?Por qu¨¦ bajar¨¢ el precio de la gasolina en M¨¦xico?

Es el sue?o de todo automovilista. Los precios de las gasolinas en M¨¦xico bajar¨¢n un 3% a partir del primer d¨ªa de 2016. Este es el segundo paso que el Gobierno mexicano da para liberar el coste de los combustibles como parte de la reforma energ¨¦tica aprobada en 2013. Aunque esta es la primera vez en la historia del pa¨ªs que las gasolinas reducen sus precios, las tarifas de este insumo contin¨²an siendo de las m¨¢s altas de Am¨¦rica Latina.

El plan para M¨¦xico es que en 2018 los combustibles en el pa¨ªs se vendan al precio del mercado tras 76 a?os de tarifas fijadas por el Estado. ¡°No hay una raz¨®n profunda para que sigamos teniendo un monopolio gubernamental y precios administrados en el mercado de gasolinas¡±, asegura Miguel Messmacher, subsecretario de Ingresos. El cambio es sustancial para una poblaci¨®n acostumbrada a aumentos mensuales en los precios de los combustibles. La gasolina magna (regular) se vender¨¢ a 0,76 d¨®lares por litro (13,16 pesos mexicanos) cuando su coste durante 2015 fue de 0,79 d¨®lares por litro (13,57 pesos mexicanos).

M¨¦xico sigue manteniendo tarifas generosas en un entorno en el que el precio del barril de petr¨®leo se encuentra deprimido, y en el que el mercado en el resto del mundo mantiene costes bajos para los combustibles. El pa¨ªs sigue teniendo como ¨²nico proveedor de combustibles a la empresa estatal Petr¨®leos Mexicanos (Pemex) y de alg¨²n modo intentar¨¢ introducir este a?o la liberalizaci¨®n del sector a trav¨¦s de dos pasos: los permisos para la apertura de gasolineras privadas (aunque se abastecer¨¢n con gasolina de Pemex) y el cambio mensual del precio de la gasolina con referencia al coste del crudo.

Para fijar el precio de los combustibles la Hacienda mexicana mirar¨¢ hacia los costes de los refinados que se producen en Texas (Estados Unidos) y agregar¨¢ una base de impuestos que garantizar¨¢n los ingresos que el Estado recibe por el consumo de gasolinas. En medio de la crisis en el mercado petrolero, del que dependen buena parte de los ingresos de M¨¦xico, Messmacher se?ala que la implementaci¨®n del Impuesto Especial Sobre Producci¨®n y Servicios (IEPS) --aprobado este a?o en el Congreso-- garantizar¨¢ ingresos de 10.997 millones de d¨®lares (190.000 millones de pesos) para las arcas del Estado.

Los consumidores pueden esperar que los precios suban y bajen conforme a tres variables: la inflaci¨®n (que en M¨¦xico se ha mantenido en menos del 3%), los precios del petr¨®leo en el mundo y las estaciones del a?o seg¨²n la producci¨®n mundial de crudo (invierno, precios bajos; verano, precios altos; primavera y oto?o, costes intermedios). De cualquier forma, el Estado mexicano seguir¨¢ vigilando los precios de las gasolinas y no permitir¨¢ que incrementen o disminuyan su coste m¨¢s all¨¢ de un 3%, ha explicado Messmacher.

M¨¦xico importa el 53,8% de los combustibles que consume a trav¨¦s de Pemex. La reforma energ¨¦tica tendr¨¢ pendiente para 2017 los permisos para que empresarios del sector importen gasolinas desde cualquier pa¨ªs del mundo. En 2018, tanto los precios como el origen de los productos ser¨¢n los mismos que en pa¨ªses como Estados Unidos y Brasil.

?Por qu¨¦ la gasolina es m¨¢s barata en Houston?

Pemex abri¨® en diciembre una estaci¨®n para repostar gasolina en Houston (Texas). Los precios en esa gasolinera se fijaron en 0,41 d¨®lares por litro (6,96 pesos mexicanos), casi en la mitad de lo que la petrolera mexicana vende el refinado en M¨¦xico. Esto se debe a que la gasolina en Estados Unidos no est¨¢ sujeta a una importante carga fiscal como la que impone M¨¦xico. Adem¨¢s, el resto de las compa?¨ªas que venden combustibles en esa regi¨®n (Exxon, Shell, Chevron) fijan sus precios seg¨²n el coste del barril de petr¨®leo --que ahora est¨¢ por debajo de los 30 d¨®lares-- y buscan competir entre ellas para ganar la preferencia del consumidor. Este modelo es el que en 2018 deber¨¢ existir en M¨¦xico.