Finiquitos de oro por fiascos enormes

?Se puede recompensar por los errores? S¨ª, y con cifras bastante generosas. Un claro ejemplo es Abengoa. El grupo energ¨¦tico va camino de convertirse en el mayor concurso de acreedores de la historia empresarial espa?ola y sus acciones se han desplomado. Sin embargo, los gestores que han dirigido el grupo andaluz en los ¨²ltimos a?os han dejado la empresa con indemnizaciones millonarias. Los ejecutivos de Abengoa no son los ¨²nicos que han cobrado finiquitos de oro tras salir de una empresa en serias dificultades. Otros casos recientes son Indra y FCC en Espa?a, o Volkswagen en Alemania. El nuevo C¨®digo de Buen Gobierno trata de poner l¨ªmites a estas situaciones.

Tras 25 a?os en el cargo, el expresidente de Abengoa, Felipe Benjumea tuvo que dejar la compa?¨ªa el pasado 24 de septiembre. El movimiento, forzado por los bancos acreedores, se sald¨® con una indemnizaci¨®n equivalente a 11,48 millones de euros por cese anticipado del contrato, pacto de no competencia y "bonificaci¨®n por permanencia". Por su parte, el ex consejero delegado, Manuel S¨¢nchez, que abandon¨® su puesto en mayo pasado "por motivos personales", cobr¨® 4,48 millones y tiene pendiente el cobro de otros 3,3 millones si la empresa cumple objetivos. Adem¨¢s, tanto Benjumea, que ahora es "presidente de honor" del grupo, como S¨¢nchez, han percibido un sueldo anual de 4,5 millones cada uno en los ¨²ltimos cuatro ejercicios.

Otro finiquito de oro se produjo en Indra. Despu¨¦s de 22 a?os, Javier Monz¨®n dejaba la presidencia el pasado 29 de enero. Al salir de la empresa, Monz¨®n accedi¨® a los 12,1 millones que ten¨ªa en su sistema de ahorro a largo plazo (un a?o antes el consejo elimin¨® el blindaje de su contrato a cambio de engordar su pensi¨®n) y adem¨¢s activ¨® la cl¨¢usula de no competencia valorada en casi cuatro millones. El nuevo equipo gestor de Indra ha planteado un ERE para 1.700 trabajadores y present¨® unas p¨¦rdidas de 561 millones hasta septiembre por diferentes saneamientos. El 18 de noviembre Indra destituy¨® a Monz¨®n como presidente de honor por entender que no hab¨ªa dado toda la informaci¨®n sobre la situaci¨®n de la empresa.

Anterior en el tiempo pero tambi¨¦n pol¨¦mica fue la indemnizaci¨®n de Baldomero Falcones cuando dej¨® FCC. El ex consejero delegado de la constructora ces¨® a principios de 2013. El blindaje de Falcones estipulaba una indemnizaci¨®n de 11,5 millones, aunque finalmente el finiquito se situ¨® en 7,5 millones. FCC perdi¨® 1.500 millones en 2013 y 721 millones en 2014 debido a las deudas y a los saneamientos por las inversiones fallidas realizadas durante los a?os precedentes. Tras ampliar capital por 1.000 millones, Esther Koplowitz ha perdido el control en favor de Carlos Slim.

El tema de los paraca¨ªdas dorados, como se conoce en la jerga a estos blindajes, no es exclusivo del mercado espa?ol. Martin Winterkorn, ex consejero delegado de Volkswagen, abandon¨® el cargo en septiembre tras el esc¨¢ndalo por el trucaje de millones de coches. En el momento en el que dej¨® el cargo los derechos de pensiones de Winterkorn sumaban 28 millones de euros. Adem¨¢s, existe la posibilidad de que cobre una indemnizaci¨®n equivalente a dos a?os de sueldo (en 2014 cobr¨® 16 millones), aunque este punto depende de c¨®mo haya catalogado el consejo de Volkswagen su despido (procedente o no).

El Gobierno y la CNMV, a trav¨¦s de la ¨²ltima reforma del C¨®digo de Buen Gobierno de las empresas cotizadas, han tratado de imponer ciertos l¨ªmites a estas pol¨ªticas salariales. El grupo de expertos que ha elaborado el nuevo texto cree que las remuneraciones deben ser adecuadas "para atraer y retener a los consejeros del perfil adecuado", pero tambi¨¦n recuerdan que los contratos tienen que incorporar los mecanismos precisos "para evitar la asunci¨®n excesiva de riesgos y la recompensa de resultados desfavorables".

En concreto, en lo que se refiere a los finiquitos, el nuevo c¨®digo (entra en cumplimiento en los informes que manden las empresas a principios de 2016 correspondientes al ejercicio 2015) pide a las compa?¨ªas que cumplan (y de lo contrario que explique por qu¨¦ no lo hacen) la siguiente recomendaci¨®n: "que los pagos por resoluci¨®n del contrato no superen un importe establecido equivalente a dos a?os de la retribuci¨®n total anual y que no se abonen hasta que la sociedad haya podido comprobar que el consejero ha cumplido con los criterios de rendimiento previamente establecidos". La pelota queda ahora en el tejado de las empresas.