El yuan a¨²n no es una moneda de reserva
Los mercados financieros chinos est¨¢n muy poco desarrollados y son poco transparentes
Tras su inclusi¨®n en los Derechos Especiales de Giro (DEG) del Fondo Monetario Internacional (FMI) se ha extendido la idea de que el yuan chino ya es una moneda reserva merecedora de pertenecer al selecto club de las cinco divisas m¨¢s importantes del mundo. Es m¨¢s, si leemos la prensa especializada en los mercados internacionales como el Financial Times o el Wall Street Journal parece que el renminbi (RMB) ya ha superado a la libra y el yen y pronto va a poder competir con el euro o incluso el d¨®lar. Nada m¨¢s lejos de la realidad.
La rivalidad vende, pero los datos cantan. El uso del yuan tanto en el comercio como en las finanzas internacionales sigue siendo limitado. En el ¨¢mbito de las finanzas, aunque es cierto que alrededor de 70 bancos centrales tienen moneda china en sus reservas, estas compras suelen ser gui?os diplom¨¢ticos hacia Pek¨ªn. Las cantidades son muy peque?as. Menos del 1% de divisas mundiales. Esto hace que el RMB sea la s¨¦ptima moneda en reservas, lo que equivaldr¨ªa a estar en la segunda divisi¨®n de las divisas por detr¨¢s incluso del d¨®lar australiano y el canadiense. En emisi¨®n de bonos la moneda china pierde una posici¨®n, siendo octava, y en el mercado de cambio de divisas es la novena, en este caso superada por el franco suizo y el peso mexicano. China todav¨ªa aplica controles al movimiento de capitales. Eso hace que el yuan no sea libremente convertible y por lo tanto, su atractivo como dep¨®sito de valor sea reducido.
Aparentemente, por el lado comercial el yuan ha logrado m¨¢s avances. Seg¨²n SWIFT, la moneda china es la cuarta m¨¢s usada en pagos internacionales. Bancos muy activos en China como Standard Chartered y HSBC estiman que el 25% del comercio chino ya se est¨¢ pagando en yuanes. Pero estas cifras est¨¢n infladas. El 70% del comercio internacional pagado en yuanes es con Hong Kong, una ciudad que no se computa como tal pero es china. Adem¨¢s, mucho del tr¨¢fico en RMB se debe a pura especulaci¨®n. Las diferencias en el tipo de cambio y en los tipos de inter¨¦s entre el yuan de Hong Kong y el de la China Continental crean unas posibilidades de arbitraje muy tentadoras. Finalmente, no hay que confundir la funci¨®n de medio de intercambio con la de unidad de cuenta. Muchos de los pagos del comercio internacional chino se realizan en yuanes, pero la factura (y por lo tanto el riesgo en el tipo de cambio) casi siempre est¨¢ en d¨®lares. Esto quiere decir que en realidad el yuan est¨¢ en la tercera divisi¨®n, intentando subir a la segunda.
?Qu¨¦ tendr¨ªa que hacer China para llevar el yuan a la primera divisi¨®n de las divisas? Una moneda reserva se construye sobre tres pilares. 1) Confianza en su econom¨ªa y sistema pol¨ªtico; 2) unos mercados financieros desarrollados; y 3) una red de transacciones amplia. Est¨¢ claro que China cuenta con el tercer pilar. Es la mayor potencia comercial del mundo, y muchos pa¨ªses dependen de su econom¨ªa. Los mercados financieros chinos, sin embargo, est¨¢n muy poco desarrollados y son poco transparentes. En realidad son un gran casino donde las asimetr¨ªas en el acceso a la informaci¨®n y la corrupci¨®n est¨¢n muy extendidas.
Esto hace que el primer pilar, el de la confianza, sea todav¨ªa muy d¨¦bil. Las autoridades chinas han gestionado bien su econom¨ªa en los ¨²ltimos treinta a?os, pero hay muchas dudas sobre el futuro. En el ¨¢mbito monetario, el banco central chino ha anclado su moneda al d¨®lar durante mucho tiempo, por lo tanto todav¨ªa no se ha ganado una reputaci¨®n como buen gestor del dinero. En cuanto al entorno de negocios, en un mundo donde los inversores prefieren marcos legales basados sobre principios liberales y el estado de derecho, el r¨¦gimen del Partido Comunista Chino todav¨ªa genera muchos recelos e incertidumbres. Mientras esto sea as¨ª, el yuan no ser¨¢ una moneda reserva.
Miguel Otero Iglesias es investigador principal para la econom¨ªa pol¨ªtica internacional en el Real Instituto Elcano y autor del libro The Euro, the Dollar and the Global Financial Crisis publicado por Routledge.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.