Tiempos duros en el Golfo
Los precios del crudo ponen en entredicho las inversiones de las monarqu¨ªas ¨¢rabes
Los ¨¢rabes del Golfo van a tener que bajarle el dobladillo a las chilabas. La persistencia de los bajos precios del petr¨®leo est¨¢ obligando a sus gobiernos a replantearse tanto las subvenciones a la energ¨ªa, una de las patas del generoso Estado de bienestar que les ofrecen, como las grandes inversiones con las que estimulan las econom¨ªas locales. Hasta ahora un colch¨®n de reservas financieras les ha permitido mantener con peque?os ajustes su envidiable nivel de vida. Los llamamientos a realizar cambios estructurales chocan con el temor a desestabilizar el ¨²nico rinc¨®n de Oriente Pr¨®ximo que no est¨¢ en llamas.
La ca¨ªda del barril de crudo ¡ªdesde los 115 d¨®lares que lleg¨® a cotizarse en junio de 2014 a escasos 50 durante este mes de noviembre¡ª ha supuesto un duro impacto para los seis miembros del Consejo de Cooperaci¨®n del Golfo (CCG). Aunque con diferencias entre ellos, Arabia Saud¨ª, Bar¨¦in, Emiratos ?rabes Unidos (EAU), Kuwait, Om¨¢n y Qatar obtienen entre el 60% y el 90% de sus ingresos de los hidrocarburos. En el caso de Arabia Saud¨ª, el peso pesado de la pen¨ªnsula Ar¨¢biga y el mayor exportador de petr¨®leo del mundo, eso se ha traducido en un 21,6% de d¨¦ficit presupuestario este a?o.
¡°Para esos pa¨ªses, el descenso de los precios ha supuesto grandes p¨¦rdidas en los ingresos, que se elevan a la sorprendente cifra de 360.000 millones de d¨®lares s¨®lo en 2015¡±, se?al¨® Masood Ahmed, director del departamento de Oriente Pr¨®ximo y Asia Central del Fondo Monetario Internacional (FMI), al presentar el ¨²ltimo informe sobre Perspectivas Econ¨®micas para Oriente Pr¨®ximo y Asia Central a mediados de noviembre en Dub¨¢i.
A pesar de ello, Arabia Saud¨ª sigue insistiendo en aumentar la producci¨®n para defender cuota de mercado y ha abandonado su papel de ¡°banco central del petr¨®leo¡±, que le llevaba a reducir la extracci¨®n para mantener los precios. De acuerdo con los analistas, el pa¨ªs almacena cantidades r¨¦cord de crudo debido al descenso de la demanda. Sus exportaciones cayeron a 6,99 millones de barriles diarios en agosto desde los 7,28 millones del mes anterior, mientras sus reservas se elevaban a 326,6 millones, una cifra sin precedentes desde 2002, seg¨²n la web de la Iniciativa Conjunta de Datos de Petr¨®leo (JODI), con sede en Riad.
El FMI, varias agencias de calificaci¨®n de riesgos y algunos grandes bancos han alertado de la necesidad de que las petromonarqu¨ªas emprendan reformas fiscales para contener el d¨¦ficit y preservar las reservas financieras que han acumulado durante los a?os de bonanza. El problema no es s¨®lo que el barril de petr¨®leo haya perdido un 60% de su precio, sino la falta de indicadores de recuperaci¨®n a corto o medio plazo. Ese organismo estima que se alcanzar¨¢n los 63 d¨®lares en 2020. La Agencia Internacional de la Energ¨ªa, por su parte, considera en su ¨²ltimo informe que para esa fecha se podr¨ªa llegar a los 80 d¨®lares, a medida que oferta y demanda se ajusten. En cualquier caso, lejos de los niveles de 2014.
Tal perspectiva ¡°est¨¢ debilitando el crecimiento y aumentado los riesgos en la regi¨®n¡±, advierte el FMI. De momento, los gobiernos del CCG han recurrido a sus dep¨®sitos en los bancos locales, sus reservas financieras, e incluso el endeudamiento (Riad y Doha han emitido bonos) para seguir sufragando los fastuosos programas de gasto p¨²blico con los que las respectivas familias reales mantienen la paz social. Aun as¨ª, el organismo internacional calcula que sus d¨¦ficits van a rondar una media del 13% del PIB este a?o y sugiere que tendr¨¢n que hacer esfuerzos para controlar el gasto, reformar los precios de la energ¨ªa y ampliar las fuentes de ingresos no relacionadas con el petr¨®leo.
Medidas de contenci¨®n
En el ejercicio en curso, s¨®lo Om¨¢n, cuya econom¨ªa es una de las m¨¢s modestas del CCG, ha reducido sus gastos de defensa y protegido sus inversiones de capital. El Gobierno de Bar¨¦in, embarrancado en una crisis pol¨ªtica y social desde 2011 por las protestas de la mayor¨ªa chi¨ª contra el monopolio de poder por la familia real (sun¨ª), anunci¨® un recorte en el presupuesto equivalente al 3,5% del PIB, pero no marc¨® fechas de cumplimiento. Kuwait, el m¨¢s dependiente del petr¨®leo y tambi¨¦n el que tiene mayores cotas de libertad pol¨ªtica, ha recortado el gasto corriente no esencial. Mientras, Qatar mantiene limitada su inversi¨®n p¨²blica y Abu Dhabi ha frenado las transferencias de capital a sus empresas estatales.
