Atlantic City se acerca a la bancarrota
La crisis de los casinos hunde los ingresos del Ayuntamiento de la ciudad estadounidense, que no logra un acuerdo de rescate con el Estado de Nueva Jersey
La moqueta de estampado mareante reluce bajo las l¨¢mparas de ara?a gigantescas. Hombres y mujeres de la tercera edad deambulan entre las m¨¢quinas tragaperras. Un anuncio importante destaca en lo alto de la escalera: Olivia Newton John actuar¨¢ el 22 de abril. As¨ª que lo que por fuera parec¨ªa la fastuosa mansi¨®n de un sult¨¢n venido a menos, es en realidad un casino venido a mucho, mucho menos. ¡°El peor castigo que Dios puede concebir para esta pecadora es hacer que su esp¨ªritu resida eternamente en el Trump Taj Mahal de Atlantic City¡±, escribi¨® Harper Lee a una amiga en una carta que se acaba de descubrir de la autora de Matar a un ruise?or, fallecida en febrero pasado.
Era 1990 y Trump acababa de inaugurar el resort con toda la pompa del mundo. Hoy, el edificio a¨²n destaca en el paseo mar¨ªtimo, desangelado a estas alturas del a?o, pero el negocio acaba de salir de su segunda bancarrota y ha pasado a manos de otro millonario, Carl Icahn, que lo compr¨® quebrado.
Forma parte del atestado econ¨®mico de Atlantic City (Nueva Jersey), que camina a su vez al borde de la quiebra: el Ayuntamiento se qued¨® sin blanca esta semana y estuvo a punto de suspender todos los servicios no esenciales, pero ha llegado a un acuerdo in extremis con los trabajadores para retrasar el pago de los sueldos hasta que entre el dinero de los impuestos del segundo trimestre.
La ciudad ha visto evaporarse sus ingresos fiscales por la crisis del negocio de los casinos, una suerte de monocultivo para la econom¨ªa de la ciudad desde los a?os 70. Cuando otros estados cercanos, como Nueva York o Pensilvania, legalizaron el juego y le robaron clientes, comenz¨® la deriva de esta ciudad de casi 40.000 habitantes. ¡°Hemos perdido el 70% de los ingresos fiscales en seis a?os, no existe ning¨²n lugar en el mundo donde haya ocurrido algo as¨ª¡±, explicaba el mi¨¦rcoles a este diario el alcalde, Don Guardian.
El momento cr¨ªtico lleg¨® en 2014, cuando cerraron de golpe cuatro de su docena de casinos: el Trump Plaza, el Atlantic Club, Showboat y Revel. Este ¨²ltimo es una herida monumental al final del famoso paseo mar¨ªtimo de Atlantic City, que da nombre a la serie Boardwalk Empire. El resort se inaugur¨® en 2012 para convertirse en el mayor de la ciudad, para cerrar tan solo dos a?os despu¨¦s, con una inversi¨®n de 2.000 millones de d¨®lares (1.754 millones de euros) que hoy se oxidan frente al mar.
Ahora Atlantic City acumula una deuda de unos 247 millones de d¨®lares y, adem¨¢s, debe a su casino m¨¢s lujoso, el Borgatta, otros 150 millones porque la crisis inmobiliaria ha golpeado dos veces en este trozo de costa: es la cantidad que les tiene que devolver en concepto de pago de impuestos pasados por la depreciaci¨®n de sus activos. La agencia de calificaci¨®n de riesgos Moody's ha puesto la nota crediticia de la ciudad al nivel de Puerto Rico, en el terreno del bono basura y alerta que de que est¨¢ al punto de la insolvencia.
¡°Cada vez viene menos gente a jugar y no han tra¨ªdo nada nuevo a la ciudad que la haga especial, de la playa solo no podemos vivir porque el invierno es muy largo¡±, explica Abdul Rauf, de 40 a?os, en una tienda de art¨ªculos tur¨ªsticos y abalorios.
Cuando Trump pensaba ¡°a lo grande¡±
Atlantic City representa bien las goteras que tiene el discurso triunfador del precandidato republicano Donald Trump: su buque insignia, el estrafalario Trump Taj Mahal, se acogi¨® al proceso de quiebra justo un a?o despu¨¦s de su inauguraci¨®n, en 1991. El Trump Plaza y Trump Castle, en la misma ciudad, le siguieron al a?o siguiente.
Cuando el Plaza y el Taj Mahal quebraron de nuevo en 2014 ya no pertenec¨ªan al pol¨¦mico aspirante republicano, pero a¨²n llevan su nombre. El Taj, de hecho, conserva un enorme retrato del magnate con un lema: ¡°Me gusta pensar a lo grande, si de todos modos tienes que pensar, ?por qu¨¦ no hacerlo a lo grande?¡±.
Como en toda buena crisis fiscal que se precie, hay un relato de falta de proyecto econ¨®mico diversificado en la ciudad, que tuvo una edad dorada como zona tur¨ªstica y luego como meca del juego. Desde 2007, los ingresos del sector han ca¨ªdo a la mitad, hasta unos 2.000 millones de d¨®lares
Atlantic City tiene dificultades incluso para quebrar, como hizo en su d¨ªa Detroit, porque el proceso necesita la aprobaci¨®n del estado de Nueva Jersey, que lo rechaza. Tampoco sido posible un acuerdo de rescate. El alcalde, abiertamente gay, algo poco com¨²n en el Partido Republicano, mantiene un pulso a brazo partido con el gobernador, el tambi¨¦n republicano Chris Christie ¡ªque recientemente abandon¨® la carrera para la nominaci¨®n presidencial¡ª que defiende un plan de salvamento para la ciudad que supone hacerse con el poder sobre los activos y la gesti¨®n del municipio para impulsar un duro plan de ajustes que Guardian rechaza. Cuando los elefantes se pelean, la que sufre es la hierba de debajo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.