El esfuerzo de la deuda y la morosidad
El esfuerzo de la deuda y la morosidad
La crisis financiera tiene manifestaciones de largo plazo muy duras. El paro es la m¨¢s evidente. La devoluci¨®n de la deuda acumulada es otra. El sector bancario es un espejo en el que se reflejan estos problemas y sus soluciones. Los datos del Banco de Espa?a muestran que el porcentaje de pr¨¦stamos morosos de las entidades bancarias (excluidos establecimientos financieros de cr¨¦dito) se redujo hasta el 10,16% en febrero. La morosidad contin¨²a as¨ª su reducci¨®n desde el 13,77% alcanzado en 2013. En un estudio reciente de Funcas, estimamos que esta tasa puede situarse por debajo del 8% este a?o y hacia 2019 podr¨ªa ya encontrarse en el entorno del 3%.
Este ajuste en la calidad del cr¨¦dito ser¨¢ m¨¢s r¨¢pido a medida que el stock de pr¨¦stamos aumente. Hasta la fecha, hemos observado que la devoluci¨®n de cr¨¦dito ha sido m¨¢s importante que las nuevas operaciones de financiaci¨®n. Es previsible que en 2016 alcancemos tasas positivas de crecimiento del saldo del cr¨¦dito, en un entorno del 3-4%.
Lo que resulta encomiable ¡ªaunque en muchos momentos de la crisis se minusvalor¨®¡ª es el compromiso del sector privado espa?ol para honrar la deuda. Desde 2010 hasta finales de 2015, hogares y empresas la han reducido en 470.971 millones de euros. Este descomunal ejercicio de responsabilidad financiera tiene un coste de oportunidad, porque muchos de los recursos destinados al desapalancamiento dejan de orientarse a la inversi¨®n. Pero cualquier otra opci¨®n hubiera tenido un efecto p¨¦simo en t¨¦rminos de reputaci¨®n que lleva muchos a?os quitarse de encima y que afecta a la inversi¨®n mucho m¨¢s a largo plazo. Claro est¨¢ que si la morosidad aument¨® mucho es porque ese desendeudamiento no fue factible ni sencillo para muchos. Algunas ¡°a?adas¡± crediticias han resultado particularmente fallidas, como la de 2005. Tambi¨¦n es cierto que en muchos casos particulares s¨ª han sido necesarias quitas o reestructuraciones. Pero, en general, hay que valorar muy positivamente la opci¨®n de Espa?a por el esfuerzo en devoluci¨®n de la deuda frente a alternativas de condonaci¨®n total o parcial.
Todo lo asociado a la reducci¨®n de la morosidad y la reducci¨®n de deuda tiene que ver con un debate global de hondas implicaciones. En una clarificadora entrada de uno de los m¨¢s l¨²cidos economistas actuales, Raghuram Rajan (actual gobernador del Banco Central de India) en el blog Project Syndicate (New Rules for the Monetary Game, 21 de marzo) se explica c¨®mo gran parte del problema es que la crisis ha dejado a las econom¨ªas avanzadas con una enorme bolsa de deuda que inhibe el crecimiento. Adem¨¢s, se?ala que no existe un compromiso pol¨ªtico para arbitrar las soluciones necesarias entre los que pueden cumplir ¡ªcomo de hecho, est¨¢ haciendo Espa?a¡ª y los que precisan de ayuda. Otra vuelta de tuerca a esta reflexi¨®n nos lleva a pensar en ese tira y afloja entre deuda p¨²blica y privada por ver cu¨¢l puede condicionar m¨¢s el crecimiento.
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