En el caso de Arabia Saud¨ª, el FMI ha dicho que sus planes fiscales no son suficientemente transparentes. La agencia de calificaci¨®n financiera Standard & Poor¡¯s le rebaj¨® a finales de octubre en un nivel, a ¡°A+¡±, la nota de largo plazo a causa de su d¨¦ficit. La medida provoc¨® una airada reacci¨®n en el Reino del Desierto, donde destacados economistas y hombres de negocios cuestionaron el excesivo ¨¦nfasis en la ca¨ªda del petr¨®leo frente a los fundamentos. ¡°La econom¨ªa saud¨ª ha estado creciendo de forma sostenida durante los ¨²ltimos cinco a?os y tiene toda la pinta de que va seguir por ese camino a pesar de la desalentadora perspectiva global y el declive de los precios del petr¨®leo¡±, declar¨® Sami Al-Nwaisir, presidente de Al Sami Holding Group, citado por Arab News.
El tono del debate es una indicaci¨®n de lo que est¨¢ en juego. La mayor¨ªa de los analistas coinciden en se?alar que los gobiernos del CCG tienen complicado recortar gastos debido a las elevadas expectativas de bienestar de sus poblaciones y la inestabilidad pol¨ªtica de la regi¨®n. Con el agravante de que dos millones de j¨®venes van a incorporarse al mercado laboral antes de 2020, sobre todo en Arabia Saud¨ª, y el FMI no ve posibilidades de empleo para 570.000 de ellos. Eso elevar¨¢ la tasa de paro del 12,75% actual hasta un 16%, a pesar de depender de 20 millones de inmigrantes, en su mayor¨ªa obreros poco cualificados procedentes de Asia.
El petr¨®leo que mana bajo las arenas del desierto ar¨¢bigo ha acostumbrado a sus habitantes a agua, electricidad y combustibles altamente subvencionados, educaci¨®n y sanidad gratuitas, ayudas al matrimonio, tierra sobre la que levantar sus casas, pr¨¦stamos a bajo inter¨¦s para construirlas, y hasta hace poco, un puesto de trabajo garantizado en el sector p¨²blico. Todo ello sin pagar impuestos y aderezado con ocasionales bonos (con motivo de la llegada al trono de un nuevo gobernante o para calmar tensiones sociales durante la primavera ¨¢rabe), condonaci¨®n de deudas, e incluso, invitaciones para acompa?ar a su equipo de f¨²tbol a una final, como ha ofrecido el heredero de Dub¨¢i a 400 compatriotas para animar al Al-Ahli en China.
Algunos de estos pa¨ªses han empezado a atajar la sangr¨ªa de las subvenciones energ¨¦ticas. EAU desregul¨® el pasado verano el precio de las gasolinas y Abu Dhabi, uno de los emiratos de esa federaci¨®n, ha aumentado desde enero las tarifas del agua y la electricidad. Kuwait, por su parte, ha retirado este a?o las subvenciones al di¨¦sel y el queroseno. Bar¨¦in ha incrementado el precio del combustible para usos industriales. Son medidas inusitadas en una regi¨®n donde la abundancia de oro negro ha hecho que varias generaciones crecieran convencidas de que la energ¨ªa barata es un derecho de cuna, y resulta m¨¢s caro un litro de agua que de otro de gasolina.
Arabia Saud¨ª va a gastar este a?o unos 52.000 millones de d¨®lares anuales en subvencionar el consumo energ¨¦tico de sus 30 millones de habitantes (un 8% del PIB), seg¨²n Samba, uno de los principales bancos del pa¨ªs. Esa cifra se hace insostenible con los actuales niveles de d¨¦ficit. De acuerdo con los datos que maneja el FMI, a ese ritmo de gasto y si no se ponen remedios, el pa¨ªs acabar¨ªa con sus reservas financieras en cinco a?os.
De ah¨ª tal vez que el ministro de Petr¨®leo, Ali Naimi, admitiera el pasado octubre que estaban ¡°estudiando¡± un recorte a esas ayudas. Era la primera vez que el veterano ministro (lleva 20 a?os al frente de la cartera m¨¢s importante del reino) mencionaba esa posibilidad en p¨²blico, aunque luego haya tratado de restar importancia a sus palabras diciendo que por ahora no es una urgencia. Pero si Arabia Saud¨ª no contempla reformar los precios de la energ¨ªa ni establecer impuestos (s¨®lo EAU parece estar considerando seriamente la introducci¨®n de un IVA y un impuesto de sociedades), ?c¨®mo va a responder al reto de la ca¨ªda de ingresos y el aumento de poblaci¨®n?
