Bruselas lleva a los tribunales a Berl¨ªn por emisiones de Mercedes

Oto?o gris para la reputaci¨®n de?la industria automotriz alemana. Coincidiendo con el en¨¦simo mea culpa de Volkswagen por el trucaje de miles de coches, la Comisi¨®n Europea llev¨® ayer a Berl¨ªn a los tribunales de nuevo por las emisiones: esta vez, por permitir a Daimler, el fabricante de los lujosos Mercedes, usar gases refrigerantes terminantemente prohibidos por las consecuencias sobre el efecto invernadero en los sistemas de aire acondicionado de los veh¨ªculos. Bruselas da ese paso con a?os de retraso, pero dispara con bala: denuncia la connivencia entre las autoridades alemanas y el sector bandera de la industria germana.

Berl¨ªn "no ha dado los pasos necesarios", asegura Bruselas, para cumplir una directiva

Una de las claves de la crisis bancaria que estall¨® con la quiebra de Lehman Brothers fue la complicidad entre la banca del Atl¨¢ntico Norte y unos supervisores capaces de mirar una y mil veces hacia otro lado. La crisis de la industria automotriz alemana traza un paralelo evidente con el hurac¨¢n financiero: Bruselas sugiere cada vez con m¨¢s fuerza que los mecanismos de control no funcionan por la indulgencia de los supervisores con los fabricantes de veh¨ªculos. La Comisi¨®n Europea ¡ªel brazo ejecutivo de la UE¡ª llev¨® ayer al Tribunal de Justicia europeo a Alemania. La acusa de permitir al grupo Daimler usar como refrigerante en sus coches un gas prohibido por el efecto invernadero que provoca. Y de no adoptar durante a?os ninguna medida correctiva pese a los continuos avisos de las autoridades europeas.

Bruselas llega tarde: Berl¨ªn permiti¨® la entrada de veh¨ªculos del grupo Daimler en el mercado europeo a sabiendas de que no cumpl¨ªan con la directiva europea desde 2011. Las autoridades alemanas facilitaron que se ampliara una homologaci¨®n anterior para saltarse las normas, en connivencia con la industria. Adem¨¢s, nunca se aplicaron sanciones, a pesar de los repetidos toques de atenci¨®n europeos.

Daimler anunci¨® en octubre que sus coches ¡ªb¨¢sicamente, las clases E y S¡ª cumplir¨¢n con la regulaci¨®n, pero solo a partir de 2017: la Comisi¨®n estima que hay caso y los tribunales deber¨¢n decidir por los miles de veh¨ªculos vendidos a partir de enero de 2011, con la entrada en vigor de la normativa europea de aires acondicionados.

A Bruselas le ha costado cuatro largos a?os de incumplimientos demandar a Alemania, pero a cambio en estos momentos el caso va m¨¢s all¨¢ de Mercedes. Europa es consciente que desde el estallido del esc¨¢ndalo Volkswagen ¡°todos los ojos est¨¢n puestos en la industria automotriz¡±, explic¨® ayer la comisaria Elzbieta Bienkowska, quien subray¨® la importancia de poner en marcha ¡°una reforma regulatoria y un mayor activismo a todos los niveles¡±.

M¨¢s supervisi¨®n

Bruselas trabaja en una propuesta para reforzar la independencia de los mecanismos de control y de los supervisores en la industria automovil¨ªstica, ante los graves problemas detectados a ra¨ªz del esc¨¢ndalo de Volkswagen, que vuelven a ponerse de manifiesto con Mercedes.

El caso viene de lejos. Bruselas prohibi¨® en 2011 los gases refrigerantes que usaban los veh¨ªculos de Mercedes en los sistemas de aire acondicionado por su efecto contaminante. Las autoridades alemanas no movieron un solo dedo para evitarlo, pese a que la marca (que aduc¨ªa que no cambiaba esos gases por seguridad) exporta por toda Europa. Tanto las autoridades de transporte alemanas como la Comisi¨®n han reiterado que los gases refrigerantes que se negaba a usar Mercedes para cumplir con la directiva son perfectamente seguros. Francia lleg¨® a prohibir la importaci¨®n de los Mercedes durante el verano de 2013.

Daimler asegur¨® hace apenas dos meses que finalmente cumplir¨¢ con todos los requisitos regulatorios, pero solo a partir de enero de 2017. Mercedes se compromet¨ªa as¨ª a ¡°cumplir con la directiva europea¡±, am¨¦n de insistir en sus ¡°est¨¢ndares de seguridad¡± y en la ¡°protecci¨®n del medio ambiente¡±. Pero puede que para 2017 la justicia europea haya emitido ya su veredicto, a la vista de que la corte de justicia de Luxemburgo suele tardar en torno a un a?o para resolver este tipo de demandas.