El ¡®efecto Draghi¡¯ se desvanece en las Bolsas
Los mercados se dan la vuelta en el tramo final de la sesi¨®n por el miedo a que la artiller¨ªa monetaria del BCE empiece a tocar a su fin
Monta?a rusa en las Bolsas tras escuchar a Draghi. El anuncio de m¨¢s gasolina monetaria se traslad¨® de inmediato a los parqu¨¦s europeos, que se dispararon minutos despu¨¦s deque se hiciesen p¨²blicas las medidas, y al mercado de divisas, donde el euro perdi¨® terreno abruptamente frente al d¨®lar. Sin embargo, el efecto Draghi fue de corta duraci¨®n: mucho m¨¢s que anteriores ocasiones. Los principales selectivos acabaron cerrando en rojo ¡ªsolo el Ibex logr¨® escapar de las p¨¦rdidas¡ª y la moneda ¨²nica se apreci¨® casi un 2% frente al billete verde.
Las plazas financieras europeas dieron este jueves muestra de su insaciabilidad cong¨¦nita. M¨¢s madera monetaria, cumpliendo e incluso superando las expectativas previas depositadas sobre Mario Draghi, no fue suficiente para unas Bolsas que piden m¨¢s. Todos los que hab¨ªan le¨ªdo el comunicado que desgranaba las medidas del BCE hab¨ªan asentido con la cabeza: era m¨¢s de lo que anticipaba la mayor¨ªa de analistas, que esperaban una reducci¨®n de la facilidad de dep¨®sito y una ampliaci¨®n del QE, pero que apenas anticipaban una rebaja a¨²n mayor del tipo de inter¨¦s general ni otra barra libre de liquidez. Pero el diablo, una vez m¨¢s, estuvo en los detalles.
En la conferencia de prensa posterior al consejo de gobierno, Draghi se mostr¨® pesmista, como es del agrado de unas Bolsas instaladas en la din¨¢mica del ¡°cuanto peor, mejor¡± y rebaj¨® las expectativas de inflaci¨®n y de crecimiento en la eurozona. Sin embargo, el italiano dej¨® entrever que la pol¨ªtica monetaria europea est¨¢ cerca de alcanzar su l¨ªmite, una primera muestra de impotencia que desagrad¨® sobremanera a los inversores. Si el Eurobanco ve cerca el final de su capacidad de acci¨®n y las autoridades no terminan de dar un paso al frente desde el punto de vista fiscal, los motores del crecimiento se agotan en un momento de m¨¢xima incertidumbre global y la vista de los inversores en renta variable se nubla.
La reacci¨®n fue inmediata: de subir un 2,8%, el DAX alem¨¢n pas¨® a retroceder un 2,3% al cierre de la sesi¨®n; el CAC franc¨¦s pas¨® de repuntar un 3,5% a caer un 1,7% y el Ibex acab¨® salvando los muebles (+0,07%) despu¨¦s de haber llegado a rozar el 4% de subida antes de que se pronunciase Draghi. La satisfacci¨®n tambi¨¦n qued¨® relegada a un segundo plano al otro lado del Atl¨¢ntico, donde los parqu¨¦s estadounidenses luc¨ªan n¨²meros rojos a poco menos de dos horas del cierre. Los que salieron mejor parados de los vaivenes fueron, parad¨®jicamente, los que a primera hora del d¨ªa peores expectativas ten¨ªan: los grandes bancos. En Espa?a el Popular subi¨® un 4,6%, CaixaBank casi un 3% y el Santander y el BBVA, algo m¨¢s de un 1% beneficiados por la financiaci¨®n ya no barata, sino a tipos negativos.
Los mercados de divisas siguieron la misma tendencia que las Bolsas y fueron de m¨¢s a menos. Para alegr¨ªa de los exportadores europeos, el valor de la moneda ¨²nica frente al d¨®lar se desplom¨® nada m¨¢s publicarse la decisi¨®n del BCE (-1,6%). Sin embargo, horas despu¨¦s se dio la vuelta y termin¨® fortaleci¨¦ndose casi un 2% hasta los 1,12 d¨®lares.
Algo mejor reaccion¨® el mercado de bonos, directamente afectado por el anuncio de mayor compra de deuda por parte del BCE. La prima de riesgo espa?ola ¡ªel diferencial entre el bono espa?ol a 10 a?os y el alem¨¢n¡ª, bajaba cuatro puntos b¨¢sicos, hasta los 132.
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