Olv¨ªdese de Suiza: Estados Unidos es el para¨ªso fiscal favorito de las grandes fortunas
El n¨²mero de cuentas bancarias que se trasladan desde el pa¨ªs helv¨¦tico se multiplica tras la decisi¨®n de no sumarse a los est¨¢ndares de la OCDE
El pasado mes de septiembre, en una oficina de un bufete de abogados con vistas a la Bah¨ªa de San Francisco, el director general de Rothschild, Andrew Penney, daba una charla sobre las alternativas de los m¨¢s ricos para evitar pagar impuestos. Su mensaje era claro: hoy por hoy, la mejor opci¨®n es mover su fortuna a Estados Unidos, libre de cargas fiscales y a hurtadillas de los Gobiernos. Algunos se refieren ya al pa¨ªs norteamericano como ¡°la nueva Suiza¡±.
Tras a?os arremetiendo contra otros pa¨ªses por ayudar a los estadounidenses m¨¢s acaudalados a esconder su dinero, EE UU est¨¢ emergiendo como un para¨ªso fiscal de primer orden para los extranjeros adinerados. Gracias a su resistencia a las nuevas normativas internacionales de divulgaci¨®n de informaci¨®n, EE UU ha pasado a ser centro de inter¨¦s de las grandes fortunas para depositar su dinero. Todo el mundo, desde los abogados londinenses hasta los trust suizos han visto la oportunidad y se han ofrecido a ayudar a los m¨¢s ricos a trasladar sus cuentas corrientes desde las Bahamas o las Islas V¨ªrgenes Brit¨¢nicas a Estados como Nevada, Wyoming o Dakota del Sur.
"Qu¨¦ ir¨®nico y qu¨¦ perverso es que EE UU, siempre tan mojigato en su condena a la actuaci¨®n de los bancos suizos, se haya convertido en un referente del secreto bancario", escrib¨ªa en una reciente publicaci¨®n jur¨ªdica?Peter A. Cotorceanu, del bufete de abogados suizo Anaford. "?Escuchas ese gigantesco sonido de succi¨®n? Es el dinero que fluye hacia EE UU", a?ad¨ªa gr¨¢ficamente.
La centenaria instituci¨®n financiera europea Rothschild acaba de abrir oficina en Reno (Nevada), a solo unos bloques de distancia de los m¨ªticos casinos Harrah y Eldorado. Ahora se dedica a sacar las fortunas de sus clientes extranjeros de pa¨ªses como las Islas Bermudas, donde est¨¢n sujetas a la nueva normativa de divulgaci¨®n de informaci¨®n, e introducirlas en sus trust de Nevada donde est¨¢n exentas.
La firma dice que su desembarco en Reno responde al inter¨¦s de las familias de todo el mundo por la estabilidad de EE UU y a que sus clientes deben demostrar que cumplen con la normativa fiscal de sus pa¨ªses de origen. Su fideicomiso, a?ade una portavoz de Rothschild, ¡°no se ha puesto en marcha con la intenci¨®n de explotar el hecho de que EE UU no haya refrendado los nuevos est¨¢ndares internacionales¡±.
De Suiza a Estados Unidos
Pero Rothschild no est¨¢ sola. Otros tambi¨¦n est¨¢n dando el salto: la suiza Cisa Trust, con sede en Ginebra y especializada en el asesoramiento a los latinoamericanos m¨¢s acaudalados, ya ha pedido permiso para abrir una filial en Pierre (Dakota del Sur), una decisi¨®n que responde, seg¨²n su presidente John J. Ryan Jr., a las ¡°necesidades¡± de sus clientes extranjeros.
Uno de los principales proveedores de servicios en para¨ªsos fiscales, Trident Trust, movi¨® en diciembre docenas de cuentas de Suiza y las Islas Caim¨¢n, entre otros, a Sioux Falls (Dakota del Sur). ¡°Cerramos en las Caim¨¢n en diciembre¡±, confirma Alice Rokahr, presidenta de Trident en Dakota del Sur, uno de los Estados que promueven la confidencialidad y la baja fiscalidad. ¡°Me sorprendi¨® cu¨¢ntos de los que vinieron aqu¨ª eran clientes de bancos suizos que quer¨ªan sacar su dinero de aquel pa¨ªs¡±.
