Investigaci¨®n y mercado
Cient¨ªficos formados en Espa?a tienen dificultades para desarrollar trabajos ambiciosos
Durante los ¨²ltimos a?os, las empresas biotecnol¨®gicas espa?olas se est¨¢n moviendo en un marco de dificultad de financiaci¨®n ¡ªun mal que aqueja a otras muchas compa?¨ªas que operan en mercados no tradicionales de la industria¡ª y un esfuerzo de investigaci¨®n obligado, consumidor de inversi¨®n. Al fin y al cabo, sin investigaci¨®n las biotecnol¨®gicas no tienen posibilidad alguna de desarrollarse y crecer. Pero, y esto es un factor decisivo en este caso, conviene recordar que el mercado farmac¨¦utico europeo y mundial no es un modelo de competencia walrasiano, sino que est¨¢ dominado por grandes conglomerados, con facturaciones casi billonarias, que son capaces de negociar de igual a igual con los Estados e incluso con zonas monetarias. Ah¨ª est¨¢ el caso de Pfizer para demostrarlo; Obama ha tenido que declarar una situaci¨®n de alerta fiscal o poco menos para evitar la evasi¨®n de impuestos a Irlanda.
En este entorno, el papel de las biotecnol¨®gicas espa?olas es por fuerza secundario. Trabajan para ganar tama?o, competir, no perder cuota de mercado y colocar los productos de investigaci¨®n farmac¨¦utica en los grupos mayores. En realidad, la industria espa?ola todav¨ªa no ha resuelto satisfactoriamente el tr¨¢nsito de la investigaci¨®n al mercado. De la misma forma que los cient¨ªficos formados en universidades espa?olas tienen dificultades para desarrollar trabajos ambiciosos en un ¨¢mbito empresarial relativamente reducido, las compa?¨ªas encuentran m¨¢s rentable vender sus resultados a otras multinacionales, las aut¨¦nticas dominadoras del entramado comercial global, que desarrollar sus propias estrategias comerciales y de marketing. Este es un caso en el que la rentabilidad a corto constituye un obst¨¢culo para el progreso estructural a largo.
No es que en Espa?a falten laboratorios de ¨¦xito, con investigaci¨®n puntera; es que su ¨¦xito est¨¢ fundado en nichos de mercado reducidos por falta de desarrollos comerciales potentes. Tampoco estas carencias constituyen una anomal¨ªa en la estructura empresarial espa?ola; excepci¨®n hecha de los grandes grupos financieros, energ¨¦ticos y de comunicaciones que operan en el Ibex, casi todas las empresas espa?olas adolecen del mismo problema: falta m¨²sculo financiero para asegurarse un entorno comercial propio y c¨®modo. El mercado mundial est¨¢ segmentado en bloques y los m¨¢s rentables est¨¢n ocupados por los grandes grupos.
Adem¨¢s de la dificultad para pasar de la investigaci¨®n al mercado, hay un problema de financiaci¨®n, agravado por la crisis financiera reciente y por la debilidad espa?ola de los instrumentos financieros que son propiamente cr¨¦dito bancario. Por l¨®gica, la investigaci¨®n farmac¨¦utica implica una inversi¨®n arriesgada. Con frecuencia, el investigador no encuentra el medicamento que pretende desarrollar, con lo cual el dinero invertido simplemente se esfuma; o encuentra un espec¨ªfico que no buscaba, pero para tratamientos menos rentables. Por eso la financiaci¨®n no fluye con la rapidez debida a los proyectos de investigaci¨®n que presentan empresas de peque?o o mediano tama?o; y por esa raz¨®n incluso a los grandes grupos farmac¨¦uticos les interesa m¨¢s efectuar enormes desembolsos por medicamentos descubiertos por otras firmas que aplicar una investigaci¨®n propia.
No hay soluciones m¨¢gicas para estas dificultades. Y las que hay, aunque no sean m¨¢gicas, s¨®lo surten efecto a largo plazo. En el caso de la biotecnolog¨ªa espa?ola tiene que crecer mediante acuerdos con otras grandes empresas y confiar en que la investigaci¨®n permitir¨¢ ampliar esos acuerdos. Recientemente, las compa?¨ªas catalanas Oryzon Genomics y Palobiofarma han llegado a acuerdos con grupos de primer nivel, como Roche y Novartis. Las operaciones han animado la aparici¨®n de f¨®rmulas financieras para entrar en la biotecnolog¨ªa. La OCDE ha situado a Espa?a entre los diez primeros pa¨ªses con mayor potencial de desarrollo en el mercado biotecnol¨®gico. Bien, es un comienzo, pero falta un largo camino hasta explotar ese potencial.
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