AMC imagina los cines del futuro

Los cines viven un momento extra?o. Las salas en Estados Unidos cerraron el a?o pasado con una recaudaci¨®n r¨¦cord de 11.000 millones de d¨®lares. Pero este resultado se lo deben al rendimiento en taquilla del retorno de las sagas de la Guerra de las Galaxias, de Parque Jur¨¢sico y de Mad Max. Los oscuros espacios rectangulares van a necesitar m¨¢s que efectos especiales en la gran pantalla para sobrevivir a las fuerzas reales que est¨¢n a un golpe de clic.

Adam Aron acaba de asumir el cargo de consejero delegado del grupo de entretenimiento AMC perfectamente consciente de que las nuevas tecnolog¨ªas de distribuci¨®n de contenido audiovisual permiten tener las pel¨ªculas al alcance de los dedos desde cualquier dispositivo m¨®vil y proyectarlas desde el sof¨¢ a la pantalla de alta definici¨®n en el sal¨®n gracias a la red wifi. Por eso, dice, su gran reto es elevar el list¨®n de las proyecciones en las salas para ¡°hacer la experiencia a¨²n m¨¢s espectacular¡±.

Los gur¨²s del negocio ya est¨¢n imaginando como ser¨¢n los cines del futuro. La clave para su supervivencia pasa, dicen, por convertir las salas tradicionales en verdaderos parques de atracci¨®n de alta tecnolog¨ªa, capaces de sumergir al visitante en un viaje multisensorial. Es una experiencia similar a la que se podr¨ªan tener en un crucero. De eso sabe algo Aron, que estuvo tres a?os al frente de la compa?¨ªa Norwegian y en la que mantiene un asiento en su consejo de direcci¨®n.

Se tratar¨ªa de fusionar el mundo de ficci¨®n con lo real, en un paso m¨¢s all¨¢ de las proyecciones en tres dimensiones que llevaron a James Cameron a arrasar en taquilla al final de la pasada d¨¦cada con Avatar. Esa pel¨ªcula hiperrealista cambi¨® por completo la experiencia del p¨²blico al ir a ver pel¨ªculas. Cameron ya hab¨ªa advertido entonces que la tecnolog¨ªa que utiliz¨® para crear Terminator hace m¨¢s de dos d¨¦cadas hab¨ªa cambiado, pero tambi¨¦n la manera en la que el espectador consum¨ªa el contenido.

AMC es la segunda mayor cadena de cines en Estados Unidos por detr¨¢s de Regal. El grupo de entretenimiento fue adquirido en mayo de 2012 por Dalian Wanda. El grupo de inversi¨®n controlado por el promotor inmobiliario Wang Jianlin, el hombre m¨¢s rico de China y la d¨¦cimo tercera mayor fortuna del planeta, pag¨® 2.600 millones de d¨®lares por la compa?¨ªa estadounidense. La operaci¨®n le convirti¨® en el mayor propietarios de cines del mundo.

El ejecutivo es el elegido para dar un paso m¨¢s all¨¢ de la tecnolog¨ªa Imax y el 3D

La adquisici¨®n super¨® en valor los 1.800 millones que la tecnol¨®gica china Lenovo pag¨® por el negocio de ordenadores personales de IBM. Pero los cines no son un activo pol¨ªticamente sensible. La sociedad de Kansas City (Missouri) estaba hasta entonces en manos de los fondos Apollo Global Management y Bain Capital. En ese momento empez¨® a preparar su salto a Wall Street e invirti¨® en la remodelaci¨®n de las salas para integrar la tecnolog¨ªa Imax y 3D.

AMC cotiza desde hace dos a?os en la Bolsa de Nueva York con un rendimiento desigual. El precio de la oferta se fij¨® en 18 d¨®lares el t¨ªtulo. En estos d¨ªas se cambian a algo m¨¢s de 23 d¨®lares, lo que representa un incremento de casi el 20% desde el estreno. Pero las acciones llegaron a negociarse en marzo del a?o pasado a m¨¢s de 36 d¨®lares. Sus 4.937 salas le generaron una cifra de negocio de 2.160 millones de d¨®lares en los primeros nueve meses de 2015, que le aportaron un beneficio de 62,2 millones.

Adam Aron, a sus 61 a?os, es el tipo de ejecutivo al que las empresas acuden para empezar a enderezar el rumbo y al que no le asustan las grandes cifras. Hace menos de un a?o fue nombrado consejero delegado de la cadena hotelera Starwood, tras la dimensi¨®n sorpresa de Frits van Paasschen. Lo hizo con car¨¢cter interino, mientras se buscaba un sucesor definitivo. Pese a la temporalidad del nombramiento, fue contundente y actu¨® desde el primer d¨ªa.

A los dos meses de asumir el mando present¨® una marca integrada por hoteles independientes y cerr¨® una alianza con Uber para que los clientes de su programa de fidelidad pudieran acumular puntos en los viajes. Pero en realidad estaba preparando entre bastidores un operaci¨®n mucho m¨¢s grande. El pasado noviembre lleg¨® a un acuerdo para dejar la cadena en manos del grupo Marriott por 12.200 millones de d¨®lares.

Como presidente ejecutivo de la consultora World Leisure, Aron es uno de los mayores expertos en el negocio de turismo y de viajes. Tiene m¨¢s de tres d¨¦cadas de experiencia en el sector. El fondo Apollo Global Management y cadenas hoteleras como Cap Juluca, Diamond Resorts o Barcel¨® Crestline lo tienen entre sus estrategas. Tambi¨¦n fue responsable de marketing en la cadena hotelera Hyatt y en United Airlines.

El grupo chino Wanda, due?o de AMC, prev¨¦ forzar el cambio desde el mismo Hollywood

¡°En mi carrera he vendido muchos billetes¡±, comenta. Formado en la Escuela de Negocios de Harvard, Adam Aron tambi¨¦n estuvo al frente de la compa?¨ªa que gestiona las operaciones en la estaci¨®n de esqu¨ª de Vail, en Colorado, y fue copropietario del equipo de baloncesto profesional 76ers de Filadelfia. Es adem¨¢s miembro del Consejo de relaciones Internacionales, uno de los grupos de reflexi¨®n m¨¢s prestigiosos de EE UU.

AMC se est¨¢n distinguiendo de sus competidores por dotar a los cines de m¨¢s espacios para bares y restaurantes. Tambi¨¦n modific¨® la distribuci¨®n de las butacas en los auditorios para poner asientos que se pueden reclinar. En paralelo est¨¢ comprando cadenas de cines locales para no perder capacidad. Una de las ideas de Aron es potenciar el programa de fidelidad de sus clientes, como hacen los hoteles.

Como Cameron, el ejecutivo opina que habr¨¢ cines durante el pr¨®ximo milenio porque a la gente le gusta la experiencia en grupo, la sensaci¨®n de salir y de participar. Wanda est¨¢ negociando un acuerdo para hacerse con la mayor¨ªa del capital en de los estudios Legendary Entertainment, que entre otras pel¨ªculas ha producido Jurassic World y Godzilla. Eso le permitir¨¢ ganar m¨¢s peso en Hollywood para dar forma a los cines del futuro.