Todo el mundo, desde los abogados londinenses hasta los trust suizos se han ofrecido a ayudar a trasladar cuentas corrientes a EE UU
Rokahr y otros asesores sostienen que mantener cierto secretismo en torno a la identidad de sus clientes es leg¨ªtimo: la confidencialidad sobre dep¨®sitos bancarios ¡ªen EE UU, Suiza u otros pa¨ªses¡ª les protege frente a secuestros o extorsiones. Las personas con mucho dinero, a?ade, se sienten m¨¢s seguras en depositar sus fondos en EE UU que en otros pa¨ªses. Rokahr asegura que "jam¨¢s" escuch¨® "a nadie decir ¡®voy a evadir los impuestos¡¯". "Son personas que leg¨ªtimamente se preocupan por su seguridad".
Nadie piensa que los para¨ªsos fiscales puedan desaparecer de un d¨ªa para otro. Los bancos suizos siguen salvaguardando unos 1,9 billones de d¨®lares (1,74 billones de euros) de clientes extranjeros, seg¨²n los c¨¢lculos de Gabriel Zucman, profesor de econom¨ªa en la Universidad de Berkeley, en California. Tampoco queda claro hasta qu¨¦ punto los casi 100 pa¨ªses que han firmado los acuerdos sobre el intercambio de informaci¨®n de cuentas financieras de la Organizaci¨®n para la Cooperaci¨®n y el Desarrollo Econ¨®micos (OCDE) respetan sus obligaciones.
Lo cierto es que no hay nada ilegal en atraer clientes extranjeros para que depositen su dinero en EE UU, garantizando a cambio su total confidencialidad. Pero, siempre y cuando no se est¨¦ favoreciendo intencionalmente la evasi¨®n fiscal en otros pa¨ªses. En este sentido, EE UU es uno de los pocos pa¨ªses del mundo donde los trusts promueven que se muevan fondos asegurando que las informaciones sobre los dep¨®sitos no ser¨¢n divulgadas a las autoridades extranjeras.
Reno, Nevada, una ciudad clave
La oficina de la entidad financiera Rothschild en Reno (Nevada) es pionera en este aspecto. La "peque?a ciudad m¨¢s grande del mundo", seg¨²n se autodenomina, es un lugar original para crear un centro global de fuga de capitales. Si se quisiera rodar una pel¨ªcula sobre Las Vegas en 1971, se tendr¨ªa que rodar en Reno, con sus hoteles y casinos abiertos 24 horas y su arsenal de armas de fuego. Las luces de ne¨®n de color rosa de los casinos a¨²n lucen, aunque est¨¦n pr¨¢cticamente vac¨ªos, dado que los viajeros ya prefieren ir a Las Vegas, meca de los casinos en la actualidad, que est¨¢ a poco m¨¢s de una hora de vuelo.
Las oficinas de Rothschild Trust North America no son f¨¢ciles de encontrar. Est¨¢n en el 12? piso del edificio en el que se hallaba la vieja sede de Porsche en EE UU, a pocas cuadras de los casinos (como curiosidad, la oficina del fiscal est¨¢ en el sexto piso del mismo bloque). En la entrada del edificio, sin embargo, no hay ning¨²n distintivo de Rothschild: los clientes tienen que ir dos plantas m¨¢s abajo, en las oficinas de McDonald Carano Wilson, un bufete de abogados con muchos contactos en la pol¨ªtica. Varios exfuncionarios de alto rango de Nevada, el due?o de uno de los casinos m¨¢s grandes de la ciudad y varios lobistas trabajan all¨ª. Uno de ellos, Robert Armstrong, es directivo de Rothschild Trust North America y uno de los mejores trusts del Estado.
Las personas con mucho dinero se sienten m¨¢s seguras en depositar sus fondos en EE UU que en otros pa¨ªses
Esta fiduciaria se fund¨® en 2013 para atender a las familias de extranjeros, particularmente a las que tienen parientes en EE UU, seg¨²n informa Rothschild. "No ofrecemos servicios legales a los clientes a menos que estemos absolutamente seguros de que sus asuntos fiscales est¨¢n en orden, y tanto los clientes como abogados tributarios independientes tienen que confirmarnos esta condici¨®n", asegura Rees.
Scott Cripps, un abogado experto en cuestiones fiscales?que presta sus servicios a Bank of the West, la quinta entidad financiera m¨¢s importante de California, filial del gigante franc¨¦s BNP Paribas, es tambi¨¦n director gerente de una empresa fiduciaria en Nevada y explica que mover el dinero desde los para¨ªsos fiscales a Nevada es parte del nuevo negocio de Rothschild. "Una gran cantidad de personas est¨¢ dispuesta a hacer lo mismo", sostiene.
