La complejidad de las exportaciones espa?olas
Espa?a est¨¢ siendo adelantada por otros pa¨ªses en el nivel de complejidad de sus ventas
El comportamiento de las exportaciones espa?olas desde 1990 ha sido tildado de brillante, no s¨®lo por su crecimiento, sino tambi¨¦n por haber ganado cuota en el comercio mundial durante los a?os 90 (y no haberla perdido en lo que va de siglo), y por haber aumentado sustancialmente su diversificaci¨®n. Los datos son bastante evidentes en este sentido, aunque ese comportamiento se mantiene a un nivel bajo ¡ªmenor que la participaci¨®n del PIB espa?ol en el mundial¡ª . No s¨¦ si las cifras autorizan a inferir que ese comportamiento es manifestaci¨®n de un tejido productivo vivo y potente, como afirman algunos estudiosos del sector exterior de nuestro pa¨ªs.
?El notable aumento en la diversificaci¨®n es, efectivamente, un dato muy bueno. Es, posiblemente, la consecuencia de que un n¨²mero creciente de empresas medianas, que apenas realizaban ventas en el exterior, empezaron a asomarse a los mercados internacionales impulsadas por la devaluaci¨®n del tipo de cambio en los a?os 1992-1993, en un momento, adem¨¢s, en que la demanda interior se contrajo, y por la consolidaci¨®n del Mercado ?nico. M¨¢s recientemente, con la Gran Recesi¨®n, la depreciaci¨®n real del tipo de cambio y quiz¨¢, de nuevo, el derrumbamiento de la demanda interna ayudaron a continuar el proceso.
Pero hay datos para afirmar que la complejidad de lo que exportamos mantiene un nivel medio, y, lo que es peor para el futuro de nuestras exportaciones, que Espa?a est¨¢ siendo adelantada por otros pa¨ªses (varios europeos) en el nivel de complejidad de sus exportaciones.
La determinaci¨®n de la complejidad de las exportaciones por la adscripci¨®n de las mismas a sectores cuyo nivel tecnol¨®gico se define a priori (alto, medio alto, medio etc¨¦tera.), resulta poco precisa. Es f¨¢cil encontrar productos, como algunos aceros inoxidables, que pertenecen a sectores que en la taxonom¨ªa al uso son calificados de ¡°complejidad media-baja¡±, pero que tienen realmente un nivel alto, y productos que son considerados como de gran complejidad, como algunos medicamentos, pero que su nivel es, a lo sumo, medio-alto.
Alternativamente, la metodolog¨ªa propuesta en el Atlas of Economic Complexity, del Centro para el Desarrollo Internacional de la Universidad de Harvard, dirigido por Ricardo Hausmann y Cesar Hidalgo, estima un ¨ªndice de complejidad de los productos (CPI) basado en la noci¨®n de ubicuidad: un producto es poco ubicuo si lo producen muy pocos pa¨ªses y los pa¨ªses que lo producen est¨¢n muy diversificados en sus exportaciones y producen adem¨¢s otros productos poco ubicuos. As¨ª, no ser¨¢ considerado ubicuo un recurso natural aunque sea producido por pocos pa¨ªses, pues estos, por lo general, tienen unas exportaciones poco diversificadas. Un producto poco ubicuo as¨ª definido tender¨¢ a ser m¨¢s complejo, porque hay pocos pa¨ªses, con mostradas capacidades para diversificar sus exportaciones, que tienen adem¨¢s las destrezas para producirlo.
Con los datos de exportaciones de las estad¨ªsticas Comtrade de la ONU, los correspondientes a los 1.240 grupos de bienes de la clasificaci¨®n SH4, el Atlas produce para cada a?o un ranking de productos en funci¨®n de su complejidad. Si por otro lado, nos fijamos en las exportaciones espa?olas en el a?o 2014 con ese mismo grado de desagregaci¨®n, podemos preguntarnos qu¨¦ proporci¨®n de las exportaciones consisten en productos que se encuentran en el primer decil de complejidad, es decir entre los 124 m¨¢s complejos. Obtenemos que s¨®lo el 1,4% de las exportaciones en 2014 son de productos de complejidad alta. Algo decepcionante.
En el mismo proceso de c¨¢lculo de los ¨ªndices CPI, la metodolog¨ªa del Atlas estima para cada pa¨ªs el ?ndice de Complejidad Econ¨®mica (ECI) y hace una clasificaci¨®n para cada a?o. Espa?a, pese al mencionado aumento en su diversificaci¨®n, ha ido perdiendo posiciones en el ranking del ECI, llegando en 2014 a situarse en el puesto 30, cuando en 1995 estaba en el 18. En 2014, de los 22 pa¨ªses europeos de la OCDE est¨¢ en el puesto 19 y solo tiene por detr¨¢s a Noruega (pa¨ªs al que el enorme peso del petr¨®leo le ha hecho perder diversificaci¨®n), Portugal y Grecia. El lento avance en la producci¨®n de productos no ubicuos, m¨¢s lento que en otros pa¨ªses (asi¨¢ticos, pero tambi¨¦n europeos), es la causa de esta p¨¦rdida de posiciones. Lo que arroja algunas dudas sobre la potencia del tejido productivo. Otros estudios (E. Gordo y P. Tello), utilizando una metodolog¨ªa completamente diferente, llegan a conclusiones similares: ha habido diversificaci¨®n, pero ¡°la especializaci¨®n en segmentos de calidad superior es m¨¢s reducida que en las econom¨ªas de nuestro entorno¡±.
En la representaci¨®n de las exportaciones en el espacio de los productos que realiza el Atlas, en la que los productos est¨¢n ordenados de derecha a izquierda seg¨²n su complejidad, si comparamos el de Espa?a con el de Alemania en 2014, se observa que mientras Alemania tiene el grueso de sus exportaciones en la mitad izquierda del mapa, la de productos m¨¢s complejos, Espa?a las tiene en la zona media, entre un cuarto y tres cuartos. Tambi¨¦n se observa que Alemania ha conseguido explotar la cercan¨ªa de los productos, teniendo muchas zonas de elevada conexi¨®n entre ellos. Lo que no es el caso de Espa?a. Es como si estando las destrezas que han permitido producir unos productos, no se explotasen para producir otros. ?Cu¨¢l es la causa? ?La escasez de capital humano con talento empresarial? Posiblemente ?Y por qu¨¦? Seg¨²n el an¨¢lisis de mi reciente libro, por las malas instituciones y por los valores de una sociedad no meritocr¨¢tica propia del Estado clientelar.
Carlos Sebasti¨¢n es catedr¨¢tico y autor de Espa?a Estancada. Por qu¨¦ somos poco eficientes.
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