Los analistas han vuelto la vista a la experiencia de las crisis de 1981 y 1986. Si estas sirven de gu¨ªa, los recortes van a hacerse en las llamadas capex, o inversiones en bienes de capitales, es decir aquellas que mejoran la capacidad productiva, y no en el delicado terreno de los subsidios al consumo. De hecho, el Gobierno saud¨ª ya ha indicado que va a disminuir los gastos en infraestructuras en el presupuesto de 2016. Adem¨¢s, ¨¦ste ya no incluir¨¢ los bonos que con motivo del ascenso al poder del rey Salm¨¢n se distribuyeron a principios de a?o entre los ciudadanos del reino.
¡°En general, hay un mayor escrutinio de los proyectos, se est¨¢ intentando rebajar el gasto. El Gobierno saud¨ª ha recibido instrucciones de buscar aprobaci¨®n para cualquier nuevo desembolso y tiene una gran presi¨®n para reducir costes¡±, asegura a Negocios Robin Mills, experto en temas de energ¨ªa y autor de The Myth of the Oil Crisis. Mills se?ala que ¡°algunos de los proyectos de baja prioridad se han parado o ralentizado¡±.
Proyectos parados
Entre estos se mencionan la ciudad econ¨®mica Rey Abdal¨¢, una de las cuatro anunciadas en 2005 para afrontar la escasez de viviendas para las nuevas generaciones de saud¨ªes; los numerosos estadios programados dentro de los planes para ofrecer alternativas de ocio a los j¨®venes; o la expansi¨®n del metro de Riad, una obra que lidera la espa?ola FCC. Fuentes de esa empresa desmienten, sin embargo, cualquier cambio en los planes. ¡°No se ha parado nada, se mantienen el proyecto y los plazos¡±, subrayan a la vez que dejan constancia de que los pagos se reciben con puntualidad. Otra cuesti¨®n distinta es que se aplace una segunda fase del metro que todav¨ªa no est¨¢ licitada. Una respuesta similar se obtiene de Pablo V¨¢zquez, el presidente del consorcio espa?ol que est¨¢ construyendo el AVE a La Meca. En su opini¨®n, se trata de un proyecto ¡°muy estrat¨¦gico¡± que previsiblemente estar¨¢ protegido frente a posibles recortes. No obstante, V¨¢zquez apunta que ¡°a medio plazo es indudable que el impacto sobre el presupuesto de los bajos precios del petr¨®leo nos afectar¨¢ por una doble v¨ªa: parte del pago de la obra es en riales saud¨ªes y de seguir as¨ª, la moneda se ir¨¢ depreciando respecto al euro. Por otro lado, un cliente con estrecheces presupuestarias es m¨¢s dif¨ªcil que pueda querer extensiones (nuevos ramales o m¨¢s trenes, por ejemplo) de lo inicialmente acordado¡±.
¡°Si Arabia Saud¨ª tuviera de verdad problemas graves, eso querr¨ªa decir que el resto de exportadores estar¨ªan en la ruina y no es el caso¡±, relativiza Amir-Hadi Tabdili Partovi, un operador de materias primas que trabaja en la regi¨®n, quien asegura tambi¨¦n que hay mucha especulaci¨®n interesada alrededor del precio del petr¨®leo. Asimismo, Tabdili Partovi apunta que, adem¨¢s de las enormes reservas en relaci¨®n con su poblaci¨®n, el reino ¡°cuenta con 670.000 millones de d¨®lares¡± en su fondo soberano.
Aun as¨ª, la postergaci¨®n de algunas infraestructuras y el recorte del gasto p¨²blico han empezado a hacer mella en el sector privado, donde se acusa la recesi¨®n. Seg¨²n la agencia de informaci¨®n econ¨®mica Bloomberg, el Gobierno saud¨ª se est¨¢ retrasando en los pagos y algunas empresas tardan al menos seis meses en cobrar sus trabajos. Adem¨¢s, tambi¨¦n intenta rebajar los precios en algunos contratos ya cerrados. En c¨ªrculos petroleros preocupa que un agravamiento de la crisis econ¨®mica pueda causar inestabilidad social y debilitar a la monarqu¨ªa, ya embarrancada en una cuestionable guerra en Yemen. ¡°Estamos a¨²n lejos de eso. [El petr¨®leo bajo] est¨¢ afectando a la econom¨ªa. Si no se paga a los contratistas, lo que ya est¨¢ sucediendo, y se retrasan los pagos, tendr¨¢ un impacto en el sector privado. Pero ?causar inestabilidad? Estamos a¨²n lejos de eso¡±, subraya Mills.
El mensaje oficial quiere transmitir tranquilidad. El reino va a seguir invirtiendo en su sector de gas y petr¨®leo, tal como explic¨® el pr¨ªncipe Abdulaziz Bin Salman, viceministro saud¨ª de Petr¨®leo y uno de los hijos del rey, ante una reciente conferencia de energ¨ªa en Doha (Qatar). El razonamiento oficial es que los recortes de inversi¨®n que se est¨¢n viendo en otros pa¨ªses van a afectar a la producci¨®n, en especial fuera de la OPEP, lo que pondr¨¢ en entredicho la seguridad del abastecimiento y encarecer¨¢ los precios en el plazo de uno o dos a?os, vindicando as¨ª la pol¨ªtica saud¨ª de aguantar sus posiciones a pesar de todo.
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