Para clientes ricos extranjeros "la privacidad es muy importante, sobre todo para los que vienen de pa¨ªses donde la corrupci¨®n es un problema de primer orden". Una familia turca adinerada utiliza la sociedad fiduciaria de Rothschild para mover fondos de las Islas Bahamas a EE UU, a?ade Cripps. Otros clientes, una familia de origen asi¨¢tico, ha transferido fondos desde las Bermudas a Nevada. Los clientes, explica Cripps, suelen ser familias de pa¨ªses extranjeros que tienen a sus hijos viviendo en Norteam¨¦rica.
El plan contra la evasi¨®n fiscal de la OCDE
Durante d¨¦cadas, Suiza fue la capital mundial del secreto bancario. Pero ahora las cosas est¨¢n cambiando. En 2007, el banquero Bradley Birkenfeld, del grupo UBS, denunci¨® que su compa?¨ªa ayudaba a clientes estadounidenses a evadir impuestos a trav¨¦s de cuentas en el extranjero. Los bancos no salieron indemnes del esc¨¢ndalo. M¨¢s de 80 entidades, entre ellas las suizas UBS y Credit Suisse, tuvieron que pagar cerca de 5.000 millones de d¨®lares en multas. Tambi¨¦n estaba Rothschild Bank, que en junio lleg¨® a un acuerdo con el Departamento de Justicia de EE UU en el que admit¨ªa haber ayudado a sus clientes a esconder capitales en el exterior y acordaba pagar una multa de m¨¢s de 11 millones de d¨®lares. Adem¨¢s, tuvo que cerrar 300 cuentas en las que estaban depositados casi 800 millones de d¨®lares.
Para poner fin a estas pr¨¢cticas, en 2010 el Gobierno estadounidense aprob¨® una Ley ¨Cla Fatca, por sus siglas en ingl¨¦s¨C que obliga a las entidades financieras a notificar las cuentas de sus ciudadanos depositadas en el extranjero y que fija fuertes multas en caso de incumplimiento. En esta misma l¨ªnea, la OCDE elabor¨® unas normas incluso m¨¢s severas para descubrir a los evasores fiscales. Desde 2014, 97 pa¨ªses miembros de este organismo?¡ªcon las ¨²nicas excepciones de tres peque?os pa¨ªses (Bahr¨¦in, Nauru, Vanuatu) y uno gigante (Estados Unidos)¡ª acordaron aumentar medidas de control y transparencia para las cuentas bancarias depositadas en el exterior.
"Tengo un gran respeto por Barack Obama, porque sin ¨¦l jam¨¢s habr¨ªamos conseguido est¨¢ndares para los informes bancarios", explica Sven Giegold, diputado de los verdes alemanes en el Parlamento Europeo, quien, sin embargo, a?ade: "Ahora es el momento de que EE UU entregue a Europa lo que los europeos est¨¢n dispuestos a entregarle". El Departamento del Tesoro de EE UU ni siquiera pidi¨® disculpas por no sumarse al marco de est¨¢ndares elaborado por la OCDE. "Estados Unidos ha luchado contra la evasi¨®n fiscal internacional actuando directamente en las cuentas depositadas en el exterior", afirm¨® el portavoz del Tesoro estadounidense Ryan Daniels, puntualizando que la iniciativa de la OCDE "est¨¢ fundamentada" directamente en la Fatca.
La situaci¨®n actual representa, sin duda, una buena oportunidad de negocio para los operadores financieros. En el borrador de su discurso en San Francisco, Penney escribi¨® que Estados Unidos es "el mayor para¨ªso fiscal del mundo". Este pa¨ªs, agreg¨®, carece de "los recursos para hacer cumplir las leyes tributarias extranjeras y no tiene muchas ganas de hacerlo".
En 2010, el Gobierno aprob¨® una Ley que obliga a las entidades financieras a notificar las cuentas de ciudadanos depositadas en el extranjero
Mientras, las compa?¨ªas no est¨¢n perdiendo tiempo para aprovecharse de la situaci¨®n. Bolton Global Capital, una entidad con sede en Boston (Massachusetts EE UU), hizo circular un email con un ejemplo. Un mexicano adinerado abre una cuenta en Estados Unidos, a trav¨¦s de una entidad con sede en las Islas V¨ªrgenes. En este caso se deber¨¢ enviar a las autoridades estadounidenses solo el nombre de la empresa del mexicano, mientras que el nombre del cliente se deber¨¢ comunicar ¨²nicamente a las autoridades mexicanas.
