados, y al sostenido crecimiento de la demanda de China por nuestros productos¡±, puntualiza el profesor chileno. Con la inminente subida de los tipos de inter¨¦s en Estados Unidos en el horizonte m¨¢s pr¨®ximo, a la regi¨®n se le acumulan los problemas.
Las condiciones exteriores empeoran, y las perspectivas de Am¨¦rica Latina ¡ªel FMI vaticina una leve recesi¨®n este a?o¡ª, se llevan el peor golpe. Una relaci¨®n causa-efecto familiar, que obliga a mirar lo que se hizo en el ¨²ltimo boom, un balance de luces y sombras. ¡°La etapa de bonanza provocada por un aumento del precio de las materias primas y de la entrada de capitales suele ser una invitaci¨®n al desastre en la regi¨®n. Esta vez la gesti¨®n fue algo m¨¢s prudente, con mejores pol¨ªticas econ¨®micas¡±, sostuvo Reinhart.
¡°Hubo alguna medida positiva al principio, algunos ahorros de los ingresos extraordinarios, pero inmediatamente se consider¨® que los altos precios de las materias primas respond¨ªan a una situaci¨®n permanente¡±, opina Guillermo Calvo, tambi¨¦n profesor de Econom¨ªa en la Universidad de Columbia. ¡°Ahora el d¨¦ficit p¨²blico y el d¨¦ficit exterior no dejan de crecer. La regi¨®n hizo la fiesta, pero se acab¨®, hay que ajustar otra vez¡±, concluye.
¡°Tuvimos un episodio de lo que se conoce como enfermedad holandesa. Cuando el precio y la producci¨®n de un bien de exportaci¨®n sube mucho, las materias primas en nuestro caso, generalmente arruinan al resto del sector exportador, a trav¨¦s de una apreciaci¨®n sostenida del tipo de cambio¡±, a?ade Ricardo Caballero. ¡°La apreciaci¨®n cambiaria llev¨® a una desindustrializaci¨®n en todos lados¡±, corea Frenkel. ¡°En algunos casos, los ingresos del auge de las materias primas sirvieron para financiar la construcci¨®n de infraestructura, la reducci¨®n de indigencia, o algunos ensayos productivos. Pero no se revirtieron algunos problemas hist¨®ricos, como la educaci¨®n o la seguridad ciudadana¡±, media Eduardo Gudynas, del Centro Latinoamericano de Ecolog¨ªa Social (CLAES), con sede en Montevideo, la capital uruguaya.
El corralito de Argentina fue la onda m¨¢s expansiva de una crisis en la zona
Lo que queda por ver es si la regi¨®n es capaz de salir del camino trillado en el ¨²ltimo medio siglo. ¡°Las depreciaciones no han alentado la inflaci¨®n, eso no lo hab¨ªamos visto antes, es una esperanza de que se gestione bien el ajuste. Pero cantar victoria es muy prematuro¡±, dice el argentino Guillermo Calvo.
Con un retroceso que el FMI estima en el 10% del PIB este a?o y una inflaci¨®n que casi se triplica ya, Venezuela ha demostrado ser la m¨¢s vulnerable al choque externo. ¡°Ha vuelto a lo peor de las ¨²ltimas d¨¦cadas, pero no tiene el impacto en la regi¨®n que podr¨ªa tener una econom¨ªa como la brasile?a¡±, opuso Reinhart. ¡°Estoy muy preocupada por la situaci¨®n de Brasil. A la vulnerabilidad despu¨¦s de una larga etapa de bonanza, se suman cuestiones internas, un bloqueo pol¨ªtico, casos de corrupci¨®n, que interaccionan con los factores externos¡±, a?adi¨®
Motivos coyunturales
Ocampo ve, sin embargo, en la recesi¨®n brasile?a ¡°m¨¢s razones coyunturales que estructurales¡±. Y, tambi¨¦n, razones para el optimismo: ¡°La deuda externa es m¨¢s baja, la situaci¨®n fiscal de partida es mejor, no hay procesos de hiperinflaci¨®n, y yo creo que Am¨¦rica Latina, tras un periodo de duda, va a mantener el acceso a la financiaci¨®n exterior, aunque m¨¢s cara¡±.
La regi¨®n de Am¨¦rica Latina vuelve al punto de partida. ¡°S¨®lo con que esta vez la regi¨®n evite las crisis financieras, ser¨ªa un gran paso¡±, expuso Reinhart. El primero de muchos hacia un crecimiento m¨¢s equilibrado: ¡°la desindustrializaci¨®n ha sido excesiva, la inversi¨®n en tecnolog¨ªa muy baja, y queda mucho por hacer para lograr una educaci¨®n de calidad, un sector p¨²blico eficaz, y una mejora en las infraestructuras que potencie el crecimiento¡±, sintetiza Ocampo.
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