Jap¨®n en el espejo
Los ¨²ltimos 30 a?os en ese pa¨ªs son una gran lecci¨®n de econom¨ªa para el mundo
Hace 30 a?os, el ¨ªndice Nikkei de la bolsa japonesa se cotizaba a 12.685 puntos. Durante los siguientes cuatro a?os acumul¨® una de las mayores aceleraciones de la historia burs¨¢til, culminando en un m¨¢ximo de 38.916 puntos. El tama?o de la burbuja era de dimensiones espectaculares. En aquel momento, el valor de los terrenos donde se asienta el Palacio Imperial en Tokio se estimaba superior al valor del terreno de todo el Estado de California. 30 a?os despu¨¦s, el ¨ªndice Nikkei cotiza a 17.725 puntos, menos de la mitad de su valor m¨¢ximo y tan solo un 30% por encima de su valor de hace 30 a?os. Toda una cura de humildad.
Los ¨²ltimos 30 a?os en Jap¨®n son una gran lecci¨®n de econom¨ªa para el mundo, y un gran experimento para extraer lecciones que puedan iluminar las dif¨ªciles decisiones que habr¨¢ que tomar en las pr¨®ximas d¨¦cadas. Jap¨®n fue criticado de manera agresiva hasta el a?o 2007, acusando a las autoridades japonesas de haber cometido m¨²ltiples errores que hab¨ªan generado una, que luego fueron dos, d¨¦cadas perdidas. Cuando los gobiernos y bancos centrales occidentales vieron lo dif¨ªcil que era gestionar el revent¨®n de sus propias burbujas, las cr¨ªticas desaparecieron r¨¢pidamente.
Jap¨®n nos ense?a el futuro. Fue el primer pa¨ªs que tuvo que lidiar con una crisis financiera a gran escala, y con una deuda p¨²blica de m¨¢s del 100% del PIB. El primero que sufri¨® las consecuencias del envejecimiento de la poblaci¨®n. El primero que redujo los tipos de inter¨¦s a cero y adopt¨® una pol¨ªtica de expansi¨®n cuantitativa. El primero que se tuvo que enfrentar a la trampa estructural pol¨ªtica del dominio de las generaciones m¨¢s mayores en las decisiones de pol¨ªtica econ¨®mica.
Haber sido el primero en todo ha supuesto un coste para Jap¨®n. Tuvo que luchar contra la deflaci¨®n cuando el resto del mundo todav¨ªa trataba de reducir la inflaci¨®n, lo cual cre¨® un contexto excesivamente prudente para evaluar los riesgos de las pol¨ªticas reflacionistas del Banco de Jap¨®n y le llevo a conformarse con una inflaci¨®n del 0%. Combinado con una pol¨ªtica fiscal en lucha permanente contra el elevado d¨¦ficit, y una ausencia casi total de reformas para combatir el envejecimiento de su poblaci¨®n, el resultado fue una pol¨ªtica econ¨®mica excesivamente restrictiva que limit¨® el crecimiento. Cuando luego fue golpeado por la crisis asi¨¢tica de 1997, el pa¨ªs era todav¨ªa muy fr¨¢gil, con un sistema bancario que todav¨ªa no hab¨ªa purgado los excesos de la burbuja. Cuando fue golpeado otra vez, en 2007, por la crisis estadounidense y europea, el pa¨ªs acababa de alzar vuelo. El terremoto de Fukushima puso a prueba la resistencia de la poblaci¨®n. La nueva pol¨ªtica econ¨®mica del primer ministro Abe, la ¡°Abeconomia¡±, es el resultado de este largo periodo de aprendizaje.
Quiz¨¢s a la tercera ir¨¢ la vencida. El nuevo contexto econ¨®mico mundial, enfocado en la lucha contra la deflaci¨®n, ha facilitado que el Banco de Jap¨®n adopte una pol¨ªtica monetaria mucho m¨¢s agresiva y acertada y una relaci¨®n cooperativa, en lugar de conflictiva, con la pol¨ªtica fiscal. Las reformas est¨¢n surtiendo efecto, poco a poco. El Tratado de Comercio del Pac¨ªfico (TPP) contribuir¨¢ a liberalizar un sector servicios todav¨ªa muy anquilosado. La participaci¨®n de la mujer en el mercado laboral ha aumentado r¨¢pidamente, hasta niveles similares a los de EE UU, contribuyendo a paliar un poco el envejecimiento demogr¨¢fico. Las reformas del sistema de pensiones, ajustando los beneficios a la evoluci¨®n demogr¨¢fica, han mejorado su sostenibilidad. El crecimiento en los ¨²ltimos a?os ha sido robusto, y el desempleo est¨¢ en m¨ªnimos hist¨®ricos.
Jap¨®n es el futuro, y Espa?a deber¨ªa mirarse en ese espejo
Pero Jap¨®n sigue padeciendo fuertes problemas estructurales. Un exceso cr¨®nico de capital invertido, resultado de una pol¨ªtica econ¨®mica demasiado enfocada en fomentar la inversi¨®n, que ha generado unas tasas de retorno del capital muy bajas. La baja productividad de sus empresas, causada por la deslocalizaci¨®n de sus multinacionales que ha truncado el proceso de difusi¨®n de la productividad hacia sus empresas peque?as (el mismo problema que tiene Espa?a, muchas empresas muy peque?as y poco productivas). Un nivel de deuda elevad¨ªsimo lastrado por un sistema impositivo sobre el consumo excesivamente benigno, con tasas de recaudaci¨®n del IVA muy bajas, y un abultado gasto futuro en salud.
En estas tres d¨¦cadas el PIB japon¨¦s ha aumentado un 58%, la mitad que en EE UU. Pero esto es enga?oso, debido al estancamiento de la poblaci¨®n japonesa. El PIB per c¨¢pita ha aumentado pr¨¢cticamente lo mismo en Jap¨®n que en EE UU. Esto explica porqu¨¦ se ha mantenido la cohesi¨®n social, ya que a pesar de las apariencias la poblaci¨®n ha seguido aumentando su bienestar. Los pol¨ªticos dimiten cuando cometen errores, quiz¨¢s hasta en exceso; no es de extra?ar que Jap¨®n sea uno de los pa¨ªses siempre en los puestos altos de las clasificaciones de calidad democr¨¢tica.
Jap¨®n es el futuro, y Espa?a deber¨ªa mirarse en ese espejo. Empresas m¨¢s grandes, fomento de la productividad, mercado laboral m¨¢s eficiente con mayor participaci¨®n femenina, apertura al libre comercio, liberalizaci¨®n del mercado interior, sostenibilidad de las pensiones. A?adamos la reducci¨®n de la desigualdad y de la corrupci¨®n. Y, sobre todo, como ha demostrado el primer ministro Abe, coherencia y seriedad de la clase pol¨ªtica ante la adversidad, en lugar de buscar siempre el beneficio propio y la v¨ªa escapatoria r¨¢pida. Si por desgracia la pr¨®xima recesi¨®n llega pronto, espero que hayamos aprendido algo de Jap¨®n en las tres ¨²ltimas d¨¦cadas.
?ngel Ubide es senior fellow del Peterson Institute for International Economics y asesor del PSOE.
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