La decisi¨®n de EE UU de no sumarse a los est¨¢ndares de la OCDE "representa un importante factor de crecimiento de nuestro negocio", escribi¨® el director ejecutivo de Bolton Global Capital, Ray Grenier, en otro correo electr¨®nico dirigido a los banqueros. La compa?¨ªa est¨¢ constatando c¨®mo crece cada vez m¨¢s el n¨²mero de cuentas bancarias que se trasladan desde Suiza: la normativa de la OCDE fue "el inicio del ¨¦xodo", resumi¨® durante una entrevista.
Blanqueo de dinero
El Departamento del Tesoro de EE UU est¨¢ planteando est¨¢ndares de control para las cuentas de extranjeros depositadas en el pa¨ªs similares a los de la OCDE. Estas propuestas, sin embargo, ya fracasaron en pasado por la oposici¨®n de un Congreso controlado por los republicanos y los lobbies?(grupos de presi¨®n) del sector financiero. La cuesti¨®n, en definitiva, no solo tiene que ver con la evasi¨®n fiscal que ciudadanos extranjeros realizan en sus pa¨ªses de origen, sino tambi¨¦n con la entrada de capitales en provienen de actividades il¨ªcitas y que constituyen un intento de lavado de dinero.
Seg¨²n los datos de la ONU, cada a?o entran en EE UU al menos 1,6 billones de d¨®lares con esta finalidad. "Ofrecer a los clientes privacidad no es ilegal en Estados Unidos, pero si las entidades financieras saben que sus clientes est¨¢ infringiendo las leyes de sus pa¨ªses de origen, entonces deben actuar", se?ala Scott Michel, abogado experto en derecho tributario de la firma Caplin & Drysdale, en Washington.
Rothschild cree que las medidas que se toman para asegurarse que las cuentas de los clientes est¨¦n debidamente declaradas son "particularmente exigentes". El banco "se adhiere a las normas, los impuestos y los v¨ªnculos legales de cada contexto donde opera", asegura una portavoz de la entidad.
Penney, un abogado que trabaja desde hace tiempo para Rotschild llevando a cabo operaciones fiduciarias en la peque?a Isla brit¨¢nica de Guernsey, tiene 56 a?os y es directivo de la compa?¨ªa Rothschild Wealth Management & Trust, con sede en Londres. Maneja unos 23.000 millones de d¨®lares, propiedad de unos 7.000 clientes afiliados a oficinas en Mil¨¢n, Z¨²rich y Hong Kong. Hace unos a?os fue elegido "trust del a?o" por un n¨²cleo selecto de asesores financieros brit¨¢nicos.
En un borrador de su charla en la conferencia de septiembre en San Francisco, titulada "Utilizar el marco fiduciario de Estados Unidos en una ¨®ptica de planificaci¨®n internacional: diez haza?as asombrosas para impresionar a clientes y asociados¡±, Penney especific¨® c¨®mo evitar legalmente que un cliente tuviera que pagar impuestos en Estados Unidos y tener que divulgar sus datos a su pa¨ªs de origen.
Penney mencion¨® el ejemplo de un inversor chino, un tal Wang, residente en Hong Kong y originario del gigante asi¨¢tico, preocupado por que las autoridades chinas pudieran llegar a conocer su fortuna. Colocando sus fondos en una sociedad de responsabilidad limitada en Nevada, a su vez de propiedad de un fiduciario de Nevada, el efecto es evitar pagar impuestos en Estados Unidos, consider¨® Penny. No habr¨ªa formulario al que no se pudiera contestar con: "Ninguna informaci¨®n significativa para el intercambio de informaciones, seg¨²n los acuerdos entre Hong Kong y Estados Unidos", conclu¨ªa Penney.
Rothshchild considera que el texto del discurso fue revisado antes de que Penney pudiera pronunciarlo y que en la versi¨®n final de la ponencia hab¨ªan desaparecido los pasajes controvertidos. Por ejemplo, que Estados Unidos es el "mayor pa¨ªs fiscal del mundo"; que su actitud para hacer cumplir las leyes tributarias de otros pa¨ªses es laxa, y que tiene una concepci¨®n de ¡°privacidad¡± doble.
"La ponencia se prepar¨® en respuesta a una petici¨®n de los organizadores que quer¨ªan argumentos controvertidos para animar el debate entre expertos y profesionales", argument¨® Rees. "Por eso, cuando se revis¨® la ponencia, las partes controvertidas fueron eliminadas al considerarse que no representaban a Rothschild ni a la misma opini¨®n de Penney. Por lo tanto, se borraron".
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