El programa espa?ol no acaba de despegar
La iniciativa no ha atra¨ªdo el capital esperado pese a que el Gobierno ha relajado los requisitos
Parec¨ªa la f¨®rmula perfecta para atraer inversi¨®n extranjera y reducir el enorme inventario de vivienda en Espa?a tras el estallido de la burbuja. Pero los visados que el Gobierno col¨® en una ley que aparentemente no trataba de extranjer¨ªa ¡ªla Ley de Emprendedores¡ª, no funcionaron todo lo bien que el Ejecutivo esperaba. Desde el verano de 2013, Espa?a otorga la residencia a quien pueda permitirse comprar una o varias viviendas de al menos 500.000 euros; invertir un mill¨®n en acciones, tener dep¨®sitos bancarios por ese valor o comprar dos millones en deuda p¨²blica. Criticados por tender a los ricos extracomunitarios un puente de plata a Espa?a (y a toda el ¨¢rea Schengen) en un entorno de crecientes tensiones migratorias, durante el primer a?o de funcionamiento (hasta septiembre de 2014) s¨®lo se concedieron medio millar de permisos con una inversi¨®n aproximada de 446 millones de euros.
La propuesta espa?ola exige un m¨ªnimo de inversi¨®n similar del que pide Portugal, pero el pa¨ªs vecino facilita mucho m¨¢s los tr¨¢mites y permite la reagrupaci¨®n familiar sin tantas trabas. El Gobierno de Mariano Rajoy se vio obligado a relajar los requisitos del visado de oro espa?ol a trav¨¦s de la Ley de Segunda Oportunidad publicada el 28 de julio del a?o pasado: a partir de entonces ya no es necesario conseguir un visado provisional de un a?o requerido al principio. La autorizaci¨®n de residencia se otorga por dos a?os renovables cada cinco, y no cada dos, como inicialmente. Adem¨¢s, las parejas de hecho pueden sumarse a la autorizaci¨®n, que tambi¨¦n se extiende a los hijos mayores de 18 a?os que no tengan recursos econ¨®micos propios ni hayan formado otra familia. ¡°No tengo la impresi¨®n de que la Administraci¨®n espa?ola est¨¦ siendo restrictiva¡±, se?alan en un despacho que asesora a inmobiliarias. ¡±Pero, aunque cuando se public¨® la ley tuvimos muchas consultas, Portugal desarroll¨® su programa ampliamente, con f¨®rmulas mucho m¨¢s flexibles que nosotros, nos han tomado la delantera¡±.
Ultimos datos
Los ¨²ltimos datos (hasta septiembre de 2015) hablan de cierto impulso de los visados de oro, demandados fundamentalmente por ciudadanos chinos, rusos y de pa¨ªses ¨¢rabes, y en menor medida por ciudadanos de Ucrania, Ecuador o Ir¨¢n. En los dos primeros a?os de funcionamiento se tramitaron 11.411 autorizaciones al amparo de la ley, y de ellas, 1.181 corresponden a inversores y emprendedores. El resto se concedieron a personal investigador o a empresas que contrataron a personal del extranjero altamente cualificado. La inversi¨®n en vivienda alcanz¨® los 741 millones de euros porque ahora, entre otras cosas, no se requiere la presencia del solicitante del visado si se tiene un representante en Espa?a, tanto para la concesi¨®n inicial como para la renovaci¨®n. El titular de ese permiso puede mantener su residencia fiscal fuera de Espa?a a menos que permanezca m¨¢s de 183 d¨ªas al a?o en este pa¨ªs.
Ivor Cano, asesor de la inmobiliaria Engels & Volkers, cuenta con los dedos de una mano las solicitudes que ha recibido en los ¨²ltimos 12 meses. ¡°Ese tipo de clientes suelen conocer Espa?a como destino de vacaciones o por jubilaci¨®n. Son enamorados del pa¨ªs y se plantean tener aqu¨ª una residencia permanente porque eso les ofrece acceso a otros Estados de la UE¡±. Todo ello sin tener que acreditar una estancia m¨ªnima para mantener la visa. Cano cuenta que la costa espa?ola est¨¢ ¡°dividida¡± por ¨¢reas de preferencia: Alicante para los rusos, Valencia es el destino preferido de los chinos, la Costa del Sol para los ¨¢rabes y por las Canarias optan m¨¢s latinoamericanos, en especial venezolanos. Tardan unos dos meses en arreglar todo el papeleo.
¡°Se toman su tiempo en buscar propiedad¡±, se?ala. Y no suelen tener problema para acreditar otros ingresos que exige la ley, como contar con recursos econ¨®micos suficientes (2.130 euros mensuales para el interesado y 532 euros por cada familiar que est¨¦ a su cargo). O con el seguro m¨¦dico privado. Y como explica un informe del despacho Ur¨ªa y Men¨¦ndez, la ley no detalla que la inversi¨®n deba ser de un tipo determinado de inmuebles, as¨ª que valen, adem¨¢s de las viviendas, cualquier suelo ¨Cincluso no urbanizado- o habitaciones de hotel.
Claro que, al relajarse la burocracia tambi¨¦n lo han hecho las exigencias para evitar que se convierta en un coladero. La ley dicta que los beneficiarios ¡°deben de carecer de antecedentes penales en Espa?a y en los pa¨ªses donde hayan residido en los ¨²ltimos 5 a?os, por delitos previstos en el ordenamiento jur¨ªdico espa?ol¡±. El comprador debe presentar un certificado del Registro de la Propiedad espa?ol y documentaci¨®n que demuestre que efectivamente ha pagado el inmueble. Los consulados, como receptores de las solicitudes, tendr¨¢n que comprobar ante la Direcci¨®n General de la Polic¨ªa si ¡°el solicitante representa un riesgo en materia de seguridad¡±, un tr¨¢mite que, seg¨²n los expertos consultados, se realiza de forma telem¨¢tica en un corto espacio de tiempo. Al ampliarse los plazos de renovaci¨®n, ahora esa comprobaci¨®n se realiza cada lustro, y no cada dos a?os. Adem¨¢s, durante el periodo de gesti¨®n del permiso, tanto si es para la solicitud como para la pr¨®rroga, los solicitantes cuentan con la residencia en Espa?a hasta que se resuelve el procedimiento, para evitar lo que le ocurr¨ªa a aquellos extranjeros que agotaban el plazo y se ve¨ªan obligados a salir del pa¨ªs.
Espa?a, en cualquier caso, no deja de intentar atraer capital extranjero, en especial de China. El ministerio de Asuntos Exteriores acaba de anunciar que este mes de febrero se abrir¨¢n doce oficinas de recepci¨®n de solicitudes de visados Schengen (de corta duraci¨®n, con una vigencia m¨¢xima de 90 d¨ªas por semestre) en las ciudades de Chengdu, Jinan, Hangzou, Nanjing, Fuzhou, Changsha, Shenyang, Kunmig, Chongqing, Xian y Shenzen. El Gobierno espera as¨ª conseguir m¨¢s visitas de turistas, empresarios e inversores chinos a Espa?a, lo que tendr¨ªa un ¡°impacto muy positivo¡± en el flujo econ¨®mico bilateral.
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