En venta la ¨²ltima gran fotovoltaica, vestigio de un negocio acorralado
La b¨²squeda de ofertas por parte de T-Solar pone fin a un sector ahogado por la crisis y las malas pol¨ªticas
T-Solar, la filial de fotovoltaica de Isolux Corsan fundada en 2006, es la empresa m¨¢s importante del sector en Espa?a. Aunque es el vestigio de una industria que se auguraba muy potente bajo el infatigable sol ib¨¦rico, una excesivo entusiasmo gubernamental primero y una reforma regulatoria en el sentido contrario despu¨¦s, llevados a cabo por gobiernos de distintos signos; acabaron por hacer inviable el negocio de los parques fotovoltaicos en Espa?a, por lo que Isolux busca desprenderse de T-Solar. La empresa, que lleva siete meses a la venta, recibi¨® a finales de 2015 una propuesta en firme de Saeta Yield, empresa de renovables participada por Florentino P¨¦rez y la familia March, que ofrecieron 120 millones m¨¢s la deuda (unos 600 millones). El montante era muy inferior a lo que pretende Isolux, que es un m¨ªnimo de 170 millones.
Ahora, la compa?¨ªa est¨¢ en el radar de varios fondos de inversi¨®n, entre ellos el estadounidense Cerberus, muy activo en Espa?a. Otros interesados son Fortum, la tercera el¨¦ctrica n¨®rdica despu¨¦s de Vattenfall y Statkraft, y tambi¨¦n Bruc Capital, un fondo espa?ol creado hace poco por Juan B¨¦jar y Eugenio Gald¨®n, en alianza con George Soros. Participada en un 81% por Isolux y un 19% por el fondo de pensiones canadiense PSP, T-Solar dispone de activos muy apetecibles: la empresa tiene 52 parques solares en ocho pa¨ªses: Espa?a, Italia, Per¨², india, EE UU, Puerto Rico, Jap¨®n y M¨¦xico, con 326 megavatios de potencia.
En lo que respecta a los activos de Espa?a e Italia ¡ªy tambi¨¦n de un conjunto de l¨ªneas de transmisi¨®n el¨¦ctrica en Brasil¡ª, Isolux prev¨¦ usarlos para reducir su endeudamiento, en torno a los 4.000 millones de euros y, sobre todo, para atender los vencimientos de deuda de este a?o. Recientemente, la calificaci¨®n de deuda de Isolux sufri¨® un rev¨¦s: Fitch anunci¨® en diciembre una rebaja de B+ a B y una semana m¨¢s tarde Moody¡¯s la recortaba tambi¨¦n de B a B. Las dos agencias citan como justificaci¨®n para la rebaja la escasa liquidez y generaci¨®n de caja de la firma.
Fondos de inversi¨®n como Cerberus o Fortum han puesto el ojo sobre la compa?¨ªa
La venta de T Solar es solo la ¨²ltima en un sector asolado por los cambios regulatorios. En un primer momento, las empresas pararon sus planes de expansi¨®n en Espa?a y empezaron a construir y promover en el exterior. Fueron los casos de T-Solar, que tiene 16 de sus 52 parques en el exterior; Renovalia, presente tambi¨¦n en 18 pa¨ªses; o Fotowatio, con una cartera en operaci¨®n o construcci¨®n de 3.800 megavatios en ?frica, Oriente Pr¨®ximo, Australia y Am¨¦rica Latina.
La firma tiene una gran deuda pero tambi¨¦n activos prometedores fuera de Europa
La salvaci¨®n externa
La salida al exterior est¨¢ justificada porque en muchas partes del mundo la industria fotovoltaica es un buen negocio. En T-Solar precisan que ¡°se espera que dos tercios de la nueva capacidad instalada a nivel mundial hasta 2020 ser¨¢n energ¨ªas renovables¡±. La fotovoltaica es una de las que m¨¢s va a crecer. ¡°En 2014 se instalaron 40 gigavatios, en 2015 se superaron los 57 y en 2016 se prev¨¦ llegar a los 64 gigavatios¡± dicen en la empresa.
Pese a que los parques en el extranjero siguen siendo en general rentables, el peso de las operaciones en Espa?a es tan fuerte que ha comprometido el conjunto del negocio de muchas de estas empresas. Isolux no es la ¨²nica que tuvo que renegociar con los bancos la deuda de T-Solar. Casi todas han tenido que hacer lo mismo. Solarpack cerr¨® en el 2015 la reestructuraci¨®n de la deuda de sus parques fotovoltaicos en Espa?a, por valor de 94 millones de euros y Saeta Yield hizo otro tanto, por valor de unos 200 millones.
Dada la asfixia financiera del sector, no extra?a que los fondos se hayan lanzado en tromba sobre Espa?a para hacerse con estas empresas con un fuerte descuento. Para ellos, dice Jos¨¦ Donoso, director general de UNEF (Uni¨®n Espa?ola Fotovoltaica), ¡°la operaci¨®n ser¨¢ rentable ya que est¨¢n comprando por debajo del precio de instalaci¨®n¡±. Y para las empresas, tambi¨¦n, ¡°ya que se est¨¢n quitando deuda y costes financieros y unas operaciones que solo les producen n¨²meros rojos¡±. Las primeras grandes operaciones de adquisici¨®n se iniciaron el a?o pasado. Una de las m¨¢s grandes fue la compra por unos mil millones de euros de Renovalia, propiedad de la familia Ortega (antiguos due?os de la l¨¢ctea Forlasa), por Cerberus. El fondo tambi¨¦n adquiri¨® activos de Comsa Emte y Civis.
La otra gran operaci¨®n de 2015 fue la compra del 80% de Gestamp Solar por KKR, una transacci¨®n que super¨® los 900 millones de euros. La idea de KKR es crear, a partir de Gestamp Solar, rebautizada como X-Elio, la mayor empresa espa?ola del sector y pasar de los actuales 330 megavatios a cerca de 2.500. KKR firm¨® tambi¨¦n un acuerdo mediante el cual el fondo se qued¨® con un tercio de los activos de Acciona Energ¨ªa Internacional. Otra operaci¨®n destacada fue la compra de Fotowatio por el empresario ¨¢rabe Abdul Latif Jameel.
Algunos expertos conf¨ªan en que el sector fotovoltaico se recupere en Espa?a. Dada la reducci¨®n de costes de implantaci¨®n, dentro de unos a?os las primas que paga el Estado dejar¨¢n de ser necesarias. En T-Solar, sin embargo, se muestran pesimistas. ¡°Pese a que se dan varios factores que deber¨ªan favorecer la fotovoltaica (buen recurso solar, precio de la electricidad¡), la ¨²nica perspectiva de crecimiento a medio plazo ser¨¢ para las peque?as instalaciones de autoconsumo y generaci¨®n distribuida¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.