Los aeropuertos regionales sobreviven a golpe de subvenci¨®n
Las ayudas p¨²blicas sostienen a¨²n decenas de rutas a¨¦reas, una pr¨¢ctica que no han frenado ni la crisis ni las denuncias a Bruselas
La burbuja de los aeropuertos ha ido m¨¢s all¨¢ de los centenares de millones de euros gastados en sembrar Espa?a de pistas de aterrizaje. Para atraer tr¨¢fico a las flamantes infraestructuras ¨Cy a las m¨¢s antiguas que se encontraron de s¨²bito con una competencia nueva- comunidades aut¨®nomas, municipios, empresas p¨²blicas o entes tur¨ªsticos llevan a?os repartiendo subvenciones entre las compa?¨ªas a¨¦reas para abrir nuevas rutas. Algunos de esos enlaces son de imposible rentabilidad, como ya advirti¨® en 2011 la Comisi¨®n Nacional de la Competencia, que cifraba en 250 millones de euros las ayudas entregadas en los cinco ejercicios anteriores.
Ni la crisis ha frenado esa pr¨¢ctica, en la que se han gastado al menos otros 100 millones en los ¨²ltimos tres a?os y a la que han recurrido en alg¨²n momento casi todos los 47 aeropuertos espa?oles. El a?o pasado se repartieron 30 millones m¨¢s, con fiascos como un improbable enlace entre Vitoria y Nueva York o la vida ef¨ªmera de Le¨®n Air, que dur¨® menos de tres meses. Las aerol¨ªneas argumentan que todos los medios de transporte, como es el caso del tren, tienen alg¨²n tipo de ayuda p¨²blica.
El caso de Castilla y Le¨®n ilustra hasta d¨®nde ha llegado la fiebre aeroportuaria. En 2005, al tiempo que se abr¨ªa una nueva terminal en Salamanca (150.000 habitantes), se ampliaba la pista de Le¨®n (130.000 habitantes). Le¨®n volvi¨® a alargar la pista dos a?os m¨¢s tarde coincidiendo con la inauguraci¨®n del aeropuerto de Burgos (180.000 habitantes). Hasta 2011, las instituciones locales gastaron 65 millones en buscar vuelos. Cada pasajero en Burgos sali¨® por 226 euros al erario p¨²blico, en Salamanca por 82 y en Le¨®n por 45. Cuatro a?os despu¨¦s, no han consolidado una demanda estable. En el ¨²ltimo mes, Salamanca registr¨® 134 pasajeros, Burgos 240 y Le¨®n 939.
Un consorcio constituido por la Diputaci¨®n y el Ayuntamiento de Le¨®n en apoyo del aeropuerto lleg¨® incluso a crear en 2003 su propia aerol¨ªnea. Lagun Air fue vendida dos a?os m¨¢s tarde a un grupo de 30 constructores locales. Quebr¨® en 2008 y con ella se enterraron 20 millones de dinero p¨²blico. Otro empresario leon¨¦s volvi¨® a la carga este a?o: present¨® Le¨®n Air y gan¨® en Burgos el concurso para fletar vuelos a Barcelona. Antes de tres meses se fue al garete.
David Ramos, del departamento de Geograf¨ªa de la Universidad de Salamanca, lleva a?os investigando estas ayudas p¨²blicas y calcula que desde 2011 a 2014 han sumado 100 millones, de los que Ryanair se ha llevado la mitad y Air Nostrum casi un tercio. ¡°Reunir datos es muy dif¨ªcil, porque los acuerdos han estado mucho tiempo rodeados de opacidad, algunos incluso con car¨¢cter confidencial¡±, explica Ramos. ¡°Lo llamativo es que, pese a una cierta reducci¨®n, aqu¨ª los recortes apenas han afectado¡±. Con el auge de las aerol¨ªneas de bajo coste, el patrocinio p¨²blico se ha extendido por toda Europa, no sin controversia. Air France denunci¨® por pr¨¢cticas contra la libre competencia a Ryanair, a la que Bruselas tambi¨¦n expedient¨® por sus cobros en Girona y Reus. La Comisi¨®n Europea acab¨® por dictar en 2014 una nueva directiva para limitar las ayudas y hacerlas m¨¢s transparentes.
