Las cooperativas de vivienda en Espa?a ganan enteros
La Asociaci¨®n de Gestoras pide cambios en la ley madrile?a que regula este r¨¦gimen de promoci¨®n
Buenas perspectivas para las gestoras de cooperativas de vivienda. ¡°Crece de manera sostenida la incorporaci¨®n de socios a las cooperativas¡±, seg¨²n Roberto Jim¨¦nez, el presidente de la Asociaci¨®n de Gestoras de Viviendas (AGV). Durante los a?os de la crisis, han mantenido la actividad de construcci¨®n de vivienda al aportar seguridad a las entidades financieras, con proyectos viables y demanda solvente. El resultado es que, seg¨²n Jim¨¦nez, se hace en cooperativa el 28% de lo que se promueve en Espa?a y este porcentaje alcanza el 48% en la Comunidad de Madrid, extrapolando los datos del Colegio de Registradores.
Del total de la promoci¨®n en r¨¦gimen de cooperativa, el 80% eran viviendas protegidas. Actualmente, la mitad de las que acometen son de precio libre. Bien es verdad que, en algunas localidades, el precio de esta es similar que el de las protegidas. Pero, independientemente de la tipolog¨ªa, lo que caracteriza al r¨¦gimen de cooperativa es que se promueve a precio de coste y con las calidades fijadas por los socios cooperativistas, puesto que son auto promotores y participan en la gesti¨®n y la AGV, surgida hace un a?o, se ha dotado de un c¨®digo deontol¨®gico y estatutos tendentes a vigilar que la gesti¨®n responda a esos dos objetivos.
Estima AGV que otras 15 gestoras no integradas cumplen con los est¨¢ndares ¨¦ticos y de calidad en la gesti¨®n de promociones de vivienda madrile?a. De momento, la docena de empresas que la componen suma 90.000 viviendas en su haber y est¨¢ gestionando unas 6.200 viviendas, en 61 promociones, con 275 puestos de trabajo directos y unos 9.000 indirectos y, dado que el precio medio del metro cuadrado en Madrid, est¨¢ en 2.051 euros el metro, mueven 1.122 millones de euros y 547.000 metros cuadrados de suelo. Y con estas credenciales, quieren hacer o¨ªr su voz en las instituciones.
AGV ha tenido encuentros con el Director de Vivienda, Arquitectura y Suelo del Ministerio de Fomento y con el de la Comunidad de Madrid. Est¨¢ a la espera de reunirse con la unidad que se ocupa de la econom¨ªa social, dentro de la Consejer¨ªa de Econom¨ªa. Una de las peticiones -compartida por la Federaci¨®n de Cooperativas de Vivienda- es la de que se regulen las bajas de los socios como en la Comunidad Valenciana. Juan Jos¨¦ Perucho, vicepresidente primero, explica que ¡°cuando un socio pide la baja, la sociedad cooperativa tiene un plazo de 18 a 36 meses, para devolverle su aportaci¨®n. Pedimos que se modifique la ley de cooperativas madrile?a para que no se vincule la devoluci¨®n a un plazo fijo, sino a que su hueco sea cubierto por otro socio, para no comprometer la viabilidad de la promoci¨®n¡±.
El c¨®digo deontol¨®gico, entre otras cosas les compromete a contar con los medios adecuados, y garantizar la viabilidad de los proyectos, no solo aportando los medios necesarios, sino tambi¨¦n rechazando a aquellos que entra?en grave incertidumbre urban¨ªstica; algo, dif¨ªcilmente descartable, por otra parte, dada la complejidad del urbanismo, en general, y de los procesos de gesti¨®n de suelo, en particular, y las dilaciones y cambios de criterio que se han producido en el Consistorio madrile?o; al que ofrecen su experiencia para la puesta en marcha de nuevos ¨¢mbitos.
El c¨®digo tambi¨¦n supone el compromiso de no cobrar por la gesti¨®n honorarios abusivos; un porcentaje muy variable, pero que tendr¨ªa un m¨¢ximo del 12% del coste de la promoci¨®n y que responde a un detallado baremo, seg¨²n la mayor o menor complejidad de la promoci¨®n.
Adem¨¢s, en su di¨¢logo con los agentes del mercado y con las tres administraciones, aportan soluciones alternativas para mejora del marco normativo, ya que algunas llevan m¨¢s de 35 a?os promoviendo y algunas fuera de Espa?a. Por ejemplo, han estudiado alternativas al seguro de afianzamiento de las cantidades que se anticipan antes de la licencia de edificaci¨®n. Es el caso de la fiducia colombiana: una sociedad independiente que administrar¨ªa las aportaciones realizadas por los socios cooperativistas hasta el arranque de la promoci¨®n, cuando se obtiene la financiaci¨®n que da seguridad al cooperativista.
La AGV, que lleva un a?o de rodaje, surge tambi¨¦n para dar garant¨ªa ante la desconfianza creada por lo que denominan ¡°paracaidistas del cooperativismo de vivienda que han llevado a perder el dinero a los cooperativistas¡±. Su principal enemigo, las gestoras que, en realidad, son promotoras encubiertas y empiezan por poner a sus empleados en el consejo rector, ¨®rgano de gobierno que debe ser elegido por la asamblea de cooperativistas entre estos.
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