En el resto de Europa, sin embargo, buena parte de los incentivos se canalizan a trav¨¦s las l¨ªneas declaradas de Obligaci¨®n de Servicio P¨²blico (OSP), enlaces que no son rentables pero que la UE permite subvencionar por considerarlos indispensables para la comunicaci¨®n de ciertas zonas. En Espa?a, mientras las ciudades hacen la guerra por su cuenta, se ha usado poco esa v¨ªa: hay solo 17 l¨ªneas OSP frente a 57 en Francia, 40 en Italia y 28 en Portugal.
¡°Con las ¡®low cost¡¯, competir sin ayudas es imposible¡±, explica un t¨¦cnico municipal curtido en negociaciones con aerol¨ªneas. ¡°Adem¨¢s, si gastas 90 millones en una terminal, no puedes dejar de gastar un mill¨®n en promocionarla. Cierto que hay que casos en que, m¨¢s que atraer visitantes, se subvencionan los viajes de los propios vecinos¡±. Ahora, la mayor¨ªa de las ayudas ya se reparte mediante concurso p¨²blico. ¡°Todos los acuerdos que tenemos nosotros los hemos ganado en libre concurrencia¡±, se?ala un portavoz de Air Nostrum, quien admite que ¡°la mayor parte de esas rutas no son rentables¡±. ¡°Es una cuesti¨®n de siembra. Aspiramos a que lo sean en el medio y largo plazo¡±, a?ade. Y se?ala que una de las v¨ªas es el uso de los aviones como veh¨ªculo publicitario.
A Le¨®n lleg¨® en octubre el AVE, que ha situado la ciudad a menos de dos horas de Madrid. El aeropuerto ha logrado en los ¨²ltimos meses rutas a Barcelona, Valencia, Baleares y Canarias a cambio de un mill¨®n de euros que se llev¨® Air Nostrum en concurso p¨²blico. ¡°El tren y el avi¨®n pueden ser complementarios¡±, defiende el presidente del Consorcio del aeropuerto, Francisco Casta?¨®n, quien admite que sin ayudas la ciudad no tendr¨ªa vuelos y que la mayor parte del tr¨¢fico es a¨²n de salida. ¡°Tenemos que seguir trabajando porque el aeropuerto es muy importante para la provincia y su promoci¨®n tur¨ªstica. Y estamos orgullos¨ªsimos y content¨ªsimos de darle sentido¡±.
Canarias, bajo los auspicios de Bruselas
Gracias a su condici¨®n de regi¨®n ultraperif¨¦rica, Canarias cuenta con una autorizaci¨®n expresa de Bruselas para patrocinar rutas con dinero p¨²blico. La Comisi¨®n Europea permiti¨® al Gobierno de las islas crear un Fondo de Desarrollo de Vuelos, dotado con 10 millones de euros para cuatro a?os. ¡°Pero estamos gastando mucho menos, sobre un mill¨®n al a?o, porque luego hemos visto que no necesit¨¢bamos m¨¢s¡±, explica el viceconsejero de Turismo, Crist¨®bal de la Rosa. El archipi¨¦lago intenta as¨ª captar turistas de ciudades europeas que no figuran entre las grandes capitales ¨Ccomo Lyon, Cracovia o Varsovia- donde los estudios del departamento de Turismo han detectado un flujo de visitantes a Canarias a trav¨¦s de otros vuelos con escalas. ¡°Es una buena f¨®rmula que las instituciones ayuden a las compa?¨ªas a descubrir mercados potenciales¡±, se?ala De la Rosa. ¡°Aunque a veces nos equivoquemos, est¨¢ funcionando